viernes, 22 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 40 y último -Mi vida es tu vida

Todo está bien, cuando bien está. Y aquella comida familiar resultó de lo más divertida y entrañable. Tanto James como Willy, comentaron en un aparte el resultado final de aquella entrañable familia. Todo había contribuido a ello y todo había tenido el porqué de ser. Ahora todo era normal sin rencillas, ni indirectas.  Observaron contentos, la complicidad que de repente tenían esas dos mujeres que tan sólo unos días atrás se llevaban mal.  Todo era más luminoso y hasta los empleados estaban tranquilos, porque los amos también lo estaban.  Solo ellas dos conocían el secreto y se sentían impacientes por poder pregonarlo, pero el deseo de Noa es que primero lo supiera James y después el mundo entero. Cuando se despedían para regresar a casa. Alice, bajito, le dijo a Noa

- Hija, mi consejo es que se lo digas a James cuanto antes. Déjale disfrutar de todo el proceso, que viva el embarazo y te acompañe en todo..  No importa  si al final resulta que es un retraso, se desilusionará posiblemente, pero habrán más ocasiones, sois muy jóvenes.   Tu sentirás el proceso que lentamente se forja en tu interior, pero los hombres no; sólo pueden ser comparsas.  Haz que él también participe de ese maravilloso milagro desde el principio

Se quedó mirando a Alice, y comprendió que tenía razón.  Que James tenía el mismo derecho que ella a participar de ese hijo no nato aún, pero que se gestaba en su interior.  Y juntos cuidarían de que todo fuese bien, y juntos le amarían desde su inicio.

- Si, tiene razón.  Así lo haré cuando lleguemos a casa.

Y todos se abrazaron con la promesa de que volverían otro día., y partieron hacia su hogar, más contentos que cuando llegaron, sobretodo Noa, porque además de haber ganado a su suegra, tenía un secreto que desvelaría a James no tardando mucho.  La noticia la quemaba en los labios, sabía que si se lo decía en ese instante, se iba a poner nervioso.  pero por otro lado no quería demorarlo más.  En esas estaba cuando al dar una curva, algo líquido le subió desde el estómago hasta la garganta:  iba a vomitar.

- Para, para, para - le gritó a James
-Que, ¿ qué ocurre?  No voy deprisa ¿ Te encuentras mal?

No podía hablar.  Una bocanada de agua exigía su salida y apoyada en el coche aparcado en la cuneta, echó fuera aquel líquido de su garganta.  James estaba pálido, y pensó que algo en la comida le había sentado mal, o quizá las emociones vividas.  El no se retiro mientras ella vomitaba, a pesar de que quería apartarle con el brazo

- Para lo bueno y lo malo ¿ recuerdas?- es lo que la dijo, mientras apretaba su frente y estómago para que no se hiciese daño.

Al fin, las náuseas se pasaron, y en el fondo Noa estaba contenta.  Ese era un síntoma de que no se había equivocado:  iban a ser padres.  Anduvieron unos pasos alrededor del coche.  le dio agua a beber, pero James estaba preocupado; Noa tomó sus manos e hizo que se sentaran en el coche en el asiento trasero:  quería tenerle ,lo más cerca posible.  No se quería perder ningún gesto de la reacción que sin duda tendría al conocer la noticia

- ¿ Qué ha ocurrido, nena? ¿ Algo te ha sentado mal ?
- Pues si te digo la verdad, creo que todo lo contrario.  Aunque no estoy segura
- No me hables ahora con traba lenguas.  Me has preocupado
-¡ Ay mi amor ! No te preocupes porque ahora te diré lo que pasa:  vamos a tener un hijo
-¿ Qué ? ¿Quieres decir que estos vómitos son ...?
- Tengamos calma. Lo imagino solamente, porque hace tan sólo unos días que tengo el retraso.  Pero lo creo, porque soy muy puntual y hemos celebrado por todo lo alto cada ocasión que se nos ha presentado, por lo tanto... creo que el resultado, es bebe a bordo.  James no podía contener la risa, la emoción , los besos y el abrazo a su mujer

- ¿ Has ido al médico ?
-No el lunes pediré hora.  Deseo estar segura.  Pero también tenemos que pensar que sea una falsa alarma.  No quería decírtelo hasta tener la certeza, pero Alice me ha convencido que te lo dijera enseguida para que tu disfrutes junto a mi del proceso.  Aunque pienso que estas náuseas se repetirán y de disfrute no tiene nada
- No importa.  te acompañaré en lo que sea y cuando sea.  Engendramos este hijo los dos juntos, y juntos hemos de crearle y pasar los buenos y los malos ratos que nos de. ¿ Te he dicho lo importante que eres para mí, lo que te quiero?  Todos los momentos que hemos vivido no los cambiaría por nada, ni los buenos ni los malos. Ni por nadie.  Aunque me hiciste pasar muy malos ratos cuando te marcharte, pero ni siquiera hice intenciones de olvidarte, ni de pedir la separación, porque algo me decía que volveríamos a estar juntos. Sabía que por mucho que lo intentara, nunca lograría olvidarte, desterrarte de mi vida.  Nos queremos demasiado para borrar todo lo vivido.  Y el tiempo me dio la razón y todo ha vuelto a su lugar y nosotros nos amamos más que al principio, y ahora tenemos por quién luchar.  Te quiero, y te querré siempre amor mio.
- James, vas hacerme llorar
- Pero también se llora de alegría

La besó tiernamente y sus ojos también se llenaron de agua.  Eran dos tontos llorando de emoción, pero tener un hijo era lo que les faltaba para ser felices al completo, y ese día había sido grandioso en todos los sentidos.

- Iremos al médico y nos sentaremos los dos a plantearnos cómo enfocar la cuestión, porque ahora no sólo tengo que cuidar de tí, también de nuestro bebe y me parece que ninguno de nosotros tenemos mucha idea de lo qué hacer - Dijo James besando las manos de ella
- Hay algo que aún tienes que decirme : Jocelyn. ¿ Estuviste con ella aquella noche?  Dejamos ese tema en suspenso, pero no lo he olvidado

. ¡ Por Dios, Noa ! Si te refieres a si me acosté con ella, no lo hice. Yo estaba en el bar, ella llegó nos saludamos y bebimos, más de la cuenta, por cierto, Pero te doy mi palabra que sólo hablamos, y en ello estábamos cuando llegó Willy.  Te quiero demasiado para serte infiel.  Ella me merece todo el respeto del mundo, pero no la amo.  Nunca la he amado, por mucho que se empeñara mi madre. Desde que te conocí, sólo tú has estado en mi vida y allí estarás siempre.
- Está bien. Este tema está zanjado.  Y ahora vamos a casa.

Y fueron al médico y éste les constató que efectivamente estaba encinta. Cuando salieron de la consulta, la alegría de ambos era inmensa; lo habían conseguido, serían una familia.  Noa llamó a Alice y a Willy confirmando la buena nueva y quedaron en reunirse a fines de esa semana para celebrarlo.  Noa llamó a su padre con el mismo propósito y Cecil se emocionó muchísimo y tanto Pamela como él hablaban a un tiempo quitándose la palabra.  James les invitó a pasar unos días en el rancho, aprovechando que ellos se tomarían también unas cortas vacaciones y de esta forma se conocerían los consuegros

- Te tomo la palabra, así os llevamos las invitaciones de nuestra boda.  Deseo que vengáis. Es algo importante para nosotros
-  Estupendo Cecil.  Noa no me perdonaría faltar.  Aunque, quizá el médico no lo autorice; está dentro de los tres primeros meses y corre peligro.  Lo consultaremos, pero se me ocurre una idea ¿ por qué no celebramos la boda en el rancho? Así estaríamos todos juntos
- No sé James. No conozco a tus padres y sería invasión de la intimidad.  En ese caso, aplazaremos la boda hasta que Noa pueda viajar.
- No se hable más Cecil. Tu nos hiciste un gran favor con mi tio y a Pamela no va a gustarle nada el aplazamiento, así que podéis venir con tranquilidad y celebrar la boda.  Mi madre estará encantada de hacerlo,.

James habló con su madre y con Willy y quedaron de acuerdo en ello.  Les pareció una ocasión única para que las familias se reunieran: ambos iban a ser abuelos del mismo bebe, así que todo estaría  dispuesto.  Celebrarían los dos acontecimientos a un mismo tiempo.  Alice pidió a James el teléfono de Cecil; quería hablar con él y ser ellos quienes hicieran la invitación oficial tanto a la boda como a la estancia de ambos en el rancho para unas cortas vacaciones. Y fue Willy y después Alice, quienes hablaron con Cecil,  La conversación mantenida fue amable y cordial y el padre de Noa aceptó encantado y ofreció a Pamela que hablase con Alice para que ambas mujeres se pusieran de acuerdo.  El futuro se presentaba  muy bien, y ambas familias estaban contentas de que todo se hubiera solucionado amablemente con la llegada de ese bebe.  Alice se sentía obligada a Cecil porque se daba cuenta de que él  no necesitaba para nada el negocio de su hermano, y era una forma de zanjar los problemas sin humillar a nadie.  Por eso le estaría por siempre agradecida.

