miércoles, 31 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 21 - La bienvenida de Phoebe

 Tuvieron un despertar de lo más placentero, marca Grey.  Christian estaba desatado, aún no se creía que todo hubiera pasado, que de nuevo estuvieran como siempre lo habían estado.  Que su despertar fuera con el cuerpo de Ana pegado al suyo, como siempre, y que sus manos lo recorrieran sin restricciones, todo él, como en los viejos tiempos. Y volvieron a hacer el amor con desenfrenada pasión, tratando de recuperar el tiempo que habían estado separados.

- ¿ Qué van a pensar tus padres ? . dijo Ana mirando el reloj de la mesita de noche y comprobando lo tarde que era
- No pensarán nada, Ana. Y en todo caso, ellos no se han caído de un guindo. Imaginarán lo que hacemos, lo más normal del mundo
- Me va a ser muy violento  verles
- ¿ Por qué ? Ellos , también tienen sus explosiones amorosas. Además eres mi mujer, estoy loco por ti y deseo hacerte el amor una y otra vez.  Sería preocupante si así no fuera
- De todas formas, hemos de levantarnos.  Es casi mediodía- dijo Ana


Cuando bajaron les recibió la sonrisa de Carrick y los brazos amorosos de Grace, . Tomaron una taza de café; no quisieron quedarse a comer. Estaba deseosa de ver a sus hijos. Al abrazar a Grace, Ana la dijo bajito "gracias", y ella le respondió " siempre estaré aquí, cada vez que me necesites".  Christian abrazó a sus padres y contentos y felices tomaron la carretera que les conduciría nuevamente a la ciudad.

Al llegar a su casa, no estaban ninguno de los chicos, ya que debían acudir al Instituto.  Fue por la tarde cuando llegaron, como de costumbre, sin esperar que su madre hubiese regresado. A Teddy, le causó alegría inmensa verla de nuevo en casa. A Phoebe indiferencia y reproche

Ana se dió perfecta cuenta del rechazo de su hija, y al cabo de un rato de charla con Teddy, decidió hablar con ella, y para eso subió a su habitación en la que se había recluido la muchacha.

- ¿ Puedo pasar? - dijo llamando a la puerta.  Al no obtener respuesta optó por entrar
- Phoebe ¿ qué ocurre ? - dijo a su hija
-¿ Aún me lo preguntas?
-Si, eso es lo que hago porque no entiendo el enojo que te he podido causar
- Te fuiste donde sabe Dios, y nos dejaste a los tres sin saber lo que ocurría: una discusión, dijiste. No te importó el dolor que causaste a papa ni la soledad nuestra. Mi soledad, porque habíamos tenido una conversación en la que te había expuesto los problemas que tenía, pero a ti nada te importó.  Sólo tu egoísmo
- No sabes lo que dices, hija.¡ Claro que me importan vuestros problemas! son también los míos. Pero tenía que hacerlo si quería que todo marchase bien. Phoebe ¿ cómo has podido pensar eso? Vosotros y papa sois mi familia, a la que adoro y por la que daría mi vida. ¿ Cómo no lo puedes entender.   Era necesario, créeme.  Todos los matrimonios, las parejas, tienen sus altos y bajos que han de solucionar.  Te ocurrirá también a tí cuando la tengas.  No es cosa de los mayores, es algo del género humano. No siempre papa y yo estamos de acuerdo en todo, y en esta ocasión tampoco, pero eso no significa que a vosotros deje de quereros, ni mucho menos. Sois todo cuanto tengo


 - Oh mamá, es que no tenía a nadie con quién hablar de mis cosas.  Teddy se rie de mi. Y es que Bryan me toma por una niña y yo le amo, mamá y no se cómo demostrarle que no lo soy
- Si lo eres Phoebe, si lo eres. Él es unos años mayor que tu, y ve las cosas de distinta manera. Tienes que tener paciencia. ¿ Has pensado que quizá te vea como una hermana y no como una novia?
- No mamá. Me ha besado y no ha sido un beso en la frente
- Cuidado Phoebe. Eres muy joven; ten cabeza y reflexiona. Cuando me enamore de papa, era un sueño imposible.  Estábamos a una distancia abismal.  Ni siquiera se me pasó por la imaginación que él pudiera sentir lo mismo que yo, pero fue así y en unos meses nos casamos.  Pero tu eres más joven  que lo era yo, tienes que terminar los estudios, y has de contar con que él sienta lo mismo que tu. Has de tener calma, hija.  Puede que a pesar de todo, no sea el hombre de tu vida
- Si lo es, mamá, si lo es.  Lo sé. ¿ qué voy a hacer si él no me quiere?
- Sencillamente: tener calma.  Si estáis destinados, todo vendrá rodado.  No debes hundirte por un amor fallido, porque aún no sabes si él te quiere o no. Tómate las cosas con calma.


Phoebe estaba más tranquila y mientras comían , volvieron a recuperar las charlas y las sobremesas de familia.  Christian tomó  la mano a su mujer, y la dijo

-Vámonos, Ana
- ¿ Dónde  váis?- dijo Phoebe
-Vamos a un estudio de arquitectos. Quiero arreglar el cuarto que está deshabitado
- Qué teníais allí papa - Ana casi se atraganta con el cafe que estaba tomando, pero Christian con toda naturalidad dijo
- Un gimnasio, antes de montar el que tengo abajo
- Pues pusiste un tapizado de un color extraño.  En lugar de calmar los nervios te los excitaría mas
- No creas. Yo estaba pendiente de mis ejercicios y no me fijaba en el tapizado. Carraspeó suavemente y miró hacia Ana, que sonreía con malicia.  Él estaba pidiendo ayuda y ella procuró salir del paso lo mejor que pudo
-  Fue idea del decorador que era de gustos un poco extraños, pero al final, resulto bonito.  ¿ Por qué no nos acompañas?
- No mama, eso es cosa vuestra; es muy aburrido, además voy a salir
-¿ Vas a salir- preguntó Christian- ¿ con quién ?
- Con mi novio - y sonriendo y contoneándose salió de la habitación. Miró a su mujer con extrañeza como diciendo  por qué yo no sabía nada  Anastasia le miró y sonrió abiertamente.
- No será en serio que Phoebe tiene novio. Es demasiado joven e inexperta. ¡ Por Dios santo ! Creí haber solucionado lo de Teddy, y ahora resulta que estamos en las mismas.  No con Phoebe no transigiré.  Es demasiado joven, ni hablar.
-Pues ya me dirás qué hacemos
- Ana, tu eres muy condescendiente y la niña, es eso: una niña.  Para nada un novio.  Ni hablar. Trata de convencerla, tu tienes más proximidad con ella.
-¿ Crees que no lo he hecho  Pero es inútil y francamente no sé qué hacer
- Hablaré con ella.  Es demasiado joven para amoríos..  Tiene que centrarse en sus estudios.  Lo haré esta noche, no quiero que pase más tiempo sin aclarar esta situación   Y ahora vayámonos  ya, necesito despejarme

¿ Te has enfadado por eso?
- No Ana, pero me preocupa esta nueva situación que se nos ha planteado.  Aún no hemos salido de la de Teddy, y ya tenemos otro conflicto llamando a la puerta.  Francamente el ser padre es bastante complicado con unos hijos como los nuestros
-Christian nuestros hijos son como todos. ¿ Acaso no crees que no les dimos problemas a  nuestros padres?
- Yo no, ninguno
- Ya no recuerdas tu adolescencia
- En eso tienes razón.  Se lo hice pasar mal.  Tú no creo, eras bastante sosa
-¿ Qué yo era sosa ? No creo que pensaras eso la primera vez
-La primera vez fue extraordinaria, aunque el problema me lo diste a mi; no sabía cómo actuar con una novata como tu. Ahora reconozco que sacaste matrícula de honor.- La atrajo hacia si, y se besaron largamente, hasta que un carraspeo, les sacó de su embeleso.

- Tenéis que perdonarme, pero es que he quedado con Amie. No vendré a cenar. Iremos a MacDonals
-Hijo a una novia se la lleva a un restaurante
-No papa, a Amie no.  No quiero demostrarle que mi paga semanal, es casi la mitad de su sueldo
-¿ Tan poco pagamos en Grey? Habremos de revisar los salarios. No deseo que quienes trabajen para mi si lo hacen bien, pasen apuros a fin de mes. Siempre ha sido una norma.  Hablaré con Recursos Humanos.- La tomó por la cintura y juntos salieron. Irían a ver a los arquitectos y decoradores previa cita.  Lo quería rápido; estaba impaciente por echar una escapada a ese nuevo cuarto dedicado exclusivamente a sus juegos sexuales.  Quince días fue el plazo que les dieron, y la fecha se cumplió escrupulosamente. En ese fin de semana lo estrenaría, y haría una proposición a Anastasia.

martes, 30 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 20 - Manos frías, corazón caliente

Antes de abandonar Escala, Grace llamó a Carrick, anunciándole que llegaría tarde porque se le había ido el tiempo con algunas de sus antiguas alumnas de  hospital. Carrick conocía muy bien la misión que le había llevado hasta Seattle, y por la entonación de su voz, suponía que había tenido el éxito buscado.  Nada diría de ello a Anastasia, que  al igual que Christian ignoraba su encuentro tan deseado con ella.

- Creo que debemos cenar, Ana.  Grace ha llamado y me ha dicho que llegará tarde, puesto que se ha entretenido con sus antiguas alumnas que hoy ya son profesionales. - Le anunció, y ella aceptó con la cabeza
- Yo tomaré un vaso de leche y unas galletas, no tengo demasiado apetito
- Debes alimentarte mejor. Comes demasiado poco
-Ya lo haré cuando todo pase. Ahora me es imposible.



