sábado, 9 de julio de 2022

Rumor de mar y lluvia en Connemara - Capítulo 33 - Por primera vez

 




                                                    Capítulo 33 - Por primera vez


A pesar de estar en distintas dependencias, hasta los oídos de Aileen llegaban voces quedas que, muy bajo hablaban y, a veces discutían sobre algo que ella no terminaba de averiguar. Pero su madre se mostraba airada. Lo que fuera que discutieran la irritaba en ocasiones y hasta, diría, que algo furiosa. Dedujo que debía estar relacionado con la visita a sus abuelos ¿Qué tan grande era el desafío? ¿Por qué no habían querido que estuviera delante en esa discusión? Ya era mayor y no sabía a qué venía tanto alboroto. Su madre repetía un no rotundo a algo que estaba sacándola de quicio. Creía imaginar a que se refería todo  y en ese aspecto, ella tenía algo que decir. No había conocido a sus abuelos, el primer eslabón de su cadena vital. Ni a unos ni a otros. También ella debía objetar algo, en lo que fuera que se tratase. Precisamente se encontraban allí por haber querido conectar con su padre y lo que llevaba consigo ese acercamiento.

Estaba a punto de conseguir su mayoría de edad ¿Cómo estaban ocultando algo que la pertenecía tanto como a ellos Decidida, abrió la puerta que la separaba de sus padres que, enmudecieron al verla aparecer. Se les veía alterados. De pie en la estancia, uno frente al otro. Respiró aliviada al comprobar que solo se trataba de un desacuerdo y no de una ruptura de nuevo.

— ¿De qué discutíais?—preguntó dirigiéndose a su madre, pues era quién estaba en contra. Pero...¿de qué? La interrogaba con la mirada, pero no decía nada. clavada su mirada en la de Aileen. Entonces volvió la cabeza hacia su padre, fijándola en él.

— ¿Y?—dijo, haciéndole ver que esperaba su respuesta
—No pasa nada, cielo
— Si, si pasa. Aunque no haya escuchado de qué va todo, sé que estoy en medio. Deseo saberlo.

Lentamente, explicaron el porqué de todo aquél lio formado:

— Voy a ir a casa de mis padres para aclarar de una vez todo este lío. Mamá dice que no. Porque se teme que no la reciban de buen grado. Y lo entiendo, pero creo que se equivoca. Sería una forma de destensar la cuerda y de una vez vivir con normalidad este parentesco. Quiero que te conozcan como conocieron a tu hermana en su momento. Deseo que seáis iguales ante todo y ante todos.
— Muy bien. Como yo soy la protagonista...Lo siento mamá, acompañaré a papá a visitar a mis abuelos.
— Pero es que ellos no desean conocerte
— ¿Cómo lo sabes? No has dado oportunidad para ello. No discutáis, por favor. Cada vez que os escucho, se encienden mis alarmas. Soy feliz teniendo a mis padres juntos de nuevo.

Aileen y Kwan se quedaron mudos. Tenía razón sus discusiones nada tenían que ver con ella. Era otra situación, otro tema que sólo había de decidir ella.  Y decidió:

— Iré contigo, papá .Si me reciben como es debido, será señal de que todo va pasando. Si así no fuera, iría sobre su conciencia. No he tenido culpa ni responsabilidad en este tema, por tanto, no deberían pagarlo conmigo.
— No Aileen. Yo tampoco tenía culpa y, no se la echo a ellos. Tú padre debió imponer su criterio. No era ningún jovencito. Me da miedo que te hagan daño, porque ´el rechazo suele ser muy cruel. Eso es lo que me duele. Yo misma iría y les pediría perdón por algo que no hice y por lo que se me culpó sin tener idea de ello. Pero el rechazo más absoluto, ni siquiera vino de tus abuelos, sino de la mujer de tu padre. al negarse a notificarle que habías nacido. Estoy muy dolida porque las inseguridades, los disgustos me los tuve que tragar yo sola, sin ayuda de nadie. No quiero que vuelvan a herirnos.
— Puedo asegurarte que eso no va a pasar. Entonces no sabía nada, pero ahora se trata de mi hija y la protegeré como sea necesario.
— Está bien. Por favor haz todo lo que puedas, porque sé que Aileen necesita a esos abuelos, los únicos que tiene. Y, estoy segura que, cuando la conozcan la adorarán. Haz cuenta que estará en tu mano por ello.
— ¿Crees acaso que a mi no me duele? Yo también estoy dolido. Perdí a quién más amaba, más que a nadie y ni siquiera supe que ese amor tenía una continuación .¿Crees que no tengo motivos? Pero estoy harto de problemas familiares y deseo ardientemente que todo vuelva a la normalidad.
— Está bien. Perdona. Tienes razón, tu también fuiste una víctima. Id cuanto antes.

Padre e hija acudieron a casa de los abuelos. Amy, mientras tanto, iría a dar una vuelta. Más por aplacar los nervios que sentía, que por curiosidad. Necesitaba dejar que corriera el tiempo, hasta que comprendiera que ellos estarían de regreso. Ni siquiera se fijaba en las calles que en otro tiempo recorriera. Su cabeza estaba ocupada  con los acontecimientos que habían invadido su vida de nuevo.
 No esperaban, no sólo la visita de su hijo, sino de quién le acompañaba. En un principio se quedaron mudos al verle con  una jovencita muy parecida a él y a su otra nieta. Pero ni siquiera podían imaginar que esa muchacha, también llevaba su misma sangre.
Sus rostros se dulcificaron ante la sonrisa de la muchacha, pero seguían sin comprender lo que significaba. Kwan se sirvió una copa. Lo necesitaba. De esta entrevista dependían muchas cosas que cambiarían su vida.
Los abuelos no dejaban de mirar a uno y a otro esperando, quizás alguna explicación que Kwan no les  daba, mientras apuraba su copa y aclaraba su garganta. Aileen se dio cuenta de ello y se dispuso a ayudarle. Lo más lógico y normal sería dejarse de rodeos y decir abiertamente lo que les había llevado hasta allí.

