miércoles, 13 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 20 - Paz de una parte, desacuerdos de otra

La cena transcurría en silencio.  Ninguno hablaba.  El matrimonio, con las caras largas, habían tenido su primera bronca y ni siquiera se miraban.  Alice no se fijaba en ellos.  Pensaba en lo planteado a Willy, y sonreía satisfecha; aún era capaz de enamorar a un hombre tan apuesto como  Willy.  La había hablado muy claro y sabía que ese sábado sería el comienzo , no de un día de sexo, sino de  una relación largamente oculta .  Por primera vez en mucho tiempo se sentía feliz, y ni siquiera se fijaba en la seriedad de la pareja que tan ardientemente se habían besado ante ella.

 Ni siquiera se daba cuenta de que podía escucharse el vuelo de una mosca, cuando a diario parloteaban hasta la saciedad la madre y el hijo,aunque   en pocas ocasiones su nuera intervenía, si no era para pedir que le acercaran algún ingrediente de la mesa.  Ni siquiera  se alegraba  de que, al fin, ellos hubiesen tenido su primera pelea seria no le había prestado atención al suceso  No se daba cuenta de nada,  tan sólo de su propio regodeo.  Y mentalmente planificaba lo que haría : peluquería y compras.  Quería, necesitaba que esa noche de sábado fuera distinta y nada  corriente.  Deseaba deslumbrar a aquel hombre y darse ella misma un baño de multitudes, viendo la expresión de él que la admiraría sin reservas.  Fue cuando, al terminar la cena y dirigirse James hacia ella para desearla buenas noches, cuando volvió a la tierra y se dio cuenta de la seriedad del matrimonio, y que ella misma casi no había probado la cena.  Pero estaba tan absorta en sus pensamientos que no se paró a pensar en lo que ocurría a su alrededor.:  James había salido del comedor sin Noa, algo que en contadas ocasiones ocurría.  Y entonces se fijó en la cara de ambos y les vio muy serios, demasiado, pero, aunque sin alegrarse, se dijo:

- Eso también es parte del matrimonio.  No van a ser todo caricias.  Existen los desacuerdos. Pero bah, ya se les pasará - Y siguió como si tal cosa.

Noa subió las escaleras para dirigirse a su dormitorio creyendo que James estaría en él, pero al abrir la puerta, a un mismo tiempo escuchó la puesta en marcha de un coche.  Era el de James y él, al volante que salía del rancho.  No se lo podía creer ¡ la estaba castigando sin siquiera comprobar que lo que le había dicho era verdad !  No la creía.  Pensaba que todo era confabulaciones contra su madre.  Eso la terminó de destrozar al pensar que era su primer disgusto y ella era la perdedora.  No quería ganar, sino simplemente que tomara cartas en el asunto, por ejemplo haciendo lo que ella había indicado:  vivir lejos de la suegra.  Ni siquiera lo había tomado en cuenta.  Pero quién estaba en casa era ella.  Quién aguantaba los desplantes de su madre, era ella.  Quién era ignorada para cualquier cosa, era ella.  Y ni siquiera lo tenía en cuenta.

Y de repente comenzó a pensar en hacer una escapada para ver a su padre.  Sentía que el ambiente del rancho comenzaba a ser irrespirable, que necesitaba alejarse de allí aunque fuera por un par de días.  Pero también tendría que escuchar los reproches de su padre por lo apresurado de su boda, y, francamente, no estaba dispuesta a escuchar más sermones; ya tenía bastante con los que tenía en casa.

Se tumbó en la cama pensando que James regresaría al poco rato.  Al  fin el sueño la venció,y al despertar comprobó que el lado de James, en la cama, permanecía vacío.  Miró el reloj y comprobó que era de madrugada y él había salido sobre las nueve de la noche.  De un salto se incorporó y corrió hacia la ventana para ver si el coche estaba aparcado a la puerta, pero el sitio estaba vacío, lo que significaba que no había vuelto a casa. ¿ Dónde estaba ? ¿ Habría tenido algún accidente? No creía que la discusión mantenida hubiera sido tan fuerte como para no volver  . Y los ojos se le llenaron de lágrimas de pena y de nervios porque no sabía qué hacer ni a quién recurrir.  Un nombre surgió como remedio:  Willy.  Se puso una bata y descalza para no hacer ruido, salió de la casa en dirección al pabellón que él ocupaba.