Carrick procuró que nada trascendiera, que todo fuera igual que cada noche.  No debía darse cuenta de nada.  Ambos debían recibir la sorpresa como si fuera una terapia de choque.  No podía ser de otra manea, puesto que se amaban profundamente y ésto tenía que pasar. Lo que fuera  que había provocado el distanciamiento.

Carrick, una vez tomado la cena, se fue a la biblioteca.  Anastasia pasó al salón a ver la televisión. No tenía ningún interés en ver ningún programa, pero al menos, a ratos, la imaginación olvidaría el problema.  Poco a poco fue entornando sus ojos, y lentamente se quedó dormida.  Grace y Christian llegaron bastante tarde, pero Ana no se despertó.  Por un momento algo la desveló, y lentamente abrió los ojos y junto a ella, de rodillas en el suelo, contemplándola vio el rostro amado de su marido, que con visible emoción la miraba con ternura.


Grace y Carrick, creyeron oportuno dejarles solos y para ello, se retiraron a sus habitaciones.  Al día siguiente comprobarían si la estrategia de Grace, había resultado como esperaban..

Ana se incorporó de un salto al ver a Christian allí. Él acarició su mejilla y la atrajo hacia si  con un beso largo, profundo, que ella recibió abrazándole .  Ambos estaban emocionados y ninguno podía articular palabra.  Y fue él quién rompió su silencio

- Estabas aquí, ¡ tan cerca !.  Te he echado ¡ tanto de menos 1 No vuelvas a hacerlo, por favor. Te quiero Ana, eres mi eje, mi norte, y sin ti me siento vacío, roto. Perdóname -  Ella le puso un dedo en la boca y después le devolvió el beso
- Yo también te he echado de menos. Por las noches no conseguía entrar en calor. Mis pies y mis manos reclamaban el calor de tu cuerpo, toda yo te llamaba a gritos. Echaba de menos tu cabeza, escondida en mi pelo.  Echaba de menos tus brazos rodeándome la cintura.  Echaba de menos tus piernas sujetando las mías. He vivido unas horas muy amargas porque pensaba que habías dejado de amarme, que ya no estabas enamorado de mi, y esa sensación de abandono me sumía en una profunda tristeza. Me acordaba de nuestro hogar, de los chicos, de nuestros juegos, de nuestra complicidad, e intentaba recapacitar si mi ausencia, me compensaba de todo lo que había dejado atrás, y sentía que no. Pero por otro lado, estaba mi orgullo herido, mi falso orgullo que me impedía volver. ¡ Oh Christian ! ambos tenemos que perdonarnos mutuamente.  Por favor, arrinconemos todo, mi orgullo y tu desconfianza, y vivamos de nuevo la vida que antes de todo este embrollo teníamos.


- Cuando he entrado y te he visto, he sentido una inmensa ternura porque te he visto encogida en el asiento, y me parecías pequeña, como una niña, y sentí unos deseos enormes de protegerte.¡ Te quiero tanto Ana !, no vuelvas a dudar.  Ella no me interesa, nunca me interesó.
-Calla amor mio. Ya basta.  Olvidemos toda esta pesadilla. Dime ¿ cómo están los chicos?
-Están bien, pero te echan de menos.  La casa está triste y silenciosa sin ti.  ¿Vas a volver?
- Por supuesto que si. Yo también he estado triste. No podía decirles dónde estaba, porque me preguntarían los motivos y te lo dirían, y no quería que lo supieras.
-Pero hoy ha sido mi madre la que me ha traído hasta aquí
-Ella y yo hablamos ayer, y  ya no podía más
- Bien, es hora de recobrar nuestras vidas. Vayamos a la cama es muy tarde

Y subieron a su dormitorio, y recobraron sus vidas, sus juegos, sus risas, sus caricias, y su sexo. Habían pasado demasiados días sin relacionarse, sin ser marido y mujer. Y Christian volvió a sus mejores momentos y Anastasia se sintió vivir nuevamente bajo las caricias y besos de su marido, que recorría con infinita ternura cada centímetro de su cuerpo. Recordó otros tiempos, otro cuarto, ahora ya desmantelado y reconoció que lo echaba de menos. Y pensó, cuando los rescoldos del sexo se iban calmando, que quizá pudieran hacer una versión light del cuarto rojo.  Convertirlo en un dormitorio especial, que nadie pudiera adivinar para lo que lo emplearían, pero sería su cuarto rojo, y volverían allí a vivir los juegos que tanto disfrutaban ambos.  Se lo propondría a Christian, quizá mañana, es decir hoy, durante el viaje a Seattle, a su casa nuevamente.

Mientras Christian conducía por la autopista, Ana le propuso rehabilitar lo que fuera el cuarto rojo, pero de otra manera, no como antes, aunque ellos lo usasen para eso, pero si alguien lo viera, vería un dormitorio, simplemente. Tapizarían las paredes  con una tela de color suave, pero en uno de los paneles, ocultarían una caja fuerte en la que guardarían sus juguetes.  Tendría una contraseña que solo ellos conocerían y nadie sabría nunca que ahí en ese inocente dormitorio se escondía el sexo más arrollador que sentirían sus moradores.  Acordaron visitar a un reputado gabinete de arquitectos y decoradores. Ana había tenido una excelente idea.  Mientras tanto se conformarían con su unión nocturna diaria.

-Me sorprende usted, señora Grey. Nunca creí que fuera tan descarada
- Te dije en una ocasión que me habías convertido en tu sumisa. Si, me gustan nuestros juegos. Son muy placenteros
-¿ Estás segura de hacerlo ?
-Desde luego que lo estoy El apartamento está vacío, así que podremos ir cuando queramos sin miedo a que descubran nuestro cuarto . Y en último caso podría ser uno de invitados, aunque la verdad es que hay muchos, pero antes tenía otro uso. Vivías tú. Ahora si fuesen los chicos no habría problemas.

Y ambos rieron felices.


lunes, 29 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 19 - El abrazo de Grace

Anastasia salía cada mañana a dar un paseo por los alrededores de la finca Grey, y a su regreso, en el despacho de Carick, hacía que revisaba  algún manuscrito, para evitar que le preguntasen,  porque lo que ocurría es que , no tenía muy claras las respuestas.  Desde una cabina llamaba a sus hijos cada día, y cada día daba una evasiva al preguntarle cuando iba a regresar, sin que sus respuestas fueran convincentes para los chicos, extrañados que nunca hablara con su padre, por mucho que éste les dijera que lo hacía desde la oficina.

Llevaba varios días con los Grey, y aún no les había contado la verdadera razón de su presencia allí, por eso fue Grace, quién tomó la delantera

- Ana, ¿aceptarías mi compañía en tu paseo?
- Naturalmente, Grace. Así se me hará más corto el camino.  No sé porqué no lo hemos hecho más veces


Y las dos mujeres salieron a pasear.  Charlaban amigablemente, pero llegaron a un punto conocido por Grace y hacia allí encaminaron sus pasos.

- Te enseñaré mi lugar favorito.  Allí me siento y paso un largo rato, a veces leyendo, y otras escuchando el murmullo de la Naturaleza.
-Grace,¡ esto es precioso ! y rezuma paz y es cierto puedes escuchar lo que la Naturaleza te dice
- Me alegro que te guste.  Descansemos unos momentos. Ven,  siéntate aquí

Se sentaron, y Grace con la franqueza que la caracterizaba, tomo las manos de Anastasia y, mirándola fijamente la dijo.

-Ana, querida, sabes que eres como una hija para mi, y no deseo inmiscuirme en vuestros asuntos, pero intuyo que algo grave ha ocurrido para que tú estés aquí, y Christian aún no haya aparecido ni llamado por teléfono´.  De modo que cuéntame lo que  ha pasado-.  Ana sin poder contenerse, rompió a llorar, lo que alarmó sobremanera a Grace. Relató lo ocurrido entre ellos, y Grace se quedó durante unos instantes sin saber qué decir.

Había algo extraño en todo ello que no le encajaba.  Ana pensaba que su hijo se había acostado con Elena, ¿ Cómo es que había vuelto a verla ? ¿ En Nueva Yotk? ¿ En una cafetería ?  Que le había mentido y que le había recompensado nuevamente. No podía ser posible.  El amaba a su mujer y no haría algo así.  Le llamaría por teléfono y conocería la otra versión.  Se apiadó de Ana que lloraba sin consuelo.  Abrió sus brazos para que se refugiase en ellos y trataría de calmarla con dulces palabras de apoyo y cariño.  Pasaron unos minutos y mirándola a los ojos la dijo:



-Ana querida, Christian te adora, no podría vivir sin ti.  Pienso que todo es un cúmulo de malentendidos que deberá explicar con amplitud, aunque  pienso que debió decírtelo y no mentir respecto a la duración de su estancia en Nueva York.  Pero también es posible que fuera porque por teléfono decir: " me quedo tres días más porque estoy organizando la vida de Elena", sería imposible de digerir.  De modo que voy a llamarle y me contará lo ocurrido.  No es que dude de lo que me has dicho, sino que trato de arreglar vuestra situación. Obraré con astucia.  Me presentaré en su oficina y haré que me invite a comer.  Después me las arreglaré para hablar con él.
- No Grace, no lo hagas. La verdad es que ya no me quiere como al principio, se ha acostumbrado a mi...,eso es todo
-Ana, Ana. El respira por ti ¿ cómo puedes decir que ya no te quiere? ¿ Confías en mi ?
- Claro Grace. Estoy aquí. Me siento unida a ti, siempre me has tratado como a Mia. ¡ Oh Grace !  Por qué ha pasado todo esto ?
-Mi querida niña. La vida es complicada y más aún la hacemos los humanos.  Christian debió ir con la verdad por delante. Tiene un gran corazón, y sus buenos sentimientos le perdieron.  Hubiera sido distinto si se tratase de otra persona, pero ella...  Creo que tienes razón: dejó a propósito el señuelo, y tu has caído en él.  A mi  también me hubiera pasado, pero no te preocupes: todo se arreglará. Los chicos ¿saben algo?
- No les hemos dicho nada, pero se imaginan que por una simple discusión no nos separamos. - Grace abrazó tiernamente a Anastasia, que se refugió en ella rompiendo a llorar de nuevo..



