sábado, 9 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 13 - A corazón abierto

Y no hubo forma de hacerle desistir de su empeño, y Noa no tenía fuerzas para entablar una discusión con él, porque sabría que terminarían ellos por pagar los platos rotos.. Aceptó su plan muy a regañadientes. Se casarían a escondidas, sin tener a nadie querido a su lado, como si fueran dos fugitivos que tuvieran que ocultarse, pero a la vez pensó que quizá fuese mejor  al dar los hechos  consumados.  ya podrían vivir como marido y mujer, sin pegas por nada y de nadie.  otra cosa sería que la reconociese como de la familia, que eso  sería una espina  que jamás la perdonaría.  pero no cometían delito alguno; si ella quería amargarse la vida, que lo hiciera, pero no que interfiriera en sus vidas.  Eran mayores de edad y dueños de su destino para bien o para mal.

Y bajaron al comedor cuando aún no eran las ocho.  Unos minutos más tarde se integraron Alice y Willy que se les unió a petición de la propia Alice, quizá para que sirviera de árbitro si la cosa se torcía y se desmandaban las actitudes. Se sentaron a la mesa con tirantez, pero pronto tanto James como Willy sacaron una conversación insulsa pero que sirvió para destensar la "cuerda". Y Noa no encontraba la forma de comenzar a explicarse, pero tampoco tuvo oportunidad porque Alice fue la que sacó la conversación.  Seguía cortante y adusta.  Pensaba que jamás la tomaría cariño y que siempre serían dos extrañas; por su parte estaba dispuesta a ceder por James, que no se merecía esa división, pero para que haya paz hace falta que los dos contendientes se pongan de acuerdo, y por ahora, eso no sucedería,  Y se reafirmó al escuchar  la forma en que inicio su interrogatorio, porque de eso se trataba

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- Y bien Noa.  Creo que es el momento oportuno de que conversemos y de esa forma conocerte mejor.-,  dijo Alice
- Mamá pienso que no es el momento
- Déjalo James.  Cualquier momento es oportuno.  me parece bien, cuánto antes, será mejor para todos.
-Tengo veintitrés años como ya dije. Soy huérfana de madre, a la que perdí siendo muy niña.  Mi padre, es financiero, y por su trabajo viaja mucho, con lo cual estoy bastante sola. Tengo algunas amigas que frecuento de vez en cuando.   Salí en el instituto con un chico con el que rompí  a los pocos meses  porque dejó de gustarme.  Conocí a James en una discoteca a la que fuimos mis amigas y yo a celebrar mi cumpleaños, pero que más que una celebración resultó ser una discusión sin trascendencia entre nosotras.  Esa misma noche me enamoré de él y salimos juntos hasta que regreso aquí.  El resto ya lo saben.
-Fui educada por mi padre en internados dado que no tenía madre y él  tenía que trabajar y viajar constantemente.  Estudié en Nueva York en un colegio católico en régimen de internado. Estuve durante dos años, en los que a penas veía a mi única familia:  mi padre. Hice el bachillerato en obro internado, pero esta vez en Suiza con la idea de que aprendiera  el idioma francés. Salí a los dieciocho años como un potro desbocado.  Tenía ansias de libertad.    Con el consiguiente disgusto de mi padre, renuncié a seguir estudiando la carrera de económicas que me propuso..  Trabajé en su oficina como ayudante pegando sellos, repartiendo la correspondencia, etcétera.,   ya  que deseaba disfrutar de la libertad que no tuve durante tantos años de internado.  en  mi adolescencia y parte de la niñez .  Por ese simple trabajo en la oficina, me asignó una paga  para mis gastos más esenciales.  No era muy grande, pero tenía para algún capricho, porque los gastos de ropa, entre otros, él me lo subvencionaba. .  Y esa es mi historia. Si desea preguntarme algo más, lo que sea, estoy a su disposición. Y una última cosa, que creo para usted es importante. Con el chico  que salí  no tuve relaciones sexuales, ni con él ni con nadie, excepto con James.

Tanto James como Willy pusieron los ojos en blanco.  Aunque Willy se lo imaginaba, no esperaba que fuera tan sincera, o acaso ¿ lo hizo para dar en todo lo alto a Alice?  Willy, tuvo que ponerse la servilleta en la boca, para que no vieran la sonrisa que tenía.  James, apretó su mano simplemente. Alice, la miró fijamente y sólo la dijo

- No era necesario que contaras las intimidades tenidas con mi hijo.  No me interesan. Si esa ha sido tu historia, pues ... ya te conocemos más.  Supongo que James te habrá contado la suya, ¿ Es por eso que decís que os conocéis suficientemente bien para casaros ?
- En efecto Alice.  No tenemos ninguno de los dos nada que esconder.
- ¿ Te ha hablado de Jocelyn ?

James se atragantó en ese momento. Nunca se lo había mencionado porque no era interesante para él, ni tampoco merecía la pena. Sólo salió un par de veces, nada más.  Pero se dio cuenta de que debió decírselo para que su madre no sacara de la manga ese as.  Estaba expectante esperando la respuesta de Noa, que fue

- Si Alice, me lo ha contado todo.  No tenemos secretos entre nosotros

Mintió, aunque la dolió hacerlo. James no había mencionado a esa muchacha, y se daba cuenta de la intención con que su  madre lo hizo, por eso respondió de esa manera.  A solas aclararía con James toda esa historia; era algo que sólo a ellos concernía.  Alice se quedó sin habla, quizá buscando en su cerebro algo con que volver a la carga.  A raíz de la declaración de Noa, los cuatro permanecieron en silencio, pero el apetito de los comensales había desaparecido y se sentían incómodos.  Noa siguió comiendo como si tal cosa, aunque no tuviera ni hambre ni ganas de seguir allí.  Más bien de salir corriendo, pero hizo de tripas corazón, y supo en ese instante que había derrotado a su enemiga, que le había dejado sin palabras ni argumentos con qué rebatirla.  Pero no estaba contenta, más bien deseando irse de allí cuanto antes.  La cara de James era un poema, y por él estaba dolida, porque su madre le había hecho una encerrona pero había salido mal parada.  Lejos de darse por vencida, Alice buscaría otro argumento con que mantenerla a raya.