—Me llamo Aileen Park Kwan Callaghan. Mi madre es irlandesa y mi padre le tenéis delante. Soy vuestra nieta.

Los abuelos entre abrieron sus bocas como para decir algo, pero las palabras no salían de ellas, mientras miraban a su hijo y en dirección opuesta, es decir hacia Aileen. ¿Qué era lo que decía esa alocada jovencita? Se quedaron mirando a su hijo en busca de una ratificación de lo dicho por esa atrevida jovencita. No podía ser posible. Lo hubieran sabido. ¿De qué hablaba? Su nieta estaba en Irlanda estudiando ¿A qué asunto venía todo este jaleo? Kwan nunca les había comentado que tuviera un lio de faldas con alguna extranjera. Se quedaron fijamente mirando su cara: Era muy parecida a Suni, pero aún más a su padre a la misma edad de la joven. El color de su cabello les despistaba un poco, pero lo comprendieron al escuchar que su madre era irlandesa. De este modo, quedaba claro que fuera de color cobrizo y castaño.

La madre  se sentía aturdida al  oír todo a instó a su hijo a que comenzase a hablar, al tiempo que hacía un hueco en el sofá en el que estaba sentada, e indicando con el brazo a la muchacha que se sentara a su lado.  Ella lo hizo sonriente:

— Esto marcha— se dijo interiormente.

En el rostro del padre había una marcada arruga de preocupación y, al mismo tiempo de tranquilidad por la intervención de ambas mujeres que, juntas, esperaban que comenzase el relato. Cosa que hizo de un tirón, de inmediato. Necesitaba mantener la tensión para que no les diera tiempo a pensar en su contra.

Abrió su corazón, dejando escapar por primera vez lo que llevaba escondido desde hacia tanto tiempo. Por primera vez Aileen escucharía de boca de su padre lo ocurrido por haber nacido de alguien no deseado en Irlanda y, haber esperado diecisiete años para confesar su versión.

Después vendría la de Young Mi y, contrastadas ambas versiones, escucharían a su hijo los proyectos que tuviera para normalizar las circunstancias de aquella jovencita que, sin apenas hablar se había ganado su corazón.

Aileen, permanecía junto a su abuela, muy quieta y envarada su espalda. Con los ojos muy abiertos. La espalda recta, formando ángulo recto con sus piernas, en las que reposaban sus brazos. Su abuela la miraba de reojo, pero su actitud empezaba a cambiar. Le parecía una chica muy linda, no sabía si por los rasgos marcadamente orientales, o por el contexto de su nacimiento.

Kwan comenzó narrando la atracción que sintió por Amy nada más verla. A pesar de estar comprometido con quién después sería su esposa, no podía borrarla de su memoria. Máxime al trabajar casi codo con codo, porque,    aunque no fuera necesario, necesitaba tenerla cerca, lo más cerca posible.

— Cuando se marchó de Seúl, no sabía que lo haría  habiendo engendrado a una criatura. No volvería nunca. Tampoco se le dió oportunidad para hacerlo, ya que enseguida llegó el anuncio del compromiso y el de la boda. No obstante, quiso hablar conmigo para notificarme que había sido padre, pero Young Mi no quiso darle  esa opción.

— Pasó el tiempo y Aileen quiso saber quién era su padre. Conocer a unos abuelos que ignoraban su existencia y, deseando conocer a su hermana. Tiene unos orígenes que no desea ocultar a nadie, porque su madre la ha criado dignamente con miles de sacrificios al estar ella sola para todo. Ese es el motivo por el que ahora se encuentre en vuestra casa. Os echa de menos, a pesar de no conoceros.

Y en ese momento, Aileen interrumpió a su padre a punto de saltársele las lágrimas:

—Necesito a mis abuelos. Vosotros sois los únicos que tengo. Y deseo conocer a mi hermana. El que sea admitida en esta familia o no, se me escapa. Pero necesitaba conoceros y que supierais cómo era.

El abuelo la cortó en seco, haciendo girar la cabeza a todos:

— ¿Dónde está tu  madre?
—Está en el hotel o quizás dando una vuelta ya que hace mucho que estamos en vuestra casa.
— ¿ Por qué no ha venido con vosotros?
— Supongo que no se sentiría cómoda. Tiene miedo de que la echéis de casa.

Todos se miraron entre sí, para al final, fijarse en el rostro del abuelo que, permanecía serio, cabizbajo y refunfuñando algo entre dientes. Kwan conocía bien a sus progenitores y, en el gesto del padre, vió que estaba pensando en algo. Suponía lo que era, pero no despegó los labios para justificar alguna explicación. Tampoco estaba conforme con la actitud de la que a día de hoy, es su nuera.

—¡ Nieta!—repitió para sí, mirando de nuevo a la jovencita y , sonriendo suavemente, dijo:

— Desde luego eres coreana. Sí señor. Eso no se puede negar.

Respiraron aliviados. El jefe de la familia había dado su aprobación a la nueva nieta y, esperaban que también lo hiciera con la madre.

 RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR / COPYRIGHT
Autora: 1996rosafermu / rosaf9494quer
Edición: Julio 2022
Fotografías: Internet


No hay comentarios:

Publicar un comentario