Al día siguiente de la conversación, Grace se vistió elegantemente y se dirigió a la ciudad, advirtiendo que posiblemente se quedase a dormir en casa de Christian.   .  Llegó ante el  imponente edificio de las oficinas Grey, y haciéndose anunciar, salió a recibirla un Christian extrañado de su presencia allí:

- ¡ Mamá ! ¿ Cómo tú por aquí ?
- He venido a visitar a una amiga enferma y he pensado que me invitases  a comer
-Por descontado, y además muy contento de hacerlo juntos
- ¿ Por qué no llamamos a Anastasia para que se reúna con nosotros ?
- Ven mama, entra en el despacho. - La condujo hacia su despacho y allí la dijo:
- Verás mamá...  Anastasia y yo...  estamos enfadados y en estos momentos no es lo más indicado para una reunión familiar
-¿ Qué os ha pasado? Siempre habéis hecho las paces en el día. Algo grave debe ocurrir para que no quieras que comamos juntos
-Es complicado
- Cuéntamelo.  Tengo todo el día libre. Así que cancela todo lo que tengas para hoy, y dedícamelo - Christian se la quedó mirando con ternura y descolgó el teléfono interior llamando a su secretaria

- Andrea, cancele por favor todo lo que tenga para hoy
- No hay nada de particular, así que lo haré como me indica. - Tomó a su madre del brazo y tras besarla en la frente salieron del edificio.
- Creo que para mayor tranquilidad, y puesto que es largo lo que he de contarte, mejor vamos al Escala.  Allí estaremos solos y nadie nos interrumpirá. Si vamos a casa, los chicos podían enterarse y es algo que sólo a Ana y a mi interesa.  Ellos están al margen de nuestras diferencias.- Y hacia Escala, se encaminaron.

Al llegar al edificio, y ante una copa de vino, Chistian fue contando a su madre todos los acontecimientos ocurridos tras su encuentro con Elena.  Y concluyó:

- Y lo más grave de todo, mamá, es que  se ha marchado de casa sin decir a  dónde iría, y no sé dónde está.  Llama a los chicos y les dice que está en un pueblo de nombre muy raro, pero pienso que no desea decir donde verdaderamente se encuentra. Me está volviendo loco no saber por dónde anda, y si regresará a casa, si volveremos a ser como antes, en fin si nuevamente tendremos la complicidad que siempre hemos tenido.  La echo de menos muchísimo..  Me arrepiento enormemente de lo que hice; creí que sería una buena acción
- Y lo era hijo, pero no debiste mentirle. Y ahora llévame a casa
- Se nos ha hecho un poco tarde. Quédate en casa y mañana te llevo
- No querido. Tengo un marido que también me echa de menos - Cristian rió y abrazándola entraron en el ascensor
- Todo pasará, hijo mio, todo pasará. Os amáis, es lo importante, ya lo verás.- Tendrás que llevarme otro día mi coche, lo dejé aparcado en tus oficinas
- Te lo llevaré. Vamos en uno mio.


domingo, 28 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 18 - La distancia

Llevaban más de una hora de vuelo.  Anastasia seguía en la suite, y Christian en la misma posición que cuando despegaron. Taylor alejado de él, fingia dormir, y al verle tan derrumbado, movió negativamente la cabeza, como diciendo: " lo sabía, sabía que ésto iba a ocurrir.  Grey es demasiado generoso con la gente. Debió decírselo a su mujer y así hubiera evitado malos entendidos. ¿ Debo hablar con la señora?
Se sentía incómodo y apenado por la situación.  Esperaría a llegar a Seattle y consultaría con Gail, a ver ella que opinaba.


Christian se incoporó y decidió ir a la suite, junto a Anastasia.  Ella fingió dormir, no quería habla con él, ni sentir su voz.  ¿ Cómo habían llegado a este extremo?  Se mordió los labios para no romper de nuevo con el llanto, y sintió cómo él se acurrucó a su lado,enterrando la cabeza en su cabello, y poniendo un brazo sobre la cintura de ella. comenzó a hablarle muy bajito para no despertarla, aunque ignoraba que ella permanecía despierta

- Te quiero Ana.  Nunca he dejado de quererte.  Nunca nadie podría hacerme tanto daño como acabas de hacérmelo tú con tu anuncio de separación. No lo merezco, de lo único que soy culpable, es de no habértelo dicho antes.  Reconozco mi error, pero nunca pensé que eso pudiera tener tanta trascendencia en nuestras vidas. Te querré siempre.

Ella permaneció impasible; estaba muy dolida y al mismo tiempo pensaba que había sido una jugada de ella. ¿Debía hacerle frente y tener una charla con Elena? ¿ Sería ponerse a su mismo nivel? Su cabeza era un caos.  Miles de preguntas sin respuesta. De momento se distanciaría de él; si alguna posibilidad había de salvar su matrimonio era  proceder como lo estaba haciendo.  Recordó todo el largo camino recorrido desde aquel día en que se vieron por primera vez hasta hoy.  Ocurrieron cosas muy graves, pero supieron superarlas ¿ podría esta vez ocurrir lo mismo?

En lo que no había pensado era en sus hijos ¿ qué respuesta darles? El contarles la verdad, sería descubrir todo el pasado de su padre, y eso no lo entenderían, ni quería que lo supieran.Pensaba rápidamente en ello, porque hasta ese instante no había pensado ni en Phoebe ni en Teddy, y ambos estaban pasando por la época difícil del enamoramiento, etapa que ella pasó cuando conoció a Christian, aunque no podía compararse una cosa y otra.  No paraba de pensar qué decirles por su inesperada interrupción de su fin de semana y,  pasado, cuando llegase el lunes, ¿  qué decirles.?.  ¿Debía marcharse en cuanto llegara.?

No dormiría con él, eso también tendría que justificarlo " una discusión" , les diría.  De momento no tenían porqué saber más...Llamaría a Roach y le daría cualquier excusa para no acudir durante unos días a SIP, después ya vería qué hacer, según se fueran desarrollando las cosas.

Christisn, le seguía susurrando bajito al oído, en la misma posición, pero ella no había escuchado nada de lo que la decía, inmersa en sus propios pensamientos.   por fin llegaron a Seattle y a su casa. Ella entró en el dormitorio y recogió algunas cosas y algo de ropa, ante la mirada atónita de Christian que veía como se cumplían sus peores presagios.  De nada habían servido sus disculpas ni sus explicaciones: Ana le abandonaba.  Ella se dirigió a una de las habitaciones de invitados y allí se instaló.  Después descolgó el teléfono y marco el número de Grace.

Grace y Carrick, ya jubilados, pasaban largas temporadas en su refugio en el campo y Anastasia quería pasar allí unos días con el pretexto de que tenía que revisar unos manuscritos y necesitaba concentración.  Saldría para allí al día siguiente.. Y salió sin  despedirse de nadie, con una pequeña maleta,   de su casa. A sus hijos, la noche anterior, les había dicho que tenía que concentrarse en unos escritos muy importantes para la editorial, pero no les dijo donde iria.  Simplemente  dijo:

- Cuando vaya por carretera, y llegue a algún sitio tranquilo, pararé y desde allí os diré dónde estoy.

Pero para los chicos no había pasado desapercibida la situación de sus padres y la rápida vuelta de Nueva York, cuando lo que pensaban era pasar el fin de semana.  Algo extraño había pasado en el camino, pero ninguno de los dos les explicó.nada. A  la hora del desayuno, les pareció extraño la reunión de los tres solamente, con un Christian cabizbajo y con signos elocuentes de no haber pasado buena noche. Ninguno de ellos habló.  Pero fue Teddy, quién preguntó por lo ocurrido.  Christian le miró y le dijo:

- Tuvimos una discusión, eso fue todo. Hijo, te darás cuenta algún día de que la vida en común con otra persona tiene sus altibajos. Estamos llegando,  mamá y yo,  a esa edad, parecida a vuestra adolescencia, en que se da demasiada importancia a algo que no la tiene. Bien nosotros estamos entrando en nuestra etapa difícil. Pero todo se arreglará, sólo necesitamos algo de distancia para analizar lo que ha causado nuestra discusión, y todo volverá a ser normal
-¿ Pero hasta el punto de tener que separaros?
-No vamos a separarnos. Estamos algo agobiados por el trabajo  el de mamá es muy absorbente y el mio también.  Estamos nerviosos, eso es todo.



Teddy sabía que no sacaría más a su padre, pero también tenía muy claro que no le estaba diciendo toda la verdad.  Habían vivido otras discusiones, y en media hora se había solucionado, pero ésta era diferente.  Había mucha seriedad en el rostro de su padre,  y su madre se había marchado de casa.