Y al fin James, dejó los cubiertos sobre el plato, sin a penas haber probado bocado, pero de lo que menos tenía ganas era de comer. Había sido un desastre; todo lo había sido.   Pidiendo disculpas,  dijo tener que hacer unas cosas, y salió del comedor.  Noa siguió como si tal cosa, a pesar de que quería salir detrás de él.  Al fin todos dijeron de dar por concluida la reunión, y pudo salir en su busca.

No le encontró en la casa y se dirigió al jardín por si estuviera tomando el aire de la noche, ya que la cena había sido para olvidar.  Y efectivamente estaba en el cenador dando vueltas sin sentido, con los puños apretados y las mandíbulas contraídas.  Noa no sabía si seguir avanzando  para hacerse ver, o dar media vuelta y dirigirse a su habitación y meditar sobre todo lo ocurrido,  Si por ella fuera se iría esa misma noche del rancho, tomaría un avión y regresaría a su casa, con el corazón roto, si, pero lejos de esa mujer  tan arpía.  Se arrepintió de su calificativo porque le dolía por James, porque esa noche había conocido verdaderamente la forma de ser de su madre, y nunca admitiría a una mujer que no fuera seleccionada por ella. Había notado especial predilección por Jocelyn, y pensó que quizá fuera una chica callada y tímida, fácil de manejar por ella.  Se enteraría cuando hablase con James.

Sentada en la cama de su dormitorio, miraba al vacío sin saber qué hacer.  Lo más prudente y lógico, sería partir de allí cuanto antes, pero sabía que si lo hacía perdería irremediablemente a James, y sólo de pensarlo el corazón se le hacía añicos.  Lloró en silencio por todo lo que acababa de vivir, por el mismo James desorientado  sin explicarse el examen a que su madre la había sometido, y por la decisión de casase en Las Vegas ¿ estaría haciendo lo correcto o sería algo más que reprochar,? aunque ella no tuvo nada que ver en ese plan.  No sabía qué partido tomar y su cabeza era un laberinto de emociones.

Unos toques en la puerta, la distrajo por un momento de sus fatídicos pensamientos.  Creía,  ingenua,  que sería Alice para hacer las paces, pero al abrir vio que era James con un rictus amargo en la comisura de sus labios y la tristeza reflejada en su rostro.  Ese gesto la puso en guardia

- Ya está quiere romper conmigo. Me siento culpable por haber sido tan clara  y con la intención de dejarla  fuera de combate. No tuve en cuenta que se trataba de su madre. ¡ Dios mio voy a perderle.!

James,  en el dintel de la puerta, la miró fijamente con tristeza y la dijo:

- ¿ Has preparado la maleta ?  Salimos en cinco minutos
-¿ Qué quieres decir?
- Te dije que partiríamos hacia Las Vegas.  Allí nos casaremos.  Es el lugar más rápido para ello.  Después cuando regresemos ya veré.  Ha sido una cena terrible.  Mi madre no tenía derecho a eso.  Ella no es así; ha sido cruel con toda intención, y eso me duele por ti y por ella.  Así que nos vamos en cuanto estés dispuesta.
- Por favor James, no tomes una decisión que no tenga vuelta atrás. Tu mismo lo has dicho.  Pienso que se ha portado de esa forma porque la noticia ha sido muy inesperada y aún no la ha asimilado.  Esperemos unos días.  Creo que mañana estará todo más normal
- No.   Nos vamos.  Hay puntos de la historia que no conoces y deseo contártelo porque habrán cosas que no entiendes y deseo que lo comprendas.  Hablaremos detenidamente cuando estemos lejos de aquí.  Antes , necesito calmar mis nervios que está a punto de saltar.
- No sé qué hacer ni que decirte.  Siento que todo esto haya sido por mi.  Estoy segura que si hubiera sido otra chica no tendrías este problema.  Creo que lo mejor sería que regresase a casa, a Nueva York
- ¿ Y olvidarnos de lo nuestro? ¿ Es eso lo que quieres decir ? ¿ Es que ya no me amas después de lo ocurrido ?


- No James.  Te quiero demasiado y sé que no has tenido la culpa,. Nunca dejaré de quererte y para mí sería doblemente doloroso, pero debes hacer las paces con tu madre, porque ante todo ella lo es.
- ¿ Pero por qué es tan difícil convivir ? Ella es mi madre y la debo todo lo que soy, pero tu eres el amor de mi vida, mi vida entera. No puedo renunciar a tí, de ninguna de las maneras.  Así que me despediré de ella y nos vamos.  Tomaremos el primer avión que salga mañana. Pasaremos la noche en un hotel o en un motel de carretera, según la hora. Ahora voy a preparar mi maleta.

Y salió de la habitación cabizbajo por lo sucedido durante la cena, pero resuelto a llevar a cabo sus planes

Lo que debiera haber sido un viaje lleno de ilusiones y felicidad, se había convertido en una huida no sabían de qué, pero sí de quién: de la mujer que quería con todas su fuerzas y que era capaz de hacerle daño en lo que más amaba, a la chica inocente que tenía a su lado en silencio, con la mirada perdida en la tristeza que sentía. La habían humillado sin razón, porque había llegado al rancho con su mejor voluntad y llena de esperanzas. ¿ Estaría condenada esa relación al fracaso?.

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