jueves, 7 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 8 - Un consejo para James

Ambos hombres miraban al frente y ninguno hablaba. Tras pensárselo y carraspear, James inicio la conversación. No sabía muy bien lo que buscaba con esa confesión, quizá  el visto bueno, aunque en el fondo lo dudaba, ya que conocía muy bien a Willy y sabía que no estaría de acuerdo con ese repentino amor y la aún más repentina boda. Debía ser claro con él y hacerle ver que sus sentimientos no eran un capricho momentáneo, sino que estaban profundamente enamorados y que ella estaba dispuesta a dejar su mundo para integrarse en el de ellos.  Le contó cómo se conocieron, la tensión entre ambos y al fín lo que comenzó siendo amistad para terminar en la habitación del hotel.

  Willy, al escucharle, se rascaba la cabeza y eso era señal para James, que , no sólo no estaba de acuerdo, sino que debía prepararse para escuchar su veredicto.  Pero era muy importante para él que lo supiera, porque si lograba convencerle sería un gran aliado frente a su madre..  Por eso, tras respirar durante un segundo, Willy comenzó a dar su impresión

- Verás muchacho. Eres lo suficiente mente adulto para saber lo que te conviene, pero me lo has contado para que te diera mi impresión, y te la voy a dar.  Espero que tengas en cuenta que, aunque te diga algo que no quieras oír, lo hago desde el cariño que te tengo y que sólo deseo lo mejor para tí. Y mi opinión es que debes olvidar este viaje que te ha deslumbrado.  Seguro que será una chica excelente, pero habéis puesto la marcha a una velocidad de crucero y eso nunca es bueno. En una semana nadie decide casarse sin conocerse siquiera.Has estado ciego ¿ cómo se te ocurrió acostarte con ella ? Era una desconocida que seguramente iba en busca de tu dinero y tu posición, y posiblemente recibirás una llamada anunciándote que vas a ser padre.  -  --  - Créeme, mi corazón no me engaña:  me ama y yo a ella.  Y la haré mi esposa, aún en contra vuestra. La semana próxima volveré a Nueva York  para hablar con su padre y anunciarle nuestra boda

- Escúchame.  No la estoy juzgando, pero mi experiencia me dice que no es la primera vez que escucho esto mismo. Pero no la conozco y tienes razón, no se debe juzgar a nadie sin conocerla. Si en verdad os amáis como dices, haz que venga al rancho, que pase una temporada con nosotros, que se acostumbre a nuestra vida y de este modo tendréis más tiempo para conoceros y conocerla nosotros también. No deseo nada malo para tí; eres como un hijo para mí y lo sabes pero lo que me estás contando sólo se ve en el cine y no en la vida real
- ¿ Y tú me dices eso, que estás enamorado de mi madre desde hace siglos?
- Pero eso es distinto.  Nos conocemos ambos. Creo que me has contado todo esto porque sabes que tu madre no lo aprobará y buscas mi ayuda. Pero no puedo dártela ya que yo pienso lo que acabo de exponerte
- Está bien Willy.  No te pondré en ningún aprieto, pero sabed ambos que voy a casarme con ella con o sin vuestra aprobación.  Estudié una carrera que me apasiona  a cambio de hacerme con el rancho, que no es lo mio, y sin embargo acepté sus condiciones, bien pues ahora soy yo quién impone las reglas y las mías son que la aceptéis  en la familia, porque la he elegido para compartir mi vida con ella y acepto correr el riesgo de un fracaso, pero también sé que ella es a quién  amo y mi vida estará completa con ella y no con otra. Me imponéis a Jocelyn a sabiendas de que no la amo, y aún así no os importa aunque seamos ambos los más infelices de la tierra.  Soy yo quién ha de elegir a la mujer que deseo sea mi esposa y no vosotros ¿ Entiendes?

- Te entiendo...  De acuerdo te apoyaré en lo que pueda aunque vayas de cabeza al matadero. Pero que conste que será tu responsabilidad  exclusivamente. Y te ruego permanecer  al margen si es que ello es posible.  Y ahora  ¿podemos volver a casa ?
- De acuerdo Willy.  Gracias.  No esperaba menos de tí. Y sí, vayámonos a casa y cuanto antes resuelva esta situación será mejor para todos.

Tratarían de calmarse durante el trayecto, ya que la conversación mantenida les había alterado un poco. James comprendía la postura de Willy, pero siempre le había confiado  sus vivencias y no podía ahora, en el momento más crucial de su vida, dejarle en la estacada.  Y es más,  nunca le había visto más firme en su decisión de unirse a esa chica, y eso le sorprendía y le hacía comprender que no se trataba de algo pasajero, sino que efectivamente se habían enamorado y estaban decididos a unir sus vidas.

- ¿ De qué te ries ? - le preguntó James
- De nada, hijo, de nada. Que es cierto el dicho de que la realidad supera a la ficción.  Estaba recordando una novela que leí hace mucho tiempo.  Tanto que ni siquiera recuerdo el título

James también sonrió sabiendo que efectivamente Willy le apoyaría frente a su madre.  Y tocando el cláxon, llegaron frente  al rancho. Alice salió deprisa a recibir a su hijo con los brazos extendidos hacia él

- Mamá, solo ha sido una semana
- Cierto, pero para mí es una eternidad. Ni siquiera cuando estabas en la universidad logré acostumbrarme a tu ausencia.. Tienes que contármelo todo. No pierdo la esperanza de ir algún día a Nueva York - le decía Alice rabiosamente contenta
- Si mamá, no te preocupes.  He de contarte muchas cosas

Willy miró a James y éste le devolvió la mirada; ambos sabían de la tormenta que estaba a punto de producirse de inmediato, pues ella no era de las que esperaban para otro momento.  tendría que explicárselo no tardando mucho rato.

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