Una vez hubo llegado al refugio de los Grey, Grace salió a su encuentro con los brazos abiertos, pero al fijarse en el rostro de Ana, compendió que su presencia allí no era por motivos de trabajo, sino que algo más grave había ocurrido en la vida de sus hijos.  Esperaría a ver si Anastasia se lo contaba, o de lo contrario sería ella la que trataría de averiguar lo ocurrido.  Intuía que algo muy serio debía ser, para que se separaran con una excusa tan  inocente.  En todos los años pasados, nunca se habían distanciado.   Algo grave había ocurrido en sus vidas.  La condujo hasta su habitación, y allí, no pudiendo contener más su angustia, rompió a llorar.  Grace la abrazó y espero a que se calmara para preguntarle por lo ocurrido.  No alcanzaba a imaginar lo sucedido entre ellos como para tomar una decisión tan tajante.  Le constaba que se amaban profundamente, y nunca durante su vida juntos, habían vivido una situación semejante. Besaba sus mejillas para calmarla. Era como una hija para ella, y como a tal la trataba, y le dolía esa situación creada,  porque conocía el amor incondicional  de Christian por su mujer de la que nada ni nadie podría separarle..

sábado, 27 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 17 - Los Idus desatados

Anastasia tenía el rostro lívido, pero aún más estaba el de Christian. Sólo había una explicación: Elena.  ¿Cómo había tenido semejante descuido, o fue intencionado?.  Ahora si que era el momento de contar a Ana toda la verdad, y de esta manera hacerle ver que él era inocente, que no había cometido ninguna infidelidad, sino una obra de caridad.  Su único error no habérselo dicho a su mujer antes, aceptando las consecuencias , y que pensándolo más friamente no debió proceder de esa manera tan generosa, quizá demasiado generosa. Ya no tenía ninguna cuenta que saldar con ella.

Ahora sería muy difícil hacer ver a su mujer  que no había habido nada entre Elena y él, sino simplemente hacerla ese favor.  Luego estaba también su mentira sobre los dos días de tardanza en regresar; habían sido para realizar las gestiones.  Estaba metido en un barrizal difícil de salir. Miraba la cara de Ana.  Ninguno de los dos hablaba, pero fue ella la que rompió el silencio


- Creo que tienes que decir algo ¿ no ?. O no, mejor no digas nada; está todo muy claro. Nunca, nunca, hubiera imaginado ésto. Pero es tanta la rabia, la pena y el desengaño sufrido, que no deseo que me digas nada. Esta prenda habla por si sola
-Ana, escúchame.  No hay nada de lo que imaginas, y todo tiene una explicación. No me he acostado con ninguna mujer. Se que debí decírtelo hace tiempo, cuando ocurrió todo, ese es mi error, mi gran error. No te dije nada, precisamente por lo que está ocurriendo ahora, pero ha llegado el momento de explicártelo todo
- No quiero más explicaciones, ni saber nada más Christian. Durante todo el tiempo, desde que nos conocimos, te he estado dando treguas y admitiendo todo porque ocurrió en una época en que no nos habíamos conocido.  Pero esto... Ya no tengo fuerzas para seguir cargando con tu "mochila", ya no.  Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso
- Pero tienes que escucharme. Todo tiene una explicación, por favor escúchala y luego castígame con tu desprecio si así lo crees, pero antes deja que te cuente todo. Nunca te he mentido y lo sabes
- Muy bien.  Te escucho.
- Cuando terminé mi reunión con el canadiense, al pasar por la cafetería, escuché que alguien estaba tocando el piano. Decidí que bien podía tomarme una copa, mientas lo escuchaba.  Y así lo hice. Alguien se presentó frente a mi, alguien a la que nunca imaginé encontrar allí. Era Elena.
- No quiero saber más- Ana se levantó de donde estaba sentada dispuesta a salir, pero él la retuvo
-No por favor, tienes que escucharme. No he tenido nada con ella sexualmente, si es lo que estás pensando. Me extrañó que estuviera allí, y me dijo que ahora vivía en Nueva York, que había vendido Esclava, pero que se había comido el dineral que la dieron, y que ahora tenía que ganarse la vida.


 -Su modo de vivir es recorrer las mesas de los señores adinerados que allí concurren.  Por unos dólares acuden a los lugares que ella conoce y que practica.  Me dio pena.  Ya no es la Elena que conocí; los años han dejado su huella, y lamenté que viviera de esa forma. Me dijo que vivía en Brooklyn en la parte humilde. La llevé a su casa a que recogiera sus cosas y la hospedé en el mismo hotel. La compré un apartamento que estaría disponible en pocos días y al yo marcharme la dije que viviera en el nuestro  hasta que estuviera disponible el suyo.. La he facilitado un modo de ganarse la vida más en consonancia a su vida anterior y la he instalado un salón de belleza.  Desea vivir en Nueva Yoirk, así que no existirá contacto alguno conmigo. Eso fue todo, por eso tarde dos días en regresar, .  La prenda..,. debió olvidarla
- O dejarla a propósito.  Mira Christian si querías hacerme daño me lo has hecho y mucho.  Ella precisamente.  He consentido con Leila, pero Elena ...rotundamente no. Me he preguntado muchas veces la razón de tu dependencia de ella, ahora he llegado a la conclusión siempre la has amado, siempre has estado enamorado de ella, y ahora, cuando la has vuelto a ver después de todos estos años, se ha despertado tu amor dormido.  Sigues protegiéndola, a pesar de la generosidad que tuviste con ella, al dejar,, supuestamente,  vuestra relación.  Ya no puedo más, esto es demasiado.  Te das cuenta de lo que has hecho la   has metido en nuestra casa, ha dormido en mi cama, con mis sábanas ¿ Crees acaso que puedo volver siquiera a este apartamento? Tenías dos caminos invitarla a una copa y despedirte. Pero  has optado por el que te dicta tu corazón: protegerla y volver a ponerla en el lugar que nunca debió abandonar.


-Pues muy bien, la que sobra soy yo, de modo que te dejo el campo libre para que hagas lo que quieras. Yo ya no cuento en tu vida. Creo que ni siquiera me lo hubieras contado, que nunca me hubiera enterado a no ser por  el descuido de sus braguitas.  Mejor  regreso a casa. Aquí no tengo nada que hacer
- Por favor Ana. Ella no es nada para mi. Nunca he sentido nada hacia ella que se parezca al amor.  Sabes muy bien la atracción que sentí, y que se acabó, incluso antes de tu aparecer en mi vida. Tu lo eres todo.  Eres el pilar de mi familia, de mi casa, de mi vida.  Siempre lo has sido. Te aseguro que no me he acostado con ella desde que era casi un adolescente.  Que la amistad que tuvimos quedó zanjada hace mucho tiempo
- No Chistian, si hubiera quedado zanjada, no hubieras hecho todo lo que me has contado. Ya no tengo fuerzas para tanto. He perdido la confianza en ti.  Necesito tomar distancia contigo, y reflexionar sobre todo esto que me has contado y que me has ocultado.
-Ana, no pensaba ocultártelo, pero el día que regrese a Seattle desde aquí, cuando iba a decírtelo, surgió lo de Teddy, decidí dejar pasar unos días, y después no encontraba el momento Es la pura verdad, créeme por favor
- No, de momento no. Necesito asimilarlo y pensar qué  voy a hacer,  Christian. Ve a buscarla y diviértete en el fin de semana.

Anastasia dio media vuelta saliendo de la habitación, dejando a Christian clavado en el suelo sin saber qué decir ni qué palabras emplear para disuadirla y hacerla comprender que todo lo hizo con la mejor buena fe. Ya en  el vestíbulo, Ana llamó a Taylor

- Taylor por favor, llévame al aeropuerto.-  Christian blanco como el papel, dijo:

-Regresamos a casa en una hora. Ya Stephan esta avisado. ¿ Podrás hacer el viaje , al menos, conmigo?- Anastasia le miró respondiendo

- Estaré en la cafetería de abajo.  Allí estaré hasta que  tengamos que salir.- Y se fue del apartamento




A la hora de partir hacia el aeropuerto, Christian fue a buscarla a la cafetería.  Ella miraba al exterior por el ventanal y no le vio llegar. Christian presenció que secaba unas lágrimas y observó que el café que había pedido, estaba intacto. Se le partía el corazón al verla sufrir, y sufrir él mismo por su torpeza  al haber hecho lo que creía una buena obra.  Debió medir los hechos, pero ahora ya no tenía remedio.  No quería ni pensar en que su matrimonio pudiera estar roto.  Trataría por todos los medios de arreglarlo, le daría tiempo.