 Cecil y Pamela, fueron recogidos en el aeropuerto por James, Willy y por Noa, que emocionada se abrazó a su padre sin dejar de lado a la que sería su madrastra, aunque no la consideraba como a tal.  Las tres mujeres charlaban como cotorras Mientras que los hombres por su parte, hablaban de sus cosas sin perder de vista  a las féminas.  Se asombraban el modo en que todo se había solucionado y la forma de encajar las piezas de ese rompecabezas, que comenzó con un viaje de fin de carrera a Nueva York.

Pero aún tenían más sorpresas por conocer.  Era una mañana espléndida.  Sentados en el porche tomando un aperitivo, vieron llegar un coche y bajarse de él una pareja. Alice sonrió ampliamente al comprobar de quienes se trataba:  era Rupert y su mujer que venían a visitarles. Habían sabido que Cecil estaba en el rancho y deseaban saludarle.  Le debían un favor enorme, que  reconoció  fuese  a través de su sobrino, por tanto a ambos les tendría gratitud eterna.
Alice y Rupert, desde su encuentro al cabo de los años, hablaban con frecuencia por teléfono, y fue la hermana la que le anunció que iba a ser abuela,  que esperaban la visita de sus consuegros y que celebrarían la boda allí.  Y ese era el motivo para visitar a todos.  También fueron invitados a la boda y  todos juntos compartieron la comida de ese día

Noa deseaba hacer reposo después de comer.  Sentía mucho sueño constantemente y una de las señoras del servicio le había dicho que traía una niña

- Las niñas dan mucho sueño- le comentó

Antes de dormirse, y mientras escuchaba las risas y las conversaciones de todos, sonrió y pensó en  todo lo sucedido en su vida desde que conoció a James. Era como si se hubieran subido a un tobogán  subiendo y bajando constantemente hasta llegar a la meta, y había sido al final,  que todo se conectara y solucionara al mismo tiempo.  Estaba tumbada en el dormitorio de Alice, por expreso deseo de ella

- Es más cómodo  que vuestro antiguo dormitorio, y hasta él no llegan los ruidos.  Aquí estarás mejor.  Descansa mi niña, porque así también él, estará más cómodo

- Alice ¿y si es niña , le querrás igual ?
- Hija mia, le querremos lo mismo.  Sigue siendo sangre de nuestra sangre y carne de nuestra carne.  Por nada del mundo querría otra cosa
- Pero seguro que James querrá un niño
- James querrá lo que venga, y se enamorará de ese bebe, como lo hizo de su madre, y le adorará porque es parte de tí y él te quiere muchísimo, no lo dudes.  Le querremos todos con todas las fuerzas del mundo, Pero ahora descansa.

 Le dio un beso en la frente, la tapó como si fuera una niña y salió de la habitación silenciosamente.
Nunca hubiera imaginado llegar a querer tanto a la chica que descansaba en su cama y que al conocerse no la soportaba.  James era feliz con ella, inmensamente feliz y había sido un rayo de luz que entró en su casa  dando siempre sin recibir nada a cambio más que desaires.  No se  perdonará nunca el haberse comportado de esa forma con ella.   Se reunió con todos asegurando que todo estaba bien.

Y se celebró la boda que entre Pamela y Alice habían organizado.  Fue la comidilla del lugar, ya que era la primera boda que se celebraba en el rancho y también asistió Rupert, que había entablado amistad con Cecil y por consiguiente con James, al que consideraba como lo que era: su sobrino y salvador.  Hubo baile y alegría hasta altas horas de la noche.  Cecil y Pamela partieron de luna de miel.
 Y poco a poco, el rancho volvió a la normalidad.  Sólo quedaba el acontecimiento de la llegada del bebe, que efectivamente sería niña.  James estaba loco de alegría y todos estaban expectantes aguardando  la última etapa del embarazo.  Y se cubrió con éxito y alegría de todos.

Había nacido el primer hijo de James y Noa:  una niña preciosa que era  la reina de la familia. James colmaba a su mujer de besos y palabras de agradecimiento por el regalo que había supuesto la llegada a sus vidas de ella y por consiguiente de su hija, como continuación de ella misma.
Y como se dice que cada hijo llega al mundo con un pan bajo el brazo, al despacho de James comenzarían a llegar clientes.  Unos facilitados por Cecil y otros por Rupert y por el mismo James, que poco a poco se abría paso.

A  los   dos años de Beth , llegaron  Robert y  dos años más tarde Paul. Tenían su vida organizada y eran rotundamente felices.  Habían superado con creces las cotas del amor que sentían.  Compraron una casa más grande puesto que se habían convertido en familia numerosa, pero ésta,  a mitad de camino  del rancho y San Fraancisco, para que los abuelos pudieran verles  con más frecuencia.  Cecil se retiró de los negocios y ahora disfrutaba junto a Pamela  de una vida feliz y reposada.  Visitaban con frecuencia a sus hijos y pasaban vacaciones en el rancho.  Todos habían formado un núcleo familiar entrañable y feliz.  Felicidad por la que nadie, en un principio, daría ni un centavo por ella. Alice era una abuela orgullosa, cariñosa y dulce con los nietos a los que adoraba y mimaba a su nuera, siempre estando de su parte.  James poco a poco se hizo con un nombre dentro de la abogacía y se dedicaba al derecho civil ayudando también, a las gentes sin recursos..
Adoraba a su mujer y a sus hijos, con quienes compartía el tiempo libre. Organizaron su vida personal de manera, que siempre tuvieran su espacio,  y de vez en cuando hacían alguna escapada ellos solos, quedando los niños al cargo de los abuelos en el rancho.


- Te quiero Noa, y siempre te querré.  pase lo que pase. A donde quiera que nos lleve la vida, siempre estarás tú.  Por difíciles que sean los tiempos, mientras te tenga a mi lado, siempre habrá una solución. Bendigo la hora en que decidí divertirme en Nueva York y te encontré, porque fuiste desde entonces la brújula de mi ser.  Te quiero esposa mía

Y besando a su mujer, ambos esposos se fundieron en un abrazo.


                                                   F   I   N

Autora:  1996rosafermu
Ilustraciones:  Internet
Edición:  Enero de 2019
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS



jueves, 21 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 39 - No como extrañas

Y Rupert escuchaba los detalles de la proposición de Cecil para saldar su deuda con la corporación,  y que James le adelantó por teléfono para darle tranquilidad.   Quedaron para verse esa misma tarde y consultar entre ambos lo más conveniente, para dar una respuesta al suegro de su sobrino.

 Noa, entre tanto, , mientras James ultimaba con su tío, analizaba todo lo ocurrido tan solo en dos o tres días. Y pensó que los juegos del destino siempre andaban enredando las cosas, pero que al final todo tenía un porqué.  Qué  sensación  tendría  James al estar sentado frente a su tío, que en realidad era un extraño para él, pero también sabía que se sentía en paz  de haber podido ayudar a parte de su familia, y sobretodo lo había hecho por su madre, para que su tío,  se diera cuenta de que había sido injusto con sus padres al proceder de esa manera tan ruín,  al desheredar a Alice, por haber elegido a un marido pobre, en lugar de a un rico acaudalado,  que no deseaba,  ni amaba.y , tuvo  que ser ella, precisamente  quién le facilitó que no  perdieran toda la riqueza que habían  amasado en ese tiempo.

 Pero había llegado la hora de vivir en paz y que cada uno cargara con su conciencia.  Afortunadamente ellos no tenían nada de lo que arrepentirse, y la única rencilla que tenían pendiente, parecía haberse solucionado por el ímpetu de ella, porque deseaba vivir en paz con Alice; es algo que debía a su marido.

James se sentía, además de feliz, tranquilo y seguro de sí mismo.No sabía qué decidiría  Rupert, pero  él le aconsejaría la mejor fórmula, lo que James viera que sería más conveniente para ellos. Cecil no necesitaba consejos, puesto que tenía colaboradores muy eficientes y de su confianza que le habrían asesorado-. La reunión con el tío se prolongó por mas de dos horas  Al salir, fue acompañado hasta la puerta por  Rupert y su esposa. Era el primer abrazo que recibía de la familia de su madre y se encontraba satisfecho por la respuesta dada por su tío a las gestiones realizadas.   Había sido un buen día desde que amaneciera .  Se sentía optimista con el futuro, y la tenía a ella, que era su motor y su impulso.
Y sonrió al recordar  en lo traviesa que se había convertido , y le encantaba. Había elegido la mujer perfecta para andar juntos por los senderos de la vida.  ¡ Quién podría decirlo ! Sólo les faltaba algo por conseguir, y que también llegaría; había que dar tiempo al tiempo.  Deseaba llegar a casa y verla y abrazarla y decirla cuánto la quería, con ese amor que le desbordaba y del que ya no podía prescindir.  Noa se había convertido en su norte y su guía, y pensaba que él, también lo era de ella.  Y entró en una floristería y compró un ramo de flores, y contento se encaminó hacia su casa.

  Noa, le aguardaba con impaciencia por  saber el resultado obtenido.  James entraba por la puerta llamándola con  su frase preferida " ya estoy en casa", y ella saldría de inmediato de donde quiera que estuviese y se colgaría de su cuello, y se abrazarían y besarían.  Mientras lo pensaba, sonreía olvidando los malos ratos vividos y la incertidumbre que sintió.  Había elegido perfectamente a la mujer que compartía su vida, y aunque sus comienzos fueron rocambolescos, estaba seguro, que de ahora en adelante todo sería más sencillo.  Y con ella de la mano, después de entregarle las flores se sentaron  en el salón y la explicó todo cuanto habían tratado.  Ella palmoteaba contenta, más por James y su familia que por su propio padre.  Cecil no necesitaba el dinero, ya tenía suficiente, pero debía responder ante un consejo de administración y se veía obligado a rendir cuentas.

