jueves, 2 de enero de 2020

EL Primer Ministro - Capítulo 28 - Algo pendiente

Hacía bastante tiempo que  Malcolm
 Craig no aparecía por el partido.  Había sido un miembro activo y relevante de los tories desde su juventud, pero en un momento determinado, decidió que la política se estaba complicando demasiado para él, que aunque tenía ideas de derechas, éstas, habían tomado un rumbo que no era el suyo.  Cuando su hijo estuviera preparado para ello, tomaría su relevo.  Scott pertenecía a otra generación, con ambiciones nuevas, y nuevas ideas.  Y de este modo  pidió su baja, aunque acudiría siempre que le necesitasen.

No obstante, cuando estaba aburrido,  o simplemente por curiosidad, siempre  daba una vuelta por la cafetería de la sede y le gustaba charlar con los ex compañeros de partido.

Al día siguiente después de visitar a Claire en el hospital, decidió dar una vuelta  y charlar por un rato con sus antiguos correligionarios.  La sensación de Scott, de que en su problema con Claire, había manos ocultas, no paraba de darle vueltas en la cabeza.  Ahora tenían dos hijos; habían puesto los cimientos de una familia, y la sensación de malestar en ellos, de quien alguien había intervenido torticeramente  en el matrimonio de sus hijos, no le dejaba tranquilo.  No terminaba de creerlo posible, pero corrían tiempos difíciles con ideas perversas por alcanzar un escaño, y tampoco dudaba  de que Scott no estuviera descaminado.  Por eso salió de casa, sin decir a su mujer a dónde dirigiría sus pasos.  Tenía el conocimiento y la experiencia de años, de haber tratado a personajes de distintas raleas, ambiciosos y cobardes que no se paraban ante nada ni ante nadie con tal de sacar tajada de alguna situación.

— Buenos días señores — dijo al entrar en el club

— ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Qué es de tu vida? —le dijo uno de sus antiguos compañeros de partido

—Descanso, paseo, viajo con mi mujer... en fin, todo lo que puede disfrutar un jubilado

-—¿No vas a regresar?  Te advierto que la cosa está que arde— le respondió otro de los contertulios

— Por eso he pensado en venir a dar una vuelta y que me deis noticias de primera mano.  Estaréis contentos, habéis sacado el plan con mayoría— les respondió Malcolm

— Es cierto, pero aún tenemos mucho por hacer. ¿Sabes?  Andamos tras de una joven que vale mucho y que nos vendría bien como refuerzo, para mostrar que, savia nueva y joven, ha ingresado en el partido.  Aseguraríamos más nuestra posición

— ¡Eso es estupendo!— dijo Craig —Creo que nos estamos quedando un poco viejos

— Sólo hay un inconveniente:  esa persona milita  en el Labour  Party. Me colé en el último mitin que dio y me quede asombrado. Es oro puro.  Traté de indagar quién era;  pensé en hacerla una visita pero, además de que no soltaban prenda, me dijeron que estaba fuera y que de momento tardaría en regresar.  Creo que anda por Irlanda

-—Pues esto si que es una novedad.  Leí en un periódico de esos del corazón, que mi hijo estaba enredado con una desconocida, y me consta que es un bulo ¿Sabéis por qué publicaron ese chisme  ¿Cómo es que el partido no lo desmintió?  Nos pudo haber costado un montón de escaños, amén de que la reputación de mi hijo quedó seriamente dañada.

— Pero ya lo ves, ha salido airoso y ahora le tienes de Primer Ministro.

-—Si, pero, me gustaría averiguar algo de esa noticia.   ¿Vosotros sabéis de dónde salió?

— No estoy muy seguro pero creo que  fue Michael Spencer. Se fijó en la chica y la quiso atraer hacia el partido, pero ella dijo que no, y entonces ideó ese plan,. Pero no me hagas caso;  quién lo sabe es    Alistair. Tu sabes que Spencer es uno de los que más aportan al partido.   No estuvieron de acuerdo desde un principio, pero tu sabes como es Spencer.  Al final puso la idea en marcha, pero como te comento no le salió bien.   Ella siguió en el partido  al que pertenecía.  En una de las reuniones del comité, se oyeron voces porque parece ser que la joven está casada con alguien de otro partido que no era el nuestro

— Creo que hablaré con Alistair. Tengo mucho interés en averiguar lo que ocurrió.  No debió hacerlo, si es así como me cuentas.  Pudimos haber salido mal, muy mal. Fue una torpeza enorme.