Se sentó a su lado y tomó una de sus manos.  Ella giró la cabeza y al verle, su llanto se incrementó aun mas.  El secaba con su mano las lágrimas de ella y la  miaba con ternura, pero ella no le devolvía la mirada.  Al cabo de unos instantes, Anastasia habló:

- Te dije en una ocasión que si tu me dejabas se acabaría todo para mi.  Viviría en tinieblas, quedaría anulada, y eso precisamente acaba de ocurrir.  Te entregué los mejores años de mi vida, te entregué toda mi capacidad de amar, y sin embargo no ha sido suficiente. Buscabas algo que yo no podía darte, y al fin todo se ha cumplido.
- No, no, mi amor.  Nada  ha cambiado todo sigue igual entre nosotros. Yo te quiero más que a nada y a nadie. No he tenido nada con ella, sólo piedad.  Por favor créeme lo hice sin pensar, , es cierto, y te lo iba a decir, pero al llegar ... Mi error fue llevarla al apartamento.  Me dolió verla mendigando unos dólares, solo eso.  Ella no representa nada ni representó nada.  Por favor, créeme sólo tu, Ana, sólo tu
- Basta Christian, por favor.  Necesito reflexionar sobretodo esto. No se lo que haré, pero necesito distanciarme de ti, al menos por un tiempo

Cuando subieron al avión. ella se dirigió a la suite, la que fuera su suite nupcial.  Christian se quedó en su asiento. Lo  echó hacia atrás  y cerró los ojos. Anastasia con la cabeza hundida en la almohada, lloraba incesantemente repitiendo el nombre de su marido. Todo se había hundido. La familia que habían formado, había sido rota por ella, aunque   no hubiera intervenido. Pero estaba segura que había dejado el tanga a propósito. Era su venganza fría y cruel por haberle ganado la partida con Christian.  Todo le había salido a pedir de boca, y seguramente lo hubiera estado maquinando durante esos años. Al fin lo había conseguido.  ¿Debía darle esa satisfacción ?


viernes, 26 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 16 - Fin de semana en La Gran Manzana

Habían pasado casi dos meses desde el viaje a Nueva Yok para entrevistarse con el canadiense, y Christian seguía sin confesar a su mujer, el encuentro con Elena y lo que le siguió. No se atrevía ¿Cuándo ´él había tenido dudas de contarle a Ana su encuentro con Elena ? Si sólo fuera  el encuentro, ya se lo hubiera dicho, pero se trataba de Elena y lo que hizo por ella. Eso eran palabras mayores. Y recordó el deprimente encuentro y a lo que se dedicaba. No podía consentirlo, pero ¿ lo comprendería su mujer ?  Como si le leyera el pensamiento, al llegar a casa desde SIP, Ana le propuso pasar ese fin de semana en Nueva York, contando con que Christian no tuviera algo  para esos días.



- Me parece excelente. No tengo nada, y si lo tuviera lo anularía.: primero de todo eres tú.  Deseo complacerte, ya lo sabes. Así que existe una contrapartida y es que tú me complazcas a mi
- ¿ Acaso no te complazco?- dijo Ana sonriendo y mirándole coqueta
-Mucho, señora Grey, pero hoy tendemos sesión especial.  Nueva York es agotador, así que en previsión de que este fin de semana estemos muy cansados para..., bueno ya sabes a lo que me refiero, he decidido que tengamos una anticipación, un adelanto, vamos
- Christian eres un depravado sexual
- Contigo desde luego
- Acaso ¿ hay otra con la que no lo seas?

- Sabes de sobra que no

 Se abalanzó sobre ella y la besó como en los buenos tiempos, como si los años no hubieran pasado para ellos, y aún fuesen unos jovencitos en continuos deseos sexuales.  La cosa hubiera ido a más, pero al entrada de Phoebe, lo evitó.

 -Mamá tengo que hablar contigo
- Bien, dime cielo
- No.  Delante de papa no
- ¿ Por qué delante de mi no ?
- Me da vergüenza. Son cosas de mujeres
- ¡ Ah ya ! Papa no sabe nada de eso- dijo Christian riendo y guiñando un ojo a su mujer
- Vayamos a tu cuarto ¿ quieres? - le dijo Ana
- Si,  lo prefiero- respondio Phoebe
- Y mientras yo trabajaré un poco

Madre e hija salieron y se dirigieron a la habitación de Phoebe.  Sentadas en la cama, Ana cogió las manos de su hija y con ternura le preguntó qué es lo que la perturbaba




- Mamá, creo que me he enamorado
- Phoebe, ¿ eso te alarma ?  Eres una adolescente, es normal.  A tu edad, yo también me enamoré de un compañero de clase.  Todos a esa edad nos enamoramos ¿ dónde está el problema.  Porque creo que lo tienes, sino no me hubieras consultado 
- Si mama lo hay
- Bien, pues cuéntamelo, y quizá entre las dos podamos aclarar las dudas.
- No quiere saber nada de mi, porque dice que soy muy joven y  que mis padres son muy ricos, y él no. Es hijo de un médico y él quiere serlo, pero considera, que aunque su familia económicamente se desenvuelvan bien, no son como papa
- ¿Él está enamorado de ti?, porque es posible que no le gustes y ponga esa excusa para no ofenderte, porque en realidad eres demasiado joven para andar con noviazgos. ¿ Qué edad tiene él ?
- Creo que veintitantos
- ¡ Phoebe, es muy mayor para tu edad ! Así que olvídalo.  Cuando yo me enamoré de mi compañero, dejamos de vernos al terminar el curso.  Creí morirme, y ya ves, tu padre ha sido el amor de mi vida, y a él tardé cinco minutos en olvidarle. Olvídalo. Eres muy joven aún. Tendrás tiempo de encontrar a un chico que te adore y entonces tu te enamorarás de él. pero da tiempo al tiempo
- No mama, es imposible.  Es guapísimo. No podré soportarlo.
- ¡ Claro que lo soportarás ! Además tu padre se subira por las paredes. desechalo de tu cabecita loca.  No puede ser, Phoebe, todavía no puede ser.- Ana abrazó a su hija lamentando el dolor que ahora sentía. Seguro que cuando se lo dijera a Christian volvería a llamar a Welch, pero esta vez todo ofendido por haber ignorado a su preciosa niña.

- ¿ A qué edad te enamoraste de papa ?
- Phoebe, lo nuestro fue muy especial, y tenía veintidos años
- Cuéntamelo de nuevo
- Niña , te lo he contado miles de veces y no tuvo nada de particular, conociendo a tu padre. Me quedé impactada cuando le vi. Y tendrías que haberme visto a mí: falda plisada, un jersey absurdo y unas botas horribles. ¿ Cómo pudo fijarse en mi ? Aún me lo pregunto, no creas.  Pero fue fantástico, aunque tardo lo suyo en declararse



- Mamá ¿ qué voy a hacer ?
- De momento, no diremos nada a papa. Mañana iré a buscarte al Instituto y si estás con él me lo presentas sin más.. Si acaso no lo estuvieras y le ves desde lejos, me lo muestras.  Deseo conocer a  quién ha osado romper el corazón de mi precisa hijita.
- ¿ Harías eso por mi ?
- Cielo. Los padres hacen cualquier cosa por sus hijos. Y da gracias que no se lo diré a papá, de lo contrario...
- ¿ Qué haría mama ?
- No lo se, pero algo se le ocurriría. Deja que yo le vea primero ¿ vale ? Y ahora cálmate
- Gracias, mami.

Y Anastasia fue al dia siguiente a recoger a su hija, y vio de lejos al muchacho que ella señaló, y efectivamente era muy guapo, y de vez en cuando dirigía su miada hacia Phoebe que atendía a unas compañeras y a su madre.   Ana se brindó a llevarlas hasta su casa, puesto que vivían por la zona.  Sería una excusa perfecta para que el chico en cuestión no se diera cuenta de que era observado por la madre de la chica que le traía loco.  Tenían por delante el fin de semana.  A penas habían llegado a casa, cuando el teléfono de Phoebe comenzó a sonar
-¿ Quién llama ?
- Phoebe soy Bryan.  Hoy no hemos tenido ocasión de charlar.  Parecía que me dabas esquinazo
- No Bryan, es que algunas veces pienso que soy una pesada y tú muy educado.  Que no deseas charlar conmigo y que yo te impido ir con otro grupo de gente que te agrade más
- ¡ Qué cosas dices ! Tu me gustas...  y mucho. ¿ Quién era esa señora que os ha recogido en el coche?
- Es mi madre
¿ Tú madre ? Pero si parece tu hermana
- Pues ella se pondrá muy contenta cuando lo sepa



- ¿ Te apetecería mañana ir al cine o a pasear... conmigo?
- Bryan, no lo se. Creo que no. Te sientes obligado y eso no me gusta
- No me siento obligado.  Quiero estar contigo.  Sabes cual es el problema, pero ... me gustas Phoebe y no estoy dispuesto a renunciar a ti.  Trabajaré duro para darte todo lo que ahora tienes, pero. por favor, no te vayas de mi lado
- Bryan ¿ te estás declarando ?
- Si eso se llama así, pues si... lo estoy haciendo. ¿ Que me dices 
- Está bien. Salgamos
- ¿ A que hora quedamos ?
- ¿Te parece bien las seis ? -
- Phoebe eso es muy tarde. Quiero estar todo el tiiempo contigo
- Lo siento , mis padre no me dejan antes. Tendrá que ser a las seis
- Está bien,  ¡ Si no hay más remedio ... !

Al colgar, Phoebe lanzó un grito de alegría y fue a contárselo a Ana riendo.

Estaban a punto de tomar tierra. Christian había hablado poco durante el camino, y Ana estaba preocupada por ello. Cuando aterrizaban, él hizo un gesto, que para ella no pasó desapercibido.  Le preguntó lo que le ocurría, y la dijo lo primero que se le vino a la cabeza

- No pensemos en los trabajos. Procuremos divertirnos- dijo acariciando a su mujer
- hagámoslo Christian. Llevo deseando esta escapada desde que viniste para entrevistarte con el canadiense.  Me disgustó mucho no acoimpañarte.
-Bueno, olvidémoslo. Estamos aquí. Disfrutemos de Nueva York.

Cuando bajaron, a los pocos instantes, Taylor apareció con el coche.  Había contratado desde Seattle el coche de alquiler que siempre tenían cada vez que venian a la ciudad.

- Este Taylor es el colmo de la eficiencia - dijo Christian mientras se dirigían a su encuentro.  Ana asintió con la cabeza.



Era fin de semana y por tanto el tráfico complicado, pero por fin estaban en casa.  Ana se quitó los zapatos.  Se le habían hinchado un poco los pies, se tumbo en la cama para descansarlos. durante unos minutos. Cuando ya los tenía más o menos naturales, se incorporó y abrió uno de los cajones de su mesilla, y entonces lo vio.  No podía creerse lo que allí había.  Lanzó un grito llamando a su marido, que alarmado se presentó en la habitación inmediatamente.