Unos fuertes golpes a la puerta despertaron a Willy que dormía plácidamente.  Cuando se hubo despabilado, pensó que era extraño que alguien llamase a esas horas, a no ser que hubiera ocurrido algo inesperado. Se tiró de la cama y abrió de inmediato.  Frente a él, se encontraba Noa hecha un mar de lágrimas.  El corazón le dio un vuelco al pensar que alguien hubiera tenido un accidente

- ¿ Oh Dios ! ¿ Qué ocurre? ¿ Pasa algo malo ?
- Willy, lo siento, pero es que no tenía a quién recurrir. James salió después de cenar y aún no ha regresado.  No sé qué hacer ni a donde ir. Se me ocurrió..
- Bien, tranquilízate. Has hecho lo correcto. Pero ¿ por qué salió a esas horas? ¿ Tenía algún compromiso ?
- No que yo sepa.  Discutimos.  Casi no hemos cenado, y él cogió el coche y se marcho sin decir a dónde iba.  Su madre no sabe nada
- Pasa y cálmate. ¿Tienes idea de dónde pudo ir? ¿ Dices que tuvisteis una discusión?  Seguro que habrá ido al bar

En la cabeza de Noa un nombre de mujer bailaba  sin a penas darse cuenta:  Jocelyn.  No se atrevía a pronunciarlo, tampoco tenía motivos para ello, pero no pudo evitarlo y sin darse cuenta, pronunció su nombre extrañando a Willy
-¿ Es que sospechas que esté con ella ?
- No lo sé Willy. Lo cierto es que no tengo motivos para sospechar, pero Alice siempre tiene su nombre en la boca y es posible que él haya buscado refugio en ella.  Los hombres sois así de tontos
- Voy a vestirme e iré en su búsqueda. Vuelve a casa y espera allí por si él regresara.
- Lo siento Willy haberte involucrado en mi preocupación
- Dime una cosa ¿ tenéis problemas?
- No, en absoluto.-  Es la primera vez que ocurre
- Si no es indiscreción ¿ qué o quién produjo esa discusión ?

Noa no quería pronunciar el nombre de Alice, pero él imagino algo porque sólo dijo

- Ya.  Me imagino.  Tenéis que salir de aquí. Hazme caso.  Debéis tener vuestra propia casa
- Ese ha sido el motivo, precisamente, de nuestra discusión.  Creí que era yo la malintencionada, pero compruebo que no es así, y créeme es un alivio saber que no estoy equivocada.
- Bueno, eso ya lo aclararéis vosotros. Ahora vuelve a casa y yo iré a buscarle. Me llevo el móvil, si regresara antes que yo, llámame

Y reconfortada por el apoyo brindado por Willy, regresó tan sigilosamente como había salido.  Y espero a ver si se producía alguna novedad que su impaciencia  hacía que el tiempo se hiciera eterno.  Y por fin volvió a escuchar el ruido de un motor: era el coche de Willy que regresaba y aparcaba frente a la entrada.  De él salió cargando a James que venía bastante bebido.  Noa salió corriendo para ayudarle

- No hagas ruido o despertaremos a toda la casa- la dijo Willy al encontrarse con ella.

Entre los dos  le subieron al dormitorio y le dejaron tendido en la cama.  James seguía sumido en los vapores del alcohol y hasta dormía plácidamente.

- Muchas gracias Willy.  Lo siento
- No seas tonta. Es como un hijo para mi.  Ahora tranquilízate y trata de descansar.  Mañana cuando se haya pasado todo, hablad y solucionad vuestras cosas. Buenas noches Noa
- Buenas nochesWilly y gracias de nuevo.

Noa trató de desvestirle, pero pesaba demasiado y estaba muy dormido.  Desabrochó el cinturón, le quitó los zapatos y le tapó con una manta. Ella había perdido completamente el sueño y dentro de poco amanecería, por lo que decidió no meterse en la cama. Se daría una ducha bien caliente para calmar sus nervios. En definitiva tendría todo el día para dormir ya que no pensaba salir de la habitación.  No quería ver a su suegra.   Seguramente la extrañaría que James estuviera durmiendo hasta tan tarde, pero no quería darle explicaciones, no la soportaba.  Había sido el objeto de su pelea y se le hacía insufrible su sola presencia.

Le miraba mientras dormía y no podía evitar que un escalofrío recorriera su espalda al escuchar que balbuceaba algo que no entendía, sólo  percibió un nombre mezclado con el de su madre:  Jocelyn y entonces la desolación la invadió.  No se equivocaba:  había estado con ella. Y lo que eso significaba heló la sangre en sus venas. La discusión había sido el detonante, pero la realidad era que ya se había cansado de ella y buscaba otros brazos.

- Pero no puede ser.  El me ama.  me lo demuestra cada noche. Lo ocurrido sólo es una riña de enamorados.  Nos amamos y ha pasado poco tiempo desde que nos casamos; no puede ser que se haya cansado de mi, ni olvidado nuestras noches de verdadera pasión. Pero entonces ¿ a qué viene ese nombre? ¿ Qué ha tenido ella qué ver en todo esto ? ¿ Serán indicaciones de su madre?

Y las palabras de reproche cuando la anunciaron que querían casarse vinieron a su memoria y se tapó la cara con las manos llorando amargamente.  Lo cierto era que se había salido con la suya.  Tenía que hablar con él en cuanto estuviera en condiciones y si eso era cierto, regresaría a Nueva York de inmediato, aunque volviera con el corazón hecho añicos.  No podía estar allí rumiando su fracaso, y decidió salir a tomar el aire y poder respirar y llorar a gusto cuanto quisiera sin temor a que la escucharan y fuera el comentario de todos.


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