Hicieron un paréntesis y respiraron contentos y satisfechos.  Viajarían de nuevo a Nueva York y dejarían  el despacho atendido por si aparecía algún cliente.  Melissa se encargaría de citar si alguien solicitara consejo y Freddy la ayudaría en lo que pudiera.  Aunque en realidad pensaban que regresarían ellos antes de que alguien llamara al bufete

- Van a ser sólo un par de días, pero hemos de organizarlo todo, por si acaso. - dijo James a su mujer
-Me parece bien. ¿ Permites que te acompañe? Deseo ver a mi padre y a Pamela y creo que es una ocasión única.  No te estorbaré estaré entretenida
-¿ Y me lo preguntas? Me encanta que lo hayas pensado y vengas conmigo. Nunca me estorbas, al contrario me das fuerza.  Así que viajaremos juntos, aunque tenga que dejarte durante la reunión, pero no estarás sola.  Invita a Pamela, os conoceréis mejor puesto que va a casarse con tu padre.
-Ya lo había pensado.  Sé que eso alegraría a Cecil . Deseo que haya paz entre todos, puesto que todos seremos familia. Pero también estoy temerosa

-¿ Por qué? ¿ Te ocurre algo?
- Mañana comemos en casa y Alice, me da un poco de miedo
- Presiento que mi madre va a adorarte. Sólo dale un poco de tiempo
- Quiero ser  como una hija para ella. Y me vendrá muy bien, ya que desde muy pequeña me ví privada de mu madre. Deseo poder consultarle las miles de dudas que pueda tener, y sobretodo deseo darle un nieto o nieta. De este modo llenará el hueco que piensa la he robado con tu amor.
- Cielo, quiero que te metas esto en la cabeza: tú no has robado nada.  Te lo has ganado porque me enamoré de tí y me has colmado de felicidad. Tiene que comprender que hay amor para todo el mundo, y que alguna vez tendría que formar mi familia y adorar a la persona que la compartiera conmigo. Lo que la ocurre es que se quedó sola muy joven y centró todo su mundo en mí. Pero en el fondo no podía pensar que eso fuera siempre. Necesitaba a Willy y al final se ha dado cuenta de ello. Espero verla más feliz y contenta.  Por lo menos su voz suena más jovial
- ¡ Ojalá y así sea !  De verdad que lo deseo porque tiene muchas cosas que ofrecer y recibir-  Se acurrucaron uno junto al otro; ella sonreía y él besaba sus cabellos  estrechando a su esposa junto a él-

A medida que se acercaban al rancho, los nervios se apoderaban de Noa. Cuando habló con Alice creyó que lo tenía todo más claro, pero ahora, , frente a ella,  había que pulsar la realidad,. Llegaba a su imaginación la Alice huraña y tenía miedo.  A James le extrañaba que fuera tan callada durante el camino, pero no la preguntó nada porque sabía a qué se debía ese silencio.  El estaba completamente seguro de que sus miedos eran infundados, pero dentro de poco lo comprobarían. Y al parar frente a la puerta, Noa apretó la mano de su marido, y él la devolvió un beso y una sonrisa.  Ella tragó saliva irguió los hombros y dijo con una mueca que quería ser una sonrisa


- Bien. ¡ Vamos allá !

La puerta se abrió de golpe y ante ellos estaban Alice y Willy, que sonrientes  y con los brazos extendidos, salieron a recibirles. Las dos mujeres se miraron fijamente, pero en el rostro de Alice había dulzura y cariño, en lugar de rechazo y seriedad.  Avanzó hacia Noa y la besó en ambas mejillas algo que nunca había hecho.  Noa también la abrazó y ambas se fundieron  riendo y llorando a un tiempo, mientras James y Willy se miraban y reían a carcajadas.

- Te pido perdón.  Te juzgué mal y aprisa.  Veo a mi hijo feliz y eso es lo que yo deseo.
-Alice, por favor. Olvidemos eso de una vez.  No ha ocurrido. Fue todo muy precipitado y no estábamos preparadas para ello. Cerremos página.  De ahora en adelante no habrán malentendidos, ni reproches ni nada que no sea cariño y complicidad.
- James me dijo que eras generosa y acabo de comprobarlo.  Tienes razón, esa mala racha no ha sucedido. Quiero ser alguien cercano para tí en quién apoyarse si me necesitas- Sé que nadie puede compararse a una madre, pero quiero estar lo más cerca de ese papel que  pueda

- Y lo serás Alice. Cuando tenga un hijo, tú serás quién me enseñe a cuidarle y a calmarme cuando esté enfermo y ese amor que sin duda le darás, será también para mi, así que olvidemos de una vez los malos ratos pasados. Seréis los abuelos, unos segundos padres para mi hijo.
- Tienes razón, hija ¿ puedo llamarte así ?
- De hecho lo estoy deseando
- Sé que no debo hacerlo, pero me has dado la categoría de abuela y voy a preguntarlo ¿ estás embarazada ?
- Creo que sí, aunque es un poco pronto.  James no sabe nada aún.  Por favor no digas nada . Tu has sido la primera en saberlo.
 - Gracias, niña. No te preocupes nada sabrá por mí Ese es tu privilegio. - Y acercándose a ella la beso en la frente mientras acariciaba su mejilla.

 En verdad era muy joven y sin embargo probablemente iba a ser madre de su hijo y ella abuela.
La veía tan menuda, tan joven tan inexperta y la inspiraba tanta ternura...  !Cómo había podido comportarse  de ese modo con una criatura tan dulce !  Ambas necesitaban estar unidas: Noa  porque la vería  como  la madre que a penas conoció, y ella porque tendría  unos hijos,  y unos nietos,  que les alegraran la vejez  Una voz grave se escuchó llamando la atención de las dos mujeres que permanecían abrazadas

- ¿Podemos entrar ya en casa?

La voz de Willy hizo que se dieran cuenta de que no estaban solas, sino que unos ojos las miraban complacidos, respirando aliviados de que la tormenta hubiera pasado ya.

Nunca logré olvidarte - Capítulo 38 - Punto y seguido

Y felices riendo por cualquir cosa que se les ocurriera tomaron un taxi y acudieron al mejor restaurante de la ciudad.  Y a pesar de no tener apetito, pidieron el más exquisito menú y el mejor champán.  Tenían algo grande que celebrar: su nueva unión. Y con entusiasmo Noa escuchaba a su marido, cómo exponía lo que deseaba hacer.

- Viviremos en San Francisco. Tendremos nuestro propio bufete. Tu padre me ofreció entrar a formar parte de su plantilla, y aunque en un principio lo rechacé, si tu lo deseas así será
- No mi amor, yo deseo lo que tu quieras. Sé que tu ilusión era ejercer como abogado, bien, pues hazlo.  No te preocupes si de momento no tengas excesivo trabajo, ya vendrán a tu despacho.  Estaremos juntos donde quieras. Viviré donde tu vivas.  Mi felicidad estará siempre a tu lado, no lo dudes, y todo cuanto hagas me parecerá perfecto. Sólo deseo una cosa :  que tu madre me acepte, que se acaben estas  absurdas rencillas.  Que comprenda de una vez, que ambos nos necesitamos para ser felices

Todos los planes de James, fueron aceptados por Noa que reía feliz sin dejar de mirarse.  James no soltaba la mano de su mujer, era como si tuviera miedo de que saliera corriendo
- Tendremos que ajustarnos el cinturón por algún tiempo, hasta que de nuevo el despacho funcione. Entenderé si deseas que acepte el trabajo que generosamente me ofreció Cecil, porque estás acostumbrada a un tipo de vida que, de momento, no puedo darte.
- Calla, calla. Que me des amor, eso es lo que quiero y necesito. San Francisco es muy bonito y viviremos cerca de tu madre.  No la dejes a un lado porque aunque esté con Willy, ella te echará de menos.  Además en algún momento nuestros hijos necesitarán a su abuela.  Mi padre se casará con Pamela y no me necesitará.  Pero yo si te necesito, a tí, a mi lado.  Cada mañana, cada noche, cada minuto del día
- Así que quieres tener hijos - la dijo él sin poder disimular su contento
- Si, lo deseo. Llevamos una eternidad casados
- ¿ Cómo puedes decir eso? Hemos estado casados cinco minutos.   El resto...  Pero ahora es diferente.  Nos pondremos manos a la obra esta misma noche.