- ¿ Qué ocurre? - preguntó  Christian
- Que ¿ qué ocurre ? Dímelo tu- Y Ana sacó del cajón un precioso tanga de encaje.

Christian tenía los ojos como platos, pero no atinaba a darle una explicación: no sabía nada de aquello

... 

jueves, 25 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 15 - Un informe para Christian

Dos días tardó Welch en entregar a Christian el informe que había pedido..  Tras unos momentos de charla, el detective se despidió, y Christian se sentó,  abrió el sobre y extrajo  los papeles solicitados para proceder a su lectura, , tal y como hiciera años atrás de Anastasia.  Llamó a Recursos Humanos y les pidió una copia de toda la documentación de Amie Lynch y lo quería lo más pronto posible. En diez minutos tenía to requerido.  Llamó por el teléfono interior a su secretaria

- Andrea, si no hay nada urgente, no deseo interrupciones.  He de estudiar una documentación y necesito concentración.  No estoy para nadie, como no sea de mi familia.
-Así será, señor Gey


Cortó la comunicación y se dispuso a leer todo lo concerniente a la señorita Lynch.  Primero leyó el curriculum, y comprobó si coincidiá  con  lo aportado por Welch: así era.  El domicilio y los datos personales, eran correctos, todo lo mismo en unos papeles que en   otros..  No obstante, leyó detenidamente el informe del detective

INFORME CORESPONDIENTE A LA SEÑORITA AMIE LYNCH

Nombre:  Amie Lynch

Domicilio:  Paterno - Calle 54 D número 1125 - piso 4 letra B, de Seattle

Tarjeta Seg.Soc.:  AL/ 54-5-3196

 Trabajo:      Becaria en Grey Enterprises Holdings en la actualidad. Anteriormente camarera en cafetería Cheers de Seattle compaginando estudios y trabajo.

Estudios:  Marketing por la Universidad a distancia  Estatal de Portland / Primer curso

Relación sentimental  Se desconoce

Nombre de los padres: Edwan y Paticia Lynch

Trabajo del padre: Contable en la pequeña empresa de informática Meedith & Co.

Trabajo de la madre:  Ama de casa

Fecha de nacimiento:  Portland 19 de Marzo de 1998 por parto natural

Origen de los padres. Americanos del norte

En Seattle a 27 de Mayo de 2016

Bien, todo era correcto y normal. Observó la fotografía grapada a la documentación. .  Pertenecía a una familia de la clase media y parecían personas honradas y trabajadoras.  Ella trabajaba y seguro estudiaba por las noches, lo que indicaban dos cosas: que ea trabajadora y que no andaban sobrados de dinero.  Tenía,  , al menos,, que  conocerla físicamente. Conocer a la persona que ha sido capaz de que su hijo se centrara en los estudios y no anduviera golfeando con sus amigotes por los burdeles de Seattle.

Salió de su despacho y se dirigió al de Ross.  Llevaba el sobre con la documentación, para pretextar que iba a consultar algo con su segunda, aunque en realidad él era el dueño, no tenía que buscar pretexto con nadie.  Le mostraría la documentación a Anastasia, y después la guardaría en su casa en su archivador privado.  Tenía una clave que nadie conocía, para evitar,  que por curiosidad, alguien husmease en sus asuntos.

Cuando entró en el departamento de Ross, sólo había silencio y gente trabajando. Buscó a Amie y la vio en la mesa de su compañero consultando unos gráficos.  Era bonita, y por lo que él percibía en el intercambio con su compañero, sabía muy bien de lo que hablaba.

Si seguía así, y a ella le interesase, cuando terminase su periodo de prueba, podría trabajar en Grey,en ese mismo departamento. ¿ No estaba haciendo un trato de favor? Posiblemente si, pero qué demonios, se trataba de su hijo, y tenía la obligación de cuidar de su familia.

Le veía, por primea vez, interesado en una chica, de manera que si se había enamorado de ella, era lógico que velase por su seguridad.  Estaría con los ojos muy abiertos. Es posible que no tuviera una relación con alguien, ,aunque también podría estar enamorada de otra persona sin tener relaciones con ella, con lo cual, si Teddy está interesado en Amie, pudiera verse descorazonado..

- ¡ Qué complicado es ser padre ! Sé lo que Ana me va a decir esta noche.  Pero es algo que no puedo evitar: he de tener todo atado, porque en ello va la felicidad de Teddy.  Menos mal que  Phoebe. parece que, al menos de momento, no tiene estos problemas. Que me den un respiro, por favor.

Cuando Amie terminó la comprobación que estaba cotejando, levantó la vista y se encontró con la mirada gris de Christian.  Ella se puso nerviosa porque la intimidaba el saber que ea su jefe supremo, y eso que ignoraba que también era el padre del chico que la gustaba.

Grey carraspeó y salió del departamento como había entrado, saludando a todos con una inclinación de cabeza.

Teddy estaba estudiando en su habitación, al menos eso había que agradecérselo a Amie, y Phoebe hablando por teléfono con sus amigas.  Tenían momentos de paz.  Christian extrajo de su maletín  el sobre con la documentación sobre Amie y se la mostró a Anastasia

- Por amor de Dios, Christian¿  Cuándo vas a perder la manía de informarte de todo? Ni siquiera sabes si van a llegar a algo concreto.
-Se trata de mis hijos, Ana, tengo que esta seguro de que están con personas honradas.
- Ya lo hiciste conmigo, y recuerdo que cuando lo supe, me sentó bastante mal. Si me hubieras preguntado, te hubieras enterado de lo mismo que decían los papeles.  Por favor, deja a los chicos en paz que solucionen sus problemas
- No, Anastasia.  No quiero sorpresas. A Teddy le veo muy enamorado de esa chica, y la verdad es que es muy bonita, pero no deseo que se lleve un desengaño amoroso.  Eso hace sufrir mucho
- ¿ Tú sufriste mucho por mi? - le preguntó Anastasia sonriendo
- Ya lo sabes, y por favor no me lo recuerdes. No estaba acostumbrado a ese sentimiento, y si, lo pasé muy mal.  No quiero que a Teddy le ocurra lo mismo
-¿ Qué es lo que no quieres que me pase, papa?- En ese momento hizo acto de presencia Teddy, lo que hizo que con parsimonia,  para que no se diera cuenta, procedió a volver a meter en el sobre la documentación relacionada con la chica que le había enamorado.
- Nada hijo. Enseñaba a tu madre unos papeles de la universidad. Voy a ampliarles la subvención
- Eso está bien.  Eres generoso padre.- Voy a salir a dar una vuelta para despejarme.  Cuestión de veinte minutos; he de seguir estudiando. ¡ Ah, se me olvidaba, el sábado vendrá a comer una amiga mía. Amie, es compañera en la oficina. Os gustará.   Es preciosa.

Christian y Ana se miraron sin decir palabra, y cuando Teddy salió, Ana tuvo que taparse la boca para no soltar una carcajada al ver el rosto asombrado de su marido.
- ¡ Christian ! Creo que no va a servirte de nada, tu información.  Teddy nos la va a presentar con todas las de la ley.- Y se echó a reír frente al estupor de su marido.


Y tal como anunciara, el sábado se presentó de la mano de Amie.  Se la notaba cohibida ante la presencia de Christian.Acababa de enterarse quién era el padre del becario.  Ahora comprendía todo.

Sin embargo con Anastasia, estaba más tranquila.  Miraba de reojo a su jefe, y su imponente figura, la seguridad que irradiaba, hacia que se sintiera pequeña. La mano de Teddy apretando la suya, hizo recordar a Ana, otra ocasión en vísperas de casarse y cierto contrato pre-matrimonial.  Sintió pena por Amie; comprendía perfectamente por lo que estaba pasando.  La chica es más joven que lo era ella, pero la timidez era la misma.  Durante toda la comida, se mostró poco habladora, pero en todo momento correcta y educada.  Ana, por debajo de la mesa, daba pataditas a Christian, para que dejara de mirar tan insistentemente a la chica.  Sabía que examinaba cada detalle de su comportamiento.  Era excesivo, aunque conociéndole lo creía normal.  Teddy no parecía darse cuenta, lo que aliviaba un poco a Ana..  No obstante entre las bromas de Chistian, las de Teddy y Phoebe, se disfrutó de una comida agradable y al final todo resultó perfecto, y consiguieron que Amie  participara con alguna anécdota graciosa, que todos rieron.

Tras un rato de sobremesa, la joven pareja se despidió con el pretexto de que irían al cine.  Amie estaba deseando marcharse.  Los Grey habían sido muy amables y cariñosos, pero esa casa tan magnífica, y sobretodo la presencia de su jefe, la cohibían  ¿ Cómo Teddy no le había advertido de ello ? ¿ Es que acaso era un secreto ?

- ¿ Qué te pasa? Estás muy callada
-¿ Te parece que no es para estarlo? ¿ Por que no me habías dicho quién es tu padre? Resulta que es mi jefe:  Para ti es muy sencillo porque es tu padre, pero dime ¿ con qué cara voy a mirarle cuando me le encuentre por la oficina?

