miércoles, 20 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 37 -Cena entre dos

Cecil lo que menos pensaba es que se vería frente a frente con su yerno. Los dos permanecían en pie observándose mutuamente, y al fin el suegro extendió su brazo para estrechar la mano de James. En su rostro, además de la sorpresa expresaba un poco de satisfacción.  Había recriminado a su hija que no le hubiera llamado para anunciarle donde estaba, y a las persistentes llamadas de James, para justificar su falta de comunicación, lo único que se le ocurrió fue decirle que " no quería saber nada de él".  Tenía una magnífica opinión de James y lamentaba profundamente que su matrimonio terminase como lo hizo.  Sabía que ambos se amaban y que si se sentaran a hablar y consiguieran alejarse de la influencia materna de él, conseguirían estabilizar sus vidas y al fin ser felices.
No sabía lo que le traía hasta Nueva York,.  Le ofreció algo para tomar, y sentados uno frente al otro, entablaron una conversación banal, para romper el hielo.

Y James le explicó que su presencia allí se debía como abogado e intercesor de un acreedor suyo, del que acababa de tener noticias.

- Es algo complejo de saber y entender.  Por eso deseo comenzar por el principio de la historia, porque no sé si Noa te puso,  en alguna ocasión,  en antecedentes de ello. Y todo comenzó cuando...

 Y James relató sin omitir detalle  las circunstancias familiares y el resultado de la entrevista  entre su madre y su tío.  Cecil le escuchó con atención.  En silencio,  se levantó de donde estaban sentados, y tomando una botella de whisky echó un poco en la copa de cada uno.  Necesitaba aclarar un poco su cabeza y asimilar todo lo que acababa de saber. De golpe comprendió, atando cabos,  que tanto él como su hija, habían sido víctimas de un cúmulo de circunstancias ajenas a ellos, aunque no disculpó a Alice a la que no tenía el gusto de conocer, pero creía que había influido bastante en las repercusiones que había tenido para ellos.  Hizo reconsiderar a James que de no cumplir con lo acordado habría serios problemas, pero ante la sinceridad de su yerno,  y después de muchas reticencias, al fin accedió a dar un plazo mayor hasta cancelar la deuda, o bien su financiera podría hacerse cargo del setenta por ciento de los activos de su tio y  cancelar la totalidad de la deuda a cambio

- Que conste que lo hago por tí, por vosotros, porque a tu tío a penas le conozco.  pero has sido sincero y creo que habéis pagado con creces unas repercusiones de las que no teníais nada que ver y que tu tío tampoco es el causante. Pero tengo mis dudas sobre vuestro futuro, y deseo ayudaros. En mi empresa precisamos un abogado de confianza ¿ aceptarías ese puesto ? Unos ingresos seguros y no esperar a que te entren clientes. Tendríais que vivir en Nueva York, pero poco a poco delegaría en tí, si es que aceptas.  Pienso casarme con Pamela y comenzar a desentenderme de los quebraderos de cabeza que dan las finanzas. Noa se ha estado preparando para hacerse cargo de una parte de la empresa, ya que no esperaba el desenlace que parece ser va a producirse.  Supongo que lo hablaréis entre los dos y decidiréis lo que deseáis hacer.

- Si deseas seguir con tu bufete, tampoco habrá problema, porque te recomendaría a mis amistades  .  En fin, tú considéralo con Noa.
- Te agradezco la ayuda, pero deseo seguir con mi bufete.  De momento no tengo apuros económicos y puedo seguir adelante. Además tengo contratado a una secretaria y un detective, que llevan conmigo algún tiempo, y no