Y ambos reían felices.  Después decidieron acudir a la discoteca en donde comenzó todo.  Necesitaban empezar una nueva vida, allí justamente.  Estuvieron bailando muy juntos, mejilla con mejilla, las melodías suaves hasta pasada la media noche. Irían paseando hasta el hotel. James pasaba su brazo por el hombro de ella y Noa reclinaba su cabeza  en el hombro de él.  Hacía una noche preciosa, con una luna llena y brillante.  No veían las estrellas, ocultas tras las luces de neón de los distintos locales de ocio que se encontraban a su paso.  Ellos tenían su propio cielo estando juntos, y todo les parecía maravilloso y extraordinario, tanto como su propio amor recuperado

.Y sin barrera alguna que contuviese el volcán de sus pasiones, subieron a la habitación del hotel y dieron rienda suelta a los sentimientos que habían contenido durante toda la noche, desde que se vieron frente a frente. Eran dos almas jóvenes, enamoradas, que acababan de iniciar su realmente vida de casados, después de haber sido interrumpida durante cierto tiempo, por causas que todos sabemos.  Noa había recobrado su fuerza, su fé en sí misma.  Le tenía a su lado, agarrando fuertemente su mano, entrelazando sus dedos y se habían rendido al amor, a esa pasión que les invadió  en el  momento en que se vieron por vez primera. Habían derrumbado un muro infranqueable y que nada ni nadie podría levantar entre ellos.  Habían pasado por una experiencia que no imaginaron, y conocían lo que era el dolor de  no tener al ser amado, de añorar y llorar su ausencia, teniendo las dudas de si seguirían el amor del principio existiendo entre ellos.  Y comprobaron que si. Que existía reforzado aún más.  Sabían que habían nacido para estar juntos, y un sin fín de casualidades así lo atestiguaban y no habría fuerza humano que les hiciera retroceder.

La mañana  les sorprendió abrazados cuando, se despertaron. Fue un beso en la frente la primera caricia que Noa recibió de su marido como buenos días. .  Entonces se despertó y se dio cuenta que lo que estaba sintiendo, que el cuerpo a su lado, no era un sueño, era real. Jimmy estaba allí abrazándola contra él y acababa de besar su frente.  Y decidió seguir el impulso que sentía en su interior.  Feliz y contenta, se incorporó  y materialmente, inundó de besos el rostro de su marido que reía feliz al recibir ese torrente de energía y amor  en que se había convertido su mujer.  Y se abrazaron nuevamente y jugueteaban como dos chiquillos y como broche, ya podemos imaginar lo que vino a continuación.  Eran felices y todo lo pasado lo veían muy lejano, como una película .

- Para, para, para - le decía rotundamente feliz James a su mujer, que no paraba de besarle - Como sigas a sí vamos a perder el avión y hemos de marchar hoy sin falta.
- ¿ Por qué nuestras lunas de miel son tan cortas? - respondía ella
- Te prometo que tendremos una como Dios manda, pero ahora hemos de acudir a casa.  Mi tío ha de recibir la negociación cuanto antes.  No quiero hacer esperar a tu padre con la decisión que tome.
- ¿ Dónde vive ? - preguntó ella
- En  San Francisco.  No sé muy bien dónde.  He de llamarle antes para concretar la cita.

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Todo iba encajando de nuevo en su rompecabezas. Tenían que llamar a su madre para anunciarla que ya estaban en casa, pero fue Noa quién tomo esa decisión

- Debo hacerlo yo, cariño. Déjame que lo haga
- Está bien.  Será como quieras, pero no permitiré más desafíos, que te quede claro.  Lamentaría mucho tener un enfrentamiento con mi madre, pero también estás tú, eres mi mujer e igual de importante que ella

Pero Alice, se quedó muda al escuchar la voz de Noa que la saludaba como si hubieran transcurrido cinco minutos que se hubieran visto.

- Alice, ya estamos en casa y estamos muy bien. Ahora te pasaré el teléfono para que hables con Jimmy, que saldrá en un momento  rumbo a casa de Rupert, para informarle de la negociación que ha sido positiva.  Deseo que te quedes tranquila porque todo va a salir bien. Todo ha salido muy bien.

Desde lejos, Alice escuchaba la voz de su hijo reclamando el teléfono para hablar con su madre, pero era una voz alegre, sonriente, nada parecido a la de los últimos días.

- ¿ Puedes darme el teléfono? Parecéis dos cotorras y se me está haciendo tarde - decía riendo James

Alice sonreía al escuchar la voz de su hijo  feliz y riendo.  le conocía bien y sabía que era feliz con Noa.  Quizá sería el momento de empezar a reconocer que se amaban en serio y que ambos han de estar juntos.  Pero la propia sorpresa que sentía la impedía pronunciar palabra alguna.  La voz de Noa era un torbellino de energía, y en ese momento lamentó haberles creado problemas.  seguramente  la había juzgado muy a la ligera y en verdad se amaban.  Reconocía que de  la separación había sido ella la causante, y lo lamentaba.  Estaba a punto de que James tomara el teléfono cuando dijo a Noa.

 Si el trabajo de James se lo permite, os espero a comer mañana.  hemos de hablar de muchas cosas. He de pedirte perdón por mi absurdo comportamiento
- Alice, eso pertenece a otra época.  Empecemos de nuevo, pero sí,  mañana iremos a comer con vosotros.  Creo que Jimmy tendrá que contarte algo que te dejará tranquila.  Pero eso son asuntos vuestros del abogado y de la parte interesada. Me está quitando el teléfono; será hasta mañana Alice.  Da un abrazo a Willy

James no creía estar viviendo lo que acababa de escuchar: una conversación normal, y hasta afable entre su mujer y su madre.  Sonrió y respiró tranquilo y aliviado.  Las cosas parecían que comenzaban a marchar bien.  Tomo por la cintura a su mujer y la aproximó hacia él.  La quería a su lado constantemente.  Ella puso una de sus manos en el pecho de él y dándole un ligero beso en su torso, reclinó la cabeza en James.
La conversación mantenida con su suegra la satisfizo plenamente.  No esperaba la reacción de Alice: les había invitado a comer, y eso nunca había sucedido antes,  en que se sentaban a la mesa por puro compromiso.  Hasta la había notado más tranquila, y eso, sin duda, se debía a su vida con Willy; también él tenía algo que ver en su cambio.  probablemente lo que necesitaba era que la valorasen como mujer y no como dueña de un rancho.  Mientas James hablaba con ella explicándola por encima el resultado de la gestión. Noa sonrió y respiró tranquila.


miércoles, 20 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 37 -Cena entre dos

Cecil lo que menos pensaba es que se vería frente a frente con su yerno. Los dos permanecían en pie observándose mutuamente, y al fin el suegro extendió su brazo para estrechar la mano de James. En su rostro, además de la sorpresa expresaba un poco de satisfacción.  Había recriminado a su hija que no le hubiera llamado para anunciarle donde estaba, y a las persistentes llamadas de James, para justificar su falta de comunicación, lo único que se le ocurrió fue decirle que " no quería saber nada de él".  Tenía una magnífica opinión de James y lamentaba profundamente que su matrimonio terminase como lo hizo.  Sabía que ambos se amaban y que si se sentaran a hablar y consiguieran alejarse de la influencia materna de él, conseguirían estabilizar sus vidas y al fin ser felices.
No sabía lo que le traía hasta Nueva York,.  Le ofreció algo para tomar, y sentados uno frente al otro, entablaron una conversación banal, para romper el hielo.

Y James le explicó que su presencia allí se debía como abogado e intercesor de un acreedor suyo, del que acababa de tener noticias.

- Es algo complejo de saber y entender.  Por eso deseo comenzar por el principio de la historia, porque no sé si Noa te puso,  en alguna ocasión,  en antecedentes de ello. Y todo comenzó cuando...

 Y James relató sin omitir detalle  las circunstancias familiares y el resultado de la entrevista  entre su madre y su tío.  Cecil le escuchó con atención.  En silencio,  se levantó de donde estaban sentados, y tomando una botella de whisky echó un poco en la copa de cada uno.  Necesitaba aclarar un poco su cabeza y asimilar todo lo que acababa de saber. De golpe comprendió, atando cabos,  que tanto él como su hija, habían sido víctimas de un cúmulo de circunstancias ajenas a ellos, aunque no disculpó a Alice a la que no tenía el gusto de conocer, pero creía que había influido bastante en las repercusiones que había tenido para ellos.  Hizo reconsiderar a James que de no cumplir con lo acordado habría serios problemas, pero ante la sinceridad de su yerno,  y después de muchas reticencias, al fin accedió a dar un plazo mayor hasta cancelar la deuda, o bien su financiera podría hacerse cargo del setenta por ciento de los activos de su tio y  cancelar la totalidad de la deuda a cambio

- Que conste que lo hago por tí, por vosotros, porque a tu tío a penas le conozco.  pero has sido sincero y creo que habéis pagado con creces unas repercusiones de las que no teníais nada que ver y que tu tío tampoco es el causante. Pero tengo mis dudas sobre vuestro futuro, y deseo ayudaros. En mi empresa precisamos un abogado de confianza ¿ aceptarías ese puesto ? Unos ingresos seguros y no esperar a que te entren clientes. Tendríais que vivir en Nueva York, pero poco a poco delegaría en tí, si es que aceptas.  Pienso casarme con Pamela y comenzar a desentenderme de los quebraderos de cabeza que dan las finanzas. Noa se ha estado preparando para hacerse cargo de una parte de la empresa, ya que no esperaba el desenlace que parece ser va a producirse.  Supongo que lo hablaréis entre los dos y decidiréis lo que deseáis hacer.