—Se nota que te aburres en casa ¿Eh?   No me digas que ahora vas a ser detective ¿Por qué tienes tanto interés?— Malcolm, rió socarronamente y respondió

— No querido amigo, te equivocas.  Es que tengo interés en averiguarlo porque  no me gustan esos manejos por mucho dinero que aporte al partido.  Hemos de ser limpios y consecuentes con nuestras ideas.  Sólo es eso

—Bueno, pues si es así, ya nos explicarás otro día lo que has averiguado.  Déjate ver más por aquí

Se despidió y a continuación entró en la sede del partido,. cuyo local estaba anexo al club. A una de las secretarias, solicitó hablar con el Secretario General que le recibió de inmediato.

— ¡ Malcolm, querido amigo!  ¡ Cuánto tiempo sin venir por aquí !  Te doy la enhorabuena.  Sé que has sido abuelo ¿Cómo están los jóvenes padres?

Se saludaron palmoteándose en la espalda.  Eran amigos desde que juntos se afiliaron al partido. Malcolm sabía que él podría darle una verídica información respecto al problema originado en sus hijos por culpa del insidioso Spencer.  Y después de charlar de anécdotas del partido, entró de lleno en el tema.

— Dime Alistair ¿Qué sabes  sobre esa chica del laborista que queréis engatusar para nuestro partido?

—¿Cómo te has enterado de eso?  Fue un bulo que se lanzó que nos pudo haber costado caro.  Scott me informó de con quién se había casado.  Yo era el único que lo sabía, pero no sé cómo demonios , seguramente por la intervención de  Spencer, se originó en días pasados un fenomenal jaleo, al saber de quién se trataba.  Te aseguro que hice cuanto pude por no involucrar a tu hijo, pero ese imbécil metió la pata hasta el fondo.  No quiero ni imaginar si no llegamos a salir y se descubre el pastel lo que hubiera ocurrido. Afortunadamente tuvimos suerte y la gente olvida pronto, de lo contrario...

— Pero sabes qué, mi hijo y su mujer, se han separado a causa de la dichosa foto de las revistas amarillistas, y eso no lo voy a consentir. Sé que subvenciona muchas de las campañas, pero exijo  sea expulsado del partido.  Además de acarrearnos muchos disgustos, gente con esa reputación no nos conviene porque nos salpicaría a todos. De lo contrario seré yo quién lo divulgue, así que tú verás lo que haces.  Estoy molesto contigo;  debiste informarme y ahora mis hijos no estarían en la situación que tienen.

— No sabes cuánto lo siento.  Scott, no dijo nada al respecto

— ¿Por eso crees que el bulo lanzado es verdad?  Mi hijo estaba muy preocupado por su mujer, ya que el embarazo ha sido muy problemático y ha estado a punto de darnos un disgusto de los serios.¿Crees que él estaba para desmentir cotilleos?

— En serio que lo siento, no sabía nada

— Pienso que es cierto, y posiblemente él no dirá nada para no dar más pábulo a la mentira.  Pero exijo que le echéis.

—Desde luego, hoy mismo sin más demora se hará. Creo que estaría bien tratar de reparar lo mal hecho ¿Crees que podría ir al hospital y explicarles, a los dos, lo sucedido?

— Pues mira sería todo un detalle.

— No te preocupes, así lo haré hoy mismo

Se despidieron de la misma forma afectiva que lo habían hecho a su entrada.

  Ya en la calle,  Malcolm sonrió con malicia, pero con satisfacción. Todos se aclararía y de nuevo volvería la tranquilidad a su familia.  Llamó a un taxi y regresó al hospital para ver a su nieto y a sus hijos.  Todo había cambiado respecto a Claire de un día para otro.  No les comentaría nada, aguardaría hasta ver si  Alistair cumplía su palabra dada.

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