- Ignorale.  Como siempre. El te ignorá a ti, seguro
- Pues qué bien . Una situación ideal.  No has sido legal conmigo, me has hecho una encerrona ¿ por qué Teddy?
- Por temor a que salieras corriendo. Nuestro apellido impone, como si detrás de él no hubieran personas con sentimientos y problemas como todo el mundo. Cuando les conozcas mejor...
- ¿ Y quién te ha dicho que quiero conocerles mejor ¿ Es que no te das cuenta? Mira tu casa y la mía
- A mi me importa un pito tu casa y la mía.  Yo te quiero, estoy enamorado de ti y deseo llegar a algo serio contigo.  El día que forme mi familia, no vendré a casa de papa a solucionar los problemas; trataré de arreglarlos yo.
- De todas formas la figura de tu padre me pone muy nerviosa
- Te lo repito: no le conoces. Mi padre parece muy rígido y lo es , en cuestiones de trabajo, pero es todo ternura y amor.  Es todo lo que hemos visto desde que nacimos y así deseo que sea mi hogar. pero reconozco que no debí ocultártelo. ¿ Vas a romper conmigo por esa tontería?

Amie le miró, y en sus ojos vio temor, temor de que ella le dejase.  No sabía que también se había enamorado de él, del becario de enfrente de su mesa, no del niño de papa  rico  que todo lo puede . Quería el  alma sensible de Teddy, que  no le importase si era pobre.

- Está bien.  Por esta vez te perdono, pero no más mentiras o será la última vez que me veas
- Gracias - Teddy la atrajo hacia sí y  la beso tan tiernamente, tan profundamente, que Amie correspondió con su beso.


miércoles, 24 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 14 - El secreto de Teddy

A solas en su habitación, tendido en la camas, miraba al techo y pensaba, pensaba en Amie Lynch.Qué le ocurría para no dejar de pensar en ella.? Nunca se le había hecho tan largo un fin de semana. No quiso salir con sus amigos; pretexto una fuerte jaqueca, no le apetecía.  Alarmada por su comportamiento, Anastasia subió hasta su habitación.



- ¿ Que te ocurre, cielo ?
- Nada mama.  Me duele la cabeza, eso es todo.
- Teddy, podrás engañar a la humanidad entera, pero no a tu madre. ? Tienes algún problema? Quizá pueda ayudarte a resolverlo, pero para eso tendrás que decírmelo. - Teddy se giró quedando frente a su madre
- ¿ Puedo hacerte una pregunta, mamá ?
- ¡ Claro hijo ! Dime
- ¿ Cómo os conocisteis papa y tú ?
- Fue muy gracioso, pero nos enamoramos al mismo tiempo y desde la primera vez que nos vimos.  Fut a hacerle una entrevista, porque tía Kate, quién debió ser quién la hiciera, estaba con gripe y me pidió el favor.  Cuando entré en su despacho, me caí de bruces porque tropecé con mi propio pie. Estaba muy nerviosa, no sabía nada de quién iba a entrevistar, y pensé que sería alguien mayor en edad.  Cuando le vi frente a mi ayudándome a levantar...  Cuando salí a la calle, tuve que tomarme un respiro.  Me impacto tanto que no podía ni  moverme del temblor de piernas que me produjo.  Pensé no volver  a verle más... Y así hasta hoy
- ¡ Que genial !
- Tuvimos muchas barreras que salvar
- ¿ Qué barreras?
- Pues ...

 ¿ Cómo decirle a su hijo la clase de barreas que fueron, pero se le ocurrió una respuesta - La diferencia social: tu padre ya era rico, muy rico.  Y yo una chica que tenía que trabajar para terminar sus estudios, con crédito,  que para mi era astronómico, por pagar.  Era un sueño imposible. Ademas ¿ cómo iba a fijarse en mi, acostumbrado a ver mujeres elegantes en el círculo en el que se desenvolvía? No. Era inalcanzable.  Pero... resultó.  Sin saberlo, pero resultó
- La clase social ¿ es un impedimento?
- No debe serlo. Tu padre trabajó muy duro para lograr lo que tiene ahora.  Mientras sea un trabajo honrado, no debe ser obstáculo  ¿ Por qué me lo preguntas? Te has enamorado ¿ verdad ?

Teddy cambió de postura y volvió a la anterior.  No contestó, pero con su silencio admitió que ese era su estado.  Anastasia no quiso insistir más.  Sabía que no la respondería.  Hacía igual que su padre, era ¡ tan parecido!  No quería pedir ayuda; pensaba resolverlo por si solo.  Abandonó la habitación y fue en busca de un vaso de leche y un paracetamol, a sabiendas de que tenía de todo menos dolor de cabeza.  Le dolía que su hijo padeciera mal de amores,  esa es una enfermedad que ella conocía muy bien, y que efectivamente tienes que ser tu quién la cures.  Al cabo de un rato volvió y dejo en la mesilla la leche y el calmante, lo hizo en silencio.  Al marchar, Teddy, le dijo " gracias mamá  ".  Pero  no le dio las gracias por la leche ni por el calmante, sino por su discreción.  Ella le miró y le sonrió, saliendo de nuevo de la habitación de su hijo.

Christian estaba en su estudio.  Tardó un buen rato en salir de él, y cuando lo hizo comprobó que Ana tenía un libro en la mano, pero la mirada no estaba en sus hojas, sino en la distancia

- Ana ¿ qué ocurre?  Teddy ¿ está mejor ?
- Christian, Teddy no está enfermo: está enamorado
- ¿ Estás segura ?
- Soy su madre, además reconozco los síntomas
- Subiré a hablar con él.
-No lo hagas, al menos de momento. Es algo que tiene que solucionar solo.
-Pero yo no quiero que sufra. Yo pasé lo mio  contigo, y si es igual, no lo quiero para él
- Yo tampoco, pero es algo que todos pasamos, sobretodo a su edad
- Puede que sea algo pasajero
- No lo creo. Tiene esa mirada...
- ¿ Qué mirada ?
- La que yo tenía cada vez que pensaba en ti
- Ah, ya. Yo también lo sentía ¿ o no lo sabes?
- Pero tú eras distinto.  Eras arrollador y planteabas las cosas a bocajarro. Él es como tú, pero algo esconde que le impide solucionar lo que sea.
- Bien.  Estaré atento, a ver si ha vuelto a las andadas.
-No creo que sea eso.  Ella está cerca de él.  Probablemente en la oficina
- ¿ En la oficina ?
- ¡ Claro ! No falta ni un día a ella, está estudiando.  Sale poco con sus amigos, y es fin de semana y está en casa


- En la oficina  ¿dices?  Creo que sé quién le atormenta. No te preocupes, lo solucionaré
-¿ Cómo que lo solucionarás?
- Si, no te preocupes. Le cambiaré de departamento y listo
- No lo hagas. Sería peor
- Pues tu me dirás
- Déjalo estar, por favor. Se le pasará

Pero Chrisitian no se quedó tranquilo; se trataba de su hijo que aunque fuera casi un hombre, él tenía la obligación de protegerle . " Les protegeremos hasta el fin de nuestros días ", le dijo Taylor, y ahora comprendía esas palabras. Observaría a la chica, y ya vería cómo actuar.

 Y llegó el lunes, y Teddy volvió a la oficina al salir del instituto como cualquier día, pero ahora Christian prestó más atención a la cara de su hijo, y pudo comprobar que ese día tenía la expresión más relajada, probablemente porque iba a verla.  Y a media mañana, se dejó caer por el departamento de Ross con una excusa y la pudo ver de cerca.  Observó que ella se puso nerviosa con su sola presencia: la intimidaba el Jefe Supremo.  Entró en el despacho de Ross y al cabo de unos instantes volvió a salir. Diirigió su mirada hacia Amie, y a modo de salido la dijo " señorita ".  Con una inclinación de cabeza, saludó a los otros  muchachos que trabajaban junto a ella.

Al llegar a su despacho, descolgó el teléfono y marcó un número por su móvil personal.  al instante recibió la respuesta.
-
-Welch, necesito un informe.  Lo más exhaustivo posible.  Ya conoces el sistema.  Lo quiero lo antes posible.  Privado y confidencial, como todos. De momento es lo que hay.  Toma nota . Nombre Amie Lynch. Gracias.

Al cortar la comunicación, recordó el día que hizo lo mismo con Anastasia. Habían pasado dieciocho años ¿ resultaría lo mismo ?  Preocupado volvió a lo que estaba haciendo..

Había resuelto la fiesta de Phoebe. Había llamado a los padres de la chica que iba a celebrar la fiesta de pijamas y había obtenido respuesta: iban a estar los padres. Sin problemas, podía ir a su cita con las amigas.  Por ese lado, todo resuelto de momento.  Mucho se temía que volveríia, no tardando mucho, a pedir unos nuevos informes a Welch.

martes, 23 de mayo de 2017

Los Grey - Capítulo 13 -Amie Lynch

Se sentaron en el salón después de cenar, que fue a la hora acostumbrada, pero lo hicieron los tres solos, porque Teddy, no acudió a la hora fijada. Posiblemente pensara que su padre aún seguiría en Nueva York. Christian relató la conversación mantenida con el canadiense y  Ana le dijo:

- Si todo fue tan bien ¿ cómo es que has tardado más de la cuenta ?- Christian no se atrevió a relatarla el suceso Elena, máxime que Phoebe estaba delante y preguntaría quién sería esa mujer a la que odiaba tanto su madre


- Me vi obligado a acudir con él al Metropolitan y al Moma. . Estaba deseando volver a casa. Dentro de un tiempo vendrá a Seattle a seguir con las conversaciones, y tendrás oportunidad de conocerle.  Y ahora cuéntame ¿ qué has hecho tu ?
- He visto a una escritora muy interesante, asistí al symposium en el que entablé contactos con otras editoriales, en fin...
- Y Teddy ¿ no es eso ?
-¿ Cómo lo sabes ? ¿ Phoebe?
- Si, me lo ha contado ella. ¿ A qué hora suele llegar ?
-A las doce o algo más.
- Muy bien. Id a acostaros.  Yo le espero hoy
- Pero...
- Ana...no discutas. Hoy le espero yo. Esto no puede ser.. Si se corrige, que yo espero que si, todo volverá a la normalidad.  Si no es así, tomaré medidas drásticas con él. Primero le escucharé a ver que me dice.  Si lo encuentro razonable, no pasará nada, pero si no es así me va a oir.

Y Christian miró el reloj y vio que eran las diez de la noche; consideraba que esa era un hora prudencial. Se sentó tranquilamente, encendió el televisor, y puso un canal de música. Leería mientras escuchaba alguna grabación:  Chopin era su preferido y qué casualidad  estaban con el preludio, Asfixia. Y de repente recordó cuando él tocaba esa pieza en  momentos en que algo le preocupaba, y no era precisamente la tardanza de Teddy, sino el asunto Elena. Cuándo y cómo decírselo a Anastasia. ¿ Sería mejor ocultarlo? ¿ Dejarlo pasar? Vivían en sitios diferentes, por lo que sería extraño que se vieran y que Anastasia se enterara de todo. El único que lo sabía era Taylor, y le constaba que él no se iría de la lengua.

Lo dejaría pasar unos días.  Ahora lo importante era Teddy, y ya se estaba impacientando y alterando,  al mismo tiempo.  ¿ Era Teddy el que le alteraba, o era su conciencia al demorar la noticia a Anastasia?
Dando las doce, el ruido de las llaves de la puerta de entrada le avisó su hijo ya estaba en casa.  Teddy entró y se dirigió al salón como todas las noches para saludar a su madre, a pesar de que ésta le recibía de uñas, pero más que nada era para tranquilizarla.  Su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró que no era Ana, sino Christian quién le aguardaba.

Calmosamente, Christian se levantó del sillón en el que estaba, y se plantó en mitad de la habitación, enseñando a su hijo el reloj, como si Teddy no supiera la hora que era.

- Papá ¡ has vuelto ! Se me ha hecho un poco tarde.  He tenido que esperar a que me trajera James, y él no tenía prisa por que nos marcháramos
- Teddy, si hay algo que me molesta es la mentira, y tú lo estás haciendo en estos momentos
- Deja que te explique, papá
- No Teddy. Has tenido a tu madre preocupada todos estos días y no te ha importado.  ¿ Qué excusa le dabas a ella, que James no te traia? ¡ Vamos hijo ! Que yo no he nacido así. ¿ Qué es lo que está ocurriendo? Quiero que me lo digas y va a ser ahora. ¿ Bebes ? ¿ Tomas algo indebido ? tú sabes a lo que me refiero
- No papá, ni una cosa ni otra
-¿ Entonces , dónde andas hasta estas horas?


- Papá me da un poco de corte decírtelo
-Si te da corte, es que no es bueno. Olvídate que soy tu padre.  Dime ahora mismo en que andas metido.
- Estamos dos chicos encaprichados con unas chicas, y vamos a verlas todas las tardes al salir del instituto
-¿ Y dejan los padres a esas chicas hasta estas horas?
- Es que ellas trabajan
-¿ Trabajan? ¿ Qué edad tienen ?
- Son mayores que nosotros
- ¿ Mucho ?
- Papa, es muy difícil para mi hablar de estas cosas contigo
- No me dirás que vais a un burdel   ¿verdad? - Teddy agachó la cabeza y no respondió. Christian se echo las manos a la cabeza , dio dos pasos y trataba de contener la furia.  Sabía que gritándole no iba a conseguir nada y debía saber toda la verdad- Responde Te3ddy ¿ vais a un burdel?
- Si... pero...
- Pero ¿ qué Teddy?  ¿ Folláis con ellas?
- Pues... si, papa
-¿ Todos los días?
- Si
- ¿ Y cuánto os cuesta ? Porque ellas no trabajan gratis
- Bastante
- ¿ Cuánto Teddy ?
- Quinientos dólares
-¿ Quinientos dólares todas las noches? ¿ Por cuánto tiempo ?
- Media hora
-¿ Media hora y quinientos dólares? ¿ No os dais cuenta que os sacan el dinero?
- No papa, ellas nos quieren
- Os quieren. ¿ Cómo podéis ser tan imbéciles?  Dime, ¿ al menos te proteges? porque no pensarás que eres el único al que atiende
-Si me protejo. Tienes que comprender que ya tengo una edad...
- Claro ¡ ya eres un hombre ! ¿ De dónde coño has sacado el dinero? ¿ Se lo pedías a tu madre?
- No, qué cosas dices
- Pues alguien te lo tenía que dar ¿ lo pagaba tu amigo, y si es así de dónde lo saca él ? ¿ Cuánto dinero debes?
- Debo  tres mil dólares
-¿ Quién te los dio ?
- Verás le dije que era para otra cosa.   Esa persona no sabe nada, me los dio creyendo que era para arreglar  mi motocicleta. Luego te fuíste a Nueva Yok y...


- ¿ Ha sido Taylor .  Contesta. ¿ No le extrañó que no nos lo pidieras a nosotros?
- Le dije que tu me regañarías, que te pondrías hecho una furia
- Encima con mentiras. Lo que más odio.  Muy bien.  Pues desde ahora se te han acabado las escapadas. y por las tardes, como tienes tiempo para follar, vas a tener tiempo para trabajar, Así que acudirás todas las tardes a las oficinas y allí trabajarás en algo. Ya te buscaré algún departamento. No creas que vas a ir de directivo: irás para repartir los cafés, el correo o irás a algún recado que te manden .
- Pero papa, tengo que estudiar.
- ¡ Claro que tienes que estudiar ! Lo harás y cuando termines, trabajarás. Y ahora... escúchame bien.  No soy tan viejo como para no entenderte, sé que a determinada edad, los chicos necesitan , bueno lo que tu ya has probado. Para información pregúntame, por favor. Yo te diré donde puedes y donde no puedes ir.  Hasta que me casé con tu madre yo...  Bueno no necesitas saber lo que yo hacía.  Espero que ésto no se repita más ¿ entendido ? Porque si desobedeces mis órdenes, tomaré medidas bastantes más severas que estas.  ahora ve a cenar , dúchate, hueles a burdel.  Y acuéstate enseguida antes de que se despierte tu madre,, que bastante preocupada la tienes.Buenas noches Teddy.
- Buenas  noches, papa



Christian se quedó preocupado por su hijo. De repente se daba cuenta de que se había hecho un hombre y que hacía las mismas cosas que cualquier joven.  No como él, que fueron circunstancias distintas, pero recordó la fogosidad de sus relaciones con Elena, y de que las hormonas no le dejaban tranquilo. ¡Elena ! Había olvidado ese tema  con lo de Teddy.  Definitivamente esta noche no se lo diría a Anastasia, si es que aún estaba despierta.
- Y mañana hablaré con Taylor.

Subió las escaleras y se dirigió a su dormitorio. Ana estaba despierta, sentada en la cama, esperaba ansiosa a Christian

- ¿ Has hablado con Teddy ?
-¡Claro mujer. Y no te preocupes.  Está todas las noches en casa de un amigo viendo películas y oyendo música.  Le he dicho que invierta su tiempo en trabajar, así que a partir de mañana irá a la oficina
- Pero tiene que estudiar
-Ana, si tiene tiempo de estar con sus amigos, tiene tiempo de hace algo útil. Si tiene que estudiar, lo hará allí. Y ahora dejemos ese tema y ocupémonos de nosotros.  Hace muchos días que no he estado contigo y reclamo mi espacio.

Anastasia rió y se escurrió de la cama. Christian la quitó el camisón y las caricias por el cuerpo de su mujer comenzaron.  Era como un ritual al que ella respondía. Sabían cuál iba a ser el resultado, algo que ambos buscaban

 "Ana, mi Ana" - Y besaba su boca con ansiedad, como si le fuera en ello la vida, al tiempo que recorria su cuerpo y bajaba por él con sus besos y sus caricias.

Pero Ana notó algo desacostumbrado.  Desde que se casaron sus relaciones sexuales eran intensas, pero no tenían lo que estaba teniendo hoy. Era algo que no sabía expresar, pero distinto.  Hacía mucho tiempo que no tenían esta intensidad, esta necesidad de ella. Pensó que se debía a los días de ausencia, y rechazó de su cabeza cualquier otra razón. Y disfrutó del sexo tan ardiente y especial que Christian y ella estaban teniendo a su regreso de Nueva York.  Al fin rendidos, como siempre,  sus cuerpos permanecían abrazados, eso no había cambiado.  El besaba sus cabellos y atraía su cuerpo hacía el. Amaba a esa mujer con desesperación, cada día más. Adoraba su olor a fruta fresca, y sonrió. Ana plácidamente se quedó dormida y un rato más tarde lo hizo Christian.




Peo su sueño duró poco y al cabo de dos horas de haberse acostado, ya estaba con los ojos abiertos.  Hacía tiempo que no le ocurría ésto.  Aprovechó que Ana se movió,  para soltar su abrazo y levantarse. Y de nuevo volvió al piano y de nuevo el preludio de Chopin resonó en las paredes, a pesar de la sordina.  Lo que hizo que Ana se despertara

- ¿ Qué ocurre? ¿ Qué te preocupa? Hacía mucho tiempo que no tocabas a estas horas
- No te preocupes. Sin duda el Jet lag y la espera de Teddy. Ve a la cama no tardaré
- No lo haré sin ti- Y se sentó a su lado reclinando la cabeza sobre su hombro.