- Si deseas seguir con tu bufete, tampoco habrá problema, porque te recomendaría a mis amistades  .  En fin, tú considéralo con Noa.
- Te agradezco la ayuda, pero deseo seguir con mi bufete.  De momento no tengo apuros económicos y puedo seguir adelante. Además tengo contratado a una secretaria y un detective, que llevan conmigo algún tiempo, y no me parece ético dejarles plantados.  Gracias Cecil, pero ya me arreglaré. ¡Ojalá Noa acepte mi plan, !  porque ella es fundamental en mi vida.  No tiene ni idea de lo que la he echado de menos y lo que la necesito a mi lado..  Estos meses han sido horribles para mi.  Pensaba en mil cosas y me moría de la tristeza.  Esta noche hemos quedado para cenar. Llega la hora de las explicaciones y de por qué no, de las posibles soluciones.
- Esta noche lo decidiréis.  Eso es cosa vuestra en la que nadie debemos intervenir.  Lo que si te digo, es que me alegraría muchísimo que volvierais a vivir juntos, como cualquier matrimonio.  Te aprecio, James, porque se que amas a mi hija, y eso para mí es lo más importante  Durante este tiempo de separación,  no era la misma. estaba deprimida, solitaria.  No quería salir con sus amigas y  de vez en cuando observaba que se quedaba mirando a no se sabía dónde, pero se abstraía con demasiada frecuencia.  Y el causante de todo eso, supongo que serías tu, porque sí, James, ella también te ama profundamente.  Sólo deseo su felicidad y sé que a tu lado la tendrá.  Pero tenéis que poner orden en vuestras vidas; derribar algunas barreras, y deshaceros de algunas ligaduras que os atenacen. Y a partir de eso, la paz y felicidad, volverá de nuevo a vuestra vida. Y créeme que lo deseo más que nada.


Noa regreso a su casa antes de la hora prevista: tenía muchas cosas que hacer. Llamó a James para que pasara a buscarla a su domicilio en lugar de a la oficina.  Estaba excitada, nerviosa y al mismo tiempo temerosa de que todo lo que estaban tratando de arreglar, se quedara en eso : arreglo.  Revisó el vestido que iba a ponerse.  Quería estar más bonita que nunca, deseaba estarlo para su marido. Hacía mucho tiempo que no se habían visto, y las esperanzas volvían a renacer en su vida. Solos ellos dos.  Charlarían de todo aunque todo sabían. El sentirse de nuevo amada por él, le daba fuerzas para enfrentarse a todo lo que viniese, pero al mismo tiempo, quería fuese conquistada por James, como si fuera la primera vez que salieran juntos.  Y muy a su pesar, porque la impaciencia la consumía, se haría de rogar, es decir fingiría que no estaba interesada en volver con él, aunque pensaba que no podría seguir con esa farsa durante mucho rato, ya que los deseos de abrazarse a él eran tan grandes que no podía pensar en otra cosa.

Habían sido meses de ausencias,pero de madurez también.  Ahora no le sería tan fácil a Alice ganarla en esa batalla.  Conocía lo que suponía de dolor por la falta  de él, y no estaba dispuesta a perder terreno.  Sabía que ya no vivía con su madre, y que ésta a su vez tenía a alguien a su lado que influía bastante en ella y además era un partidario fiel de ellos dos. Si, todo había cambiado, pero ¿ sería suficiente?

No podía quedar quieta sentada, y paseaba sin cesar por la sala en donde aguardaba la llegada de James. Mil veces revisaba su peinado, su vestido. Eligió su perfume preferido el que a él más le gustaba; consultaba el reloj miles de veces, hasta que al fin el timbre de la puerta retumbó en la casa.

- Ahí está.  Ya ha llegado - se dijo impaciente.

Y ella misma abrió la puerta, y ambos se encontraron frente a frente.  Sin pestañear siquiera, James la miraba de arriba abajo, como para convencerse que la tenía ahí, y que con sólo extender el brazo. podría tocarla, abrazarla y escuchar su voz.  La cabeza le daba vueltas y la emoción le impedía pronunciar palabra.  pero a Noa, la ocurría lo mismo. Estaban ante una nueva etapa de sus vidas;  empezarían de cero, como si lo anterior vivido fuera  el final de algo y el libro se abriera por otro capítulo diferente. Habían madurado, se conocían mejor, a pesar de haber estado separados. No habían tenido tiempo de disfrutar de su matrimonio, pero a ellos, todo ese tiempo transcurrido era como un mal sueño vivido, y al despertar todo sería diferente y más bonito.

- ¡ Hola ! - la dijo sonriendo - Estás preciosa

Y avanzó hacia ella,, acariciando su mejilla y depositando un suave beso en ella.  Noa al sentir su contacto sintió algo parecido a una corriente eléctrica.  Aún la producía esa sensación su contacto.  Todos los planes que se había trazado para hacerse de rogar, se habían desvanecido ante esa inocente contacto.  No podría soportarlo y toda su estrategia se evaporaría como por arte de magia.  Sería irresistible.  Había deseado tanto una caricia suya, que ahora que la tenía, le temblaban las piernas y se sentía incapaz de reprimir el abrazo que escapaba de sus manos, pero no  por mucho tiempo,  ahora, en ese instante, sacó fuerzas y respondió a su saludo casi con frialdad, fingida, pero firme.

- Gracias.  Sigues siendo tan caballeroso como siempre

Esas palabras dichas con tanta ceremonia, fueron como un  jarro de agua fría para él. ¿ Cómo era posible que estuviera tan indiferente? ¿ Se había hecho vanas ilusiones? No podía creérselo.  De repente se había quedado mudo, sin saber qué decir.

-¿ Qué te ocurre, es que no deseas que cenemos juntos? No quiero nada a la fuerza,Si es eso lo que quieres, dejémoslo, pues, para otro día. Lo siento si te he forzado a algo que no deseas. Tienes razón. ha pasado tiempo y es posible que ya no sea lo mismo

A ella comenzaron a temblarle las manos. Se había equivocado al gastarle esa broma, que James no había entendido.  Estaba dispuesto a cancelar esa reunión tan esperada por ambos, y decidió avanzar hacia él.  No podía dejarle marchar, ya no

-James, no he dejado de quererte nunca. Sólo ha sido una broma que quería gastarte por ver tu reacción. Perdóname.Lo he pasado muy mal, aunque no lo creas;  mi mundo se había hundido y mi cabeza no dejaba de pensar que ya no me querías.  Que no había significado nada para tí.  No sabía que habías llamado en repetidas ocasiones. Siempre seré tu mujer, siempre seré tuya, aunque no estemos juntos, aunque no me ames, yo si te amaré mientras viva.


James la miraba muy serio y emocionado.  Su mujer se estaba declarando a él. Avanzó hacia ella, y la rodeó con sus brazos, besando su cabeza y sus mejillas por las que corrian lágrimas amargas de dolor de pérdida.

- No mi vida, no llores. No lo soporto, no por mi culpa.En un principio pensé que habías aceptado la cena para zanjar lo nuestro. Te noté tan fria y distante, no sólo ahora, que sé ha sido una broma, sino al vernos en la oficina.  Nuevamente me partiste el corazón, porque te he querido siempre y siempre será así. Nunca, ni siquiera, intente olvidarte porque fue tan especial lo que teníamos que ese recuerdo me daba aliento para seguir y no perder la esperanza de que algún día volviéramos a estar nuevamente unidos.
. James, yo...
- Ya, cariño.  Basta de amarguras. Vayamos a cenar y disfrutemos de estar juntos.  Tengo proyectos de futuro que sólo contigo quiero realizar. He de explicártelos y si los apruebas me habrás dado la vida.

Y nuevamente sintieron su calor al abrazarse y mientras James acariciaba su cara y la besaba una y otra vez, ella cerraba sus ojos saboreando sus caricias,  y sabía que ésta vez sí sabrían cómo encauzar su vida. Y reían, reían como dos chiquillos.  El la tomó por la cintura y se dispusieron  disfrutar  que de nuevo estaban juntos. Que planearían de nuevo su futuro, los dos.  Y las lágrimas de Noa las enjugaba James con sus manos mientras ella reía,  pero ahora de alegría. Su amor permanecía inalterable.  Era firme y perduraría así siempre, desmintiendo a aquellos que les auguraba un romance veloz.

Nunca logré olvidarte - Capítulo 36 - Frente a ella

 James se quedó estupefacto, cuando su madre le narró la visita de Rupert y las confesiones y concesiones que hicieron.  Miraba atónito el rostro de Willy ¿ Cómo lo había permitido ? Además decirle que no tendría minuta que pagar, darle dinero , dormir en su casa, y al final quedar como si nada hubiera pasado. Su madre se había vuelto loca.  había sido generosa, algo que no le importaría si ella hubiera recibido el mismo trato en su día, cuando lo necesitaban, pero eso no ocurrió y ahora le había abierto su casa de para en par.
Se levantó de la butaca en la que estaba sentado y se llevó las manos a la cabeza bajo los gestos de resignación de Willy.  Sentía que su sangre hervía ¿ cómo era posible? y entonces parado frente a Alice, con el rostro encendido de ira , la dijo agriamente

-¿ Cómo has podido? No te reprocho el que hayas sido benévola con él, ese es tu problema, pero sí que le ofrecieras mis servicios, así por las buenas, sin siquiera consultármelo.  Ya no soy un niño pequeño al que hay que conducir por la vida.Sé muy bien lo que tengo que hacer.  Te recuerdo que me has impuesto durante toda la vida  mis estudios, mis amistades y ahora mi trabajo.  No fuiste tan magnánima con mi mujer, a la que hiciste la vida imposible, destruyendo lo que más he querido.  Y ahora me tratas como un muñeco dispuesto a hacer tu santa voluntad. Muy,  bien madre, pues no estoy dispuesto a ello.  No soy tan generoso como tu.  ¿ Crees, acaso, que puedo presentarme ante mi suegro y pedirle árnica por mi familia? ¿ En serio lo crees? No entiendes nada.Yo quiero a Noa y tu te has encargado de amargarnos la vida , y ahora me vienes con que le haga el favor a alguien a quién no debo ni una caricia ni una palabra cariñosa.  Quizá has olvidado del sufrimiento y las penurias de mi padre a causa de ellos. Tú quizá si, pero no yo. Desde ahora te digo que no moveré no un dedo por ellos.
- Por favor Jimmy. Se trata de mi familia, a la que a pesar de todo quiero.  Pensé que no rechazarías  esta súplica que te hago por mi, no por ellos, sino por mí, por sentirme bien y no tan mala persona como lo fueron ellos.
- No mamá, no vas a conquistare con tus zalamerías. Déjalo estar; además he consultado con un colega y se da conflicto de intereses, así que se tendrá que buscar otro abogado y arriesgarse a que se entere toda California de que no son ni tan solventes ni tan poderosos como ellos creen.
- Te ruego me perdones, hijo, no lo pensé. Creí que...

- Que sería dócil y haría lo que quisieras, como siempre.  pero esta vez te has pasado de la raya.  Lo siento mamá esta vez no.  Ya he perdido demasiado y no  quiero perder más. Y ahora creo que debo regresar a mi casa
- No, muchacho. Esta es tu casa y nosotros tu familia. Ni mucho menos vas a ponerte en viaje de noche  y por esas carreteras de Dios - le dijo Willy.

Alice estaba apenada. " Poco dura la alegría en la casa del pobre,".   Es un dicho que recordaba quizá de habérselo escuchado a su madre,  de un antepasado español.  Se abrazó a su cuello llorando y pidiéndole perdón por su inconsciencia por no haber hablado antes con él. James la calmó y la besó en la frente.  Adoraba a su madre y a pesar de que reconocía sus defectos, no soportaba verla llorar.  Lo había hecho con intensidad al morir su padre y no quería que jamás volviera a sufrir de esa manera.
Cuando se hubo calmado, se despidió de ellos y se retiró a su habitación, a esa habitación en que el recuerdo de los días pasados con Noa se hacía más patente y en ese día especialmente. No sabía cómo salir del charco en que le había metido su madre. Todo lo que podría hacer sería viajar a Nueva York y hablar con su suegro para que le diera plazos más largos hasta saldar su deuda.  Todo ello bajo la promesa de su tío de que cumpliría a rajatabla con lo prometido.  No sabía muy bien cómo actuar y dio vueltas en la cama pensando en cómo hacerlo, y poco a poco abrazado a la almohada que ocupara en su día Noa, se quedó dormido.

Se levantó temprano. había dormido poco y mal.  Harto de dar vueltas en la cama, concilió el sueño demasiado tarde. Al entrar en el comedor, vio que Willy estaba desayunando, pero no su madre. Le preocupaba que su discusión de la noche anterior le hubiera causado algún problema.

- Buenos días Willy ¿ mi madre aún no se ha despertado?
- Así es, hijo - Era la primera vez que le llamaba hijo, y a sus oídos poco acostumbrado a ese nombre pronunciado por él, le agradó escucharlo.  No sólo porque de verdad quería a Willy, sino porque no estaba acostumbrado a escucharlo de boca de otro hombre.
- Quería hablar contigo. Espera y escucha mis razones. Tienes razón.  Tu madre no debió precipitarse, sino hablar contigo y después actuar.  En todo lo que la reprochaste te sobra la razón, pero...  La vi tan contenta y contigo tan desalentada, que te pido lo dejes estar.  Sé que tu papel es muy comprometido y de veras lo siento. Pero no hay marcha atrás.  ¿Por qué no vas a Nueva York, y explicas a tu suegro la verdad de lo sucedido.?  Por lo que has contado es un hombre considerado y quién sabe si se hiciera un milagro
- No me queda más remedio que hacerlo Willy.  mamá no me ha dejado otra salida. Pero ¿ y yo? ¿ Y si me encuentro con ella?  Y aunque así no fuera ¿ Cómo voy a hablar con su padre? ¿ Con qué fuerza moral voy a pedirle ese favor a sabiendas de lo mal que trató a su hija?

- Tienes razón.  Es una gran papeleta, pero no se me ocurre otra.

James se sirvió una taza de café y se quedó pensativo. Temía ir a Nueva York, pero al mismo tiempo su corazón aleteaba de emoción, pensando en que quizá tuviera oportunidad de verla, aunque sólo fueran unos instantes.  Desde que había sabido de este tema, su corazón había despertado.  Estaba seguro que si pudiera hablar con ella, llegarían a un acuerdo. Pero ¿ y si así no fuera?  Había pasado el tiempo, y probablemente ella pensase de forma distinta.  Si eso ocurriera,  tendría que resignarse e ir pensando en una separación oficial.  Ninguno de los dos podía vivir con esa incertidumbre por tiempo indefinido.

- Necesito ir a dar una vuelta - dijo a Willy que asintió con la cabeza.

  Ensilló un caballo y a trote ligero salió del rancho.  Necesitaba estar a solas y pensar mucho en el paso más inmediato que tenía que dar.  Sería difícil verse en la oficina de Cecil, pero podría darse la ocasión. Si así no fuera, se presentaría en su casa y hablarían; tenían que hablar de todas,  todas.  Quién sabe si lo ocurrido no fuera una mano invisible que facilitara el encuentro.  las cosas ocurren por alguna razón.
Ese pensamiento le ponía nervioso y al mismo tiempo era como un bálsamo para él.  Decididamente organizaría el viaje  lo antes posible.  No tenía otro caso que atender y si surgiera, entre Melissa y Freddy, darían largas hasta que él llegara.  Si, decididamente,  el lunes viajaría sin demora, y saldría de una vez por todas de esta terrible angustia que sentía.

Y de nuevo volvió a pisar las calles de la gran ciudad dirigiéndose a las oficinas que en un alto edificio tenía Cecil Shephard. Ocupaban una extensa planta en el piso décimo . A la salida del ascensor una gran puerta de cristal con el nombre impreso en sus hojas en grandes letras doradas, indicaban que allí estaba situada la financiera de su suegro. Antes de subir  a las oficinas, había consultado en el amplio vestíbulo del edificio, en un gran panel, la planta a  la que  debía dirigirse, que sería el despacho de Cecil, directamente. El ascensor le condujo hasta el piso indicado y allí en un mostrador, una secretaria le dio un distintivo como visitante.  Tendría que aguardar unos minutos hasta que  el  señor Shephard terminara de despachar con otro visitante. Le ofrecieron algo para beber, que él rechazó.  Estaba allí como abogado y no como familia, por eso facilitó el nombre de su pequeña empresa, en lugar de su nombre personal.

La visita de Cecil se demoraba más de lo pensado.  Estaba impaciente y nervioso por la encomienda que le llevaba hasta allí.  Se levantó de la sala en la que le habían indicado permanecer y comenzó a pasear por el pasillo.  Una de las puertas de algún despacho, se abrió, dando paso a una joven que portaba un montón de carpetas y cartas que debía repartir.  Algo se le cayó y se agachó para recogerlo del suelo. Hizo ésto último, y a medida que caminaba para llegar a su destino, giró la cabeza para comprobar que no dejaba nada atrás. James, al verla se quedó quieto mirándola:  era ella y la tenía a dos pasos.  Noa siguió avanzando sin darse cuenta de que unos ojos la miraban fijamente. Cuando llegó a la altura de James, éste extendió sus brazos y sin darse cuenta rodeó con ellos su espalda, porque de no hacerlo, ambos chocarían entre si.  Noa abrió los ojos desmesuradamente al sentir los brazos sobre ella y ver delante  los ojos penetrantes de su marido.
Ninguno de los dos hablaba, no podían por la sorpresa tan inesperada que les había reunido al cabo de tantos meses.  pero fue James quien medio en broma y sin dejar de mirarla, la dijo

- ¿ Es esta la forma adecuada de abrazar a mi mujer?
-¿ Qué haces aquí ? - respondió ella, pero no se separó de él
- Tengo asuntos pendientes. Estoy bien, gracias.  Yo también me alegro de verte - respondió irónico James
-  He de irme.  tengo trabajo- dijo ella tratando de salir de allí cuanto antes.  La inesperada visita la había dejado sin habla
- Espera.  No te vayas aún. Hemos de hablar.  Te echo de menos
-  Un poco tarde ¿ no crees?
- Te llamé repetidas veces y siempre me respondían que no querías verme ¿ Qué querías que hiciera?
- ¿ Quién te dijo eso?
- Tu propio padre.  Pregúntale si no me crees

- Está bien, lo que digas
- No te he olvidado ni un solo instante, Noa. Te sigo queriendo y lo estoy pasando fatal.  Te echo de menos
- ¿A qué vienes , a pedir perdón por lo mal que te has portado?
- Te lo repito una vez más, nunca logré olvidarte y te llamé repetidas veces. Tengo muchas cosas que contarte  ¿cenamos esta noche?
- No James.  No quiero volver a tener nada que ver con tu vida
- ¿ Ya no me quieres? Porque no era esa la impresión que tuve la última vez que estuvimos juntos. Cena conmigo, por favor. Hablemos; aclaremos todo de una vez.Tengo muchas cosas que decirte. Al fin he montado mi bufete.  Ya no vivo en el rancho sino en San Francisco. Willy y mi madre se han casado; al fin me ví libre de todo eso. Te quiero Noa, más de lo que imaginas, y mi vida no es vida sin tí.

Noa, se le quedó mirando ¿ Sería cierto  que seguía queriéndola, que su padre fue quién le dijo que no quería saber nada de él ?  Se moría por volver a verle.  Por sentír de nuevo la  piel en su piel.  Sus labios en los de ella.  Su mirada en sus ojos.  Se dio cuenta de que se moría por ser abrazada de nuevo por los brazos protectores de James y por momentos la emoción estallaría en su interior

- Esta bien, cenemos esta noche. Recógeme a las cinco, hablaremos y después ya veremos.  Ahora he de repartir estos documentos y tú hablar con mi padre sobre lo que te ha traído hasta aquí.

James no se lo podía creer.  Había aceptado cenar con él. Y una esperanza brotaba lentamente dentro de él. Hablarían, hablarían largo y tendido y probablemente en esa misma noche, quedase todo solucionado entre ambos.

- Gracias - la dijo sonriendo suavemente y deposító un suave beso en su mejilla, al tiempo que una secretaria le indicaba que podía pasar para hablar con el señor Shephard.



martes, 19 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 35 - El desacuerdo

Rupert y Alice se abrazaron junto al coche que le llevaría de regreso a su casa.  Se habían acostado tarde rememorando las anécdotas de cuando eran pequeños .  Sus padres y toda su vida de jóvenes salpicaron su conversación a ratos triste, y otras alegre, pero emocionante.  Willy les observaba con satisfacción, pero también preocupado.  Conocía a Alice, sabía de su buen corazón y generosidad.  Había entregado a Rupert un cheque con una suculenta cantidad de dinero de su cuenta particular.  Por eso no comprendía la tozudez con Noa, que había llevado a su propio hijo a la separación de ese matrimonio, a pesar de que se amaban tremendamente.

Se preguntaba por la reacción que tendría James al conocer  el acuerdo que habían tenido y que le obligaría a cumplir la promesa que hizo a su hermano sin contar con la aprobación del hijo.  De poder realizarlo, algo que dudaba, le haría enfrentarse a su propia mujer y a su suegro, empeorando, sin duda, aún más la situación.  Willy no entendía mucho de leyes, sólo lo que la experiencia de la vida le había enseñado, pero creyó entender que no podría defenderle ya que se trataba de un pariente lejano y de su suegro.  ¿Por qué no habían solicitado el divorcio?  Era algo que no entendía ya que habían transcurrido varios  meses y la situación no había cambiado.  Posiblemente esperaban un milagro que no terminaba de producirse.

Al fin, se habían acostado.  Se sentían cansados porque el día había estado repleto de ilusiones, pero antes de dormir, Willy quiso hablar con su mujer

- ¿ Crees que has obrado en consecuencia?
- Creo que sí,  Willy.  Se trata de mi hermano, de mi familia.  Ellos fueron crueles con nosotros, y yo no quiero parecerme a ellos. Si puedo ayudarle, lo haré.  No te preocupes, tu dinero está a buen recaudo; sólo  he extendido el cheque de mi cuenta
- ¿ Crees acaso que es eso lo que me preocupa? ¡ Al diablo el dinero ! Puedes tomar el mio si así es necesario.  Lo que no entiendo es que hayas sido tan benévola después de lo que te hicieron, y tan estricta con Noa, que lo único que ha hecho es  querer a tu hijo. Tuviste una actuación férrea con ella   a sabiendas que hacías daño a tu hijo. A James ni siquiera has pedido opinión, y te dijo muy claramente que deseaba dejar el tema.  Te has comprometido con tu hermano que le ayudaría ¿ con quién contaste?

- Él me complacerá, ya lo verás
- Cierto, como siempre.  Pero precisamente por eso, debiste consultarle primero. Además no creo que pueda hacerlo, porque sería luchar  con dos ramas de un mismo árbol, y pienso que eso no está previsto en las leyes
- Vamos a dormir y no te preocupes.  El encontrará la manera.  Este fin de semana vendrá a pasarlo con nosotros, a explicarnos el contencioso, y entonces le hablaré de lo ocurrido.  Seguro que se alegra de nuestra reconciliación
- No estoy muy seguro de ello.  No has contado con que a su padre le hicieron mucho daño, y la figura de su padre muerto prematuramente, es importante para él. Piensa que durante todos estos años no ha tenido contacto con esa parte de la familia, ni siquiera les tiene afecto y sí rencor porque recuerda perfectamente que nadie le hizo ninguna caricia ni se interesó por él cuando le llevaste al sepelio de tu padre.  Y  al contrario,  sabe del sufrimiento que tuvisteis por ellos. No creas que va a ser tan fácil de convencer. Porque se hará la misma pregunta que acabo de hacerte yo ¿ por qué con Noa no ?
- Will, creo que ya es suficiente. Vamos a dormir y hasta que eso se dé, si es que ocurre, déjame que esté contenta.  Al fin y al cabo es sangre de mi sangre
- Si, querida, lo sé y me alegro de ello; sólo te pido que no pierdas la perspectiva.  también Noa es el amor de su vida, y fuiste tú quién lo truncaste.  Sólo eso.

Y las últimas palabras hicieron que Alice se desvelara durante un buen rato.  Willy era un hombre razonable y sabio.  No le faltaba razón en lo dicho, pero  entornando los ojos dejó vagar su imaginación por los momentos vividos  con la familia, cuando fueron niños.    Revivía los buenos, hasta que llegó James a su  vida y todo dio un giro radical. Los que antes la mimaban, entonces  la repudiaron y no sólo a ella, también al hijo que tuvieron tiempo después.  Y eso eran palabras mayores; a ella podían hacerlo todo cuanto quisieran pero no  a su hijo y a su marido tampoco.  No lo merecía ninguno.  Su único delito había sido enamorarse de alguien  distinto al status al que vivían.  Había sido un buen padre y esposo, y sufrió mucho, en silencio,  para que ella no se apenase más de lo que estaba.  Y tenía razón Willy, no estaba muy segura de que James fuera tan generoso como lo había sido ella.

Y pensando y recordando se iba quedando dormida abrazada al cuerpo de Willy, y él sonrió al sentir el contacto de ella .  Había acertado al unirse a él; era generoso, bueno y pacificador de contiendas.  Besó su hombro suavemente y se durmió.  Willy sonrió satisfecho.  Nunca hubiera imaginado que el gran amor de su vida, estuviera durmiendo junto a él y ser su esposa.  Sería capaz de perdonarla cualquier error que cometiera.  Por ella  haría todo cuanto fuera necesario, por ella y por James, que aunque no llevaba su sangre  siempre le había considerado un poco hijo suyo.  No sólo porque le conoció desde su mas tierna infancia y porque ambos se sentían solos.  Willy porque vivía junto a la mujer que amaba y que para él era fruto prohibido.  Y el chico, porque al faltar el padre y su madre estar inmersa en el trabajo, no tenía a nadie más cercano que a él para compartir sus primeros sueños de adolescencia y después de juventud.
Indiscutiblemente era noche de rememorar viejos tiempos, que se habían hecho presentes con toda su inmensidad a pesar del tiempo transcurrido.

Y llegó el fin de semana, y con él, James, que desde su separación  sonreía poco cada vez que llegaba.  Era como si echase la culpa de su separación a aquella casa y a su ocupante principal.  Lo tenía claro, y comprendía el por qué Noa había tomado la decisión de no saber nada de ellos.

Tras el saludo de rigor se reunieron los tres frente a una taza de café y poco a poco, James fue desgranando el encuentro con su tío y su propuesta, algo que había desquiciado sus sentimientos y las dudas que sintió en un principio, se fueron agrandando a medida que los días pasaban y no terminaba de encontrar una solución para quitarse de encima el problemón que le había llegado de rebote.  Esperaba que entre Alice y Willy  encontrarn una solución para no tener que,  ni comprometerse con Rupert, ni tener que viajar a Nueva York y tener la posibilidad de encontrarse con Noa. ¿ En verdad no quería encontrarse con ella ?  Tenía miedo de ser débil al verla al cabo de tanto tiempo; pero tampoco podía emprender un recurso contra su suegro.  Si al menos hubieran estado divorciados, todo hubiera sido más sencillo, pero no en la situación que ambos tenían. Y como siempre se sintió pelota de pim pom al estar entre dos aguas.

Nunca logré olvidarte - Capítulo 34- Otra vez los recuerdos

A Freddy le extraño la cara de preocupación que tenía su jefe.  No lo entendía ¡ era su primera actuación, y debería estar dando saltos de alegría !  Y al contrario,  se le notaba preocupado y cabizbajo.  El entrecejo fruncido, y los labios apretados, denotaban su estado de ánimo.  Se atrevió a preguntarle,    a pesar de que aún no tenían mucha confianza, tres meses eran pocos para intimar, pero aún así lo hizo.  Le resultaba simpático y por su experiencia  creyó que le aportaría alguna luz si es que tuviera alguna sombra en la visita.  Y James, que estaba indeciso, agradeció el interés de Freddy y sin ninguna dificultad narró la historia de su familia, de la que el cliente era un integrante.  También le contó que estaba casado y de su fracaso, y que para colmo debía enfrentarse a su suegro en ese tema tan espinoso.

Freddy se rascó la nuca y con un gesto de preocupación respondió:

- Si que lo tienes complicado.

Cuando llegó a su casa, llamó a su madre para contarle lo ocurrido en esa tarde. Era tan sorprendente que ni él mismo se lo creía.  Al cabo de tantos años, aparece su familia con esa embajada porque no sólo era su parentesco, porque si aceptaba el caso tendría que enfrentarse al padre de Noa y quién sabe si a ella misma.  Estaba decidido a llamar a Rupert y renunciar a ello.  Era todo demasiado complicado y no se sentía con ánimos de peleas.  Alice no se podía creer lo que escuchaba, y a veces se quedaba callada mientras oía a su hijo.  No sabía qué decir; por un lado se trataba de su familia en apuros, pero por otro recordó lo que sufrieron  cuando fueron despreciados por ellos.  Por esa misma persona que, ignorante de que hablaba con su sobrino, les prohibió, en otros tiempos,  pisar la casa en donde había nacido.  En un impulso de rabia tenía la tentación de convencer a James para que lo dejara, pero por otro la sangre que llevaba era la misma que la de Rupert y en definitiva se trataba de su hermano
Pero además tenía otra preocupación:  Noa. Habían pasado los meses y no se habían vuelto a ver, ni siquiera hablar.  Ella se justificaba  pensando  que no tendría tanto interés cuando ni siquiera le dio una explicación de su ruptura.  Pero en su fuero interno sabía que ella había sido la causante de todo. ¿ Cómo tomaría James esa nueva situación? porque estaba segura que se moría por verla, y la ocasión era de perlas para poderlo hacer.
Al acostarse, contó a Willy lo sucedido y él no supo que decir. Esperaría al fin de semana en que James iría a visitarles y a explicarles todo de primera mano.  Hasta entonces, sería mejor no hacer conjeturas.

Rupert llamaba a James por si había podido hablar con Cecil Shephard. Se notaba que estaba impaciente, y su sobrino estaba entre la espada y la pared: sencillamente no había hecho ninguna gestión.  Pero el caso es que no se atrevía a dejarlo y por eso se buscó la excusa de que estaba de viaje y volvería en una semana. Aunque contrariado por la  falta de información, Rupert entendió que no todas las cosas son fáciles cuando se llega al límite y entonces, una mañana en que el plazo tocaba a su fin y no se  llegaba a nada,  dijo a su familia que tenía que viajar y que probablemente no vendría hasta el día siguiente.  Y así lo hizo.

Había indagado sobre la vida  su hermana y la dirección del rancho, y tragando su orgullo, se encaminó hacia  las señas  obtenidas..  Conocía de la excelente  situación de ella, y probablemente  le ayudara de alguna manera.  Lo que ni siquiera podría imaginar, es que era su sobrino quién llevaría la gestión de todo.  Y llegó frente al rancho, y admiró la belleza de la portada entre flores y preciosos parterres de rosas.  Siempre había gustado a Alice el atender el jardín de la mansión familiar, entre otras cosas porque no tenía nada que hacer.  Se apeó del coche y llamó a la puerta.  Fue la misma Alice quién abrió, quedando paralizados ambos hermanos.  Ella,  una mujer madura, pero seguía siendo bonita y se mostraba espléndida en su madures.  Él, mayor que ella, se le vea envejecido, quizá demasiado para su edad.  Alice conocía el asunto que le llevaba hasta su casa, pero no dijo nada.  Los dos hermanos se miraban fijamente;  en los ojos de ella lágrimas a punto de saltar, en los de él, un ríctus de amargura y quizás arrepentimiento.  Ambos  se adelantaron y se fundieron en un abrazo. ¡ Cuantos años habían pasado y cuántas cosas ! Y por la cabeza de Alice pasó como en una película el rostro del que fuera su marido, de James.  Lo que sufrió por la culpa  en la rigidez de ese hombre que ahora la abrazaba llorando y pidiéndola perdón.

Fueron momentos de intensa emoción, pero también de dolor.  Al calmarse, Alice le hizo pasar a su casa y le llevó hasta el salón, y allí charlarían de los recuerdos que ambos tenían de cuando eran unos niños, felices y sin presentir lo que serían sus vidas.  Rupert  narró todo lo acontecido desde hacía años con sus negocios y pidiéndola perdón  arrepentido, también  ayuda para paliar, al menos, el primer  plazo de lo que en breve debía pagar a la financiera.


Alice salió con un pretexto ya que la emoción del encuentro necesitaba sacarla fuera.  Mientras su hermana estaba ausente, , Rupert se levantó admirando la sobría habitación en la que habían charlado.  Los muebles regios, espaciosa estancia.  Sobre una mesa, un retrato de alguien que no conocía y el rostro de James senior, aquel capataz que enamoró a su hermana.  De pronto se fijó en un rostro joven, risueño y familiar. ¡ No podía ser ! Era el abogado que llevaba su caso.  Imaginó que no era un extraño, ya que el parecido con Alice era enorme.   Se trataba de su sobrino sin lugar a dudas. ¿ Por qué ese encuentro?  Había elegido ese despacho pensando en que al ser desconocido no trascendería su ruina, y resultaba que era su...  En ese instante Alice entró en la sala más serena portando un carrito camarera y sendas bebidas de té frío por si le apeteciera algo fresco.
Al verle con el retrato entre sus manos, se dio cuenta de inmediato que lo había descubierto. y dijo resuelta

-Es mi hijo James, tu sobrino, tu abogado.  La vida tiene mil vericuetos con que nos sorprende día a dia. Es un caso muy difícil y si, él conoce tu identidad. No ha querido hacértelo saber porque está dolido con todos vosotros y porque además tiene un conflicto... Creo que ellos, los abogados, lo llaman conflicto de intereses.  No obstante sé que te ayudará. Pero no has venido hasta aquí para descubrir la verdad, sino ¿ para qué, hermano ?
- Verás Alice, es una situación muy complicada por la que estoy pasando y tu serías mi último recurso. Independientemente, créeme estoy muy arrepentido de mi proceder.  Era joven y me creía el dueño del universo, sin imaginar que sería tan frágil y que la única ayuda que recibiría sería la que me diera mi familia. Las personas con mi misma sangre y que yo repudié. Lamento profundamente que James, tu marido, no viviera lo suficiente como para  ver este momento.  Era un buen hombre, pero el orgullo que teníamos hizo que no supiéramos apreciarlo.  Ya es demasiado tarde y créeme que lo lamento.

- Rupert, no des tantos rodeos.  necesitas dinero ¿ verdad ?
Él agachó la cabeza escondiendo la cara entre las manos. Sentía vergüenza, no sólo del llanto, sino de verse ante su hermana, a la que habían despreciado por amar a un obrero  y ser ella la que ahora podría brindarle una pequeña solución a su inmediato problema

- Dime ¿ cuánto necesitas? - le dijo -.  No soy millonaria, pero dispongo del suficiente dinero como para frenar lo más inmediato.  Ni qué decir tiene que mi hijo te ayudará, de eso estoy segura, aunque no tienes idea del conflicto que le has creado sin saberlo. Habré de contar, también, con mi segundo marido.  Porque sí,  me he vuelto a casar y soy tremendamente feliz, aunque tengo también mis penas escondidas, pero eso no viene al caso.  Por la minuta de James, mi hijo, no te preocupes, será gratuita, y de aquí no saldrá nada que pueda comprometerte.  Elegiste a James porque al ser desconocido, creíste que no se sabría nada de tus problemas, y así será: nadie de esta casa divulgará tus apuros.
- Es una cantidad importante Alice. Estoy muerto de vergüenza por la generosidad que me mostráis. Pero tengo una duda ¿ estará tu hijo conforme con todo lo que has expuesto?
- Está bien, ya has pedido perdón .  Ahora vamos a lo práctico.  Mi hijo hará lo que yo ordene.  Es así de simple. Ven te presentaré a Willy, mi actual marido. Estaba aún casada con James, cuando entró como capataz y así ha seguido hasta hace muy poco en que decidimos unir nuestras vidas.  Es un hombre bueno y justo.  Espero te agrade,

Y lentamente, cogidos del brazo, y en el fondo contentos por haber resuelto sus cuitas, Alice se encaminó a la oficina en la que Willy ultimaba detalles de algún documento.  Eran dos hombres totalmente opuestos. Uno trajeado impecablemente y otro con vaqueros, Pero Rupert se dió cuenta que no se necesitaba vestir trajes carísimos para la inteligencia y la bondad de la gente.  Su hermana le había prometido ayuda  y explicó a su marido el motivo de esa visita de su hermano. Quizá sintiera rubor porque supiera que no era tan rico como siempre había presumido, pero  Willy, al saber el motivo de la  visita,  le dijo

- Naturalmente, lo que necesites.  La familia está para eso.

Y esa frase no sólo la agradeció, sino que se dio cuenta de lo que había perdido con Alice, los años de separación por  el orgullo de creerse superior a ella y al que fuera su marido, cuando en realidad la grandeza la tenían esas personas sencillas.  El nudo en la garganta no le desapareció durante todo el día. Y recordó su niñez  y su despedida con un pequeño niño de la mano en el funeral de su padre.  De ese niño que ahora trataría de solucionar el gran problema que tenía

- Se ha hecho de noche. Avisa en casa que te quedas aquí,  en el rancho - le dijo Alice a su hermano bajo el asentimiento de Willy, que se sentía contento y satisfecho porque su mujer recuperara a su familia.  Ahora sólo quedaba que James arreglara su contencioso con Noa para que todo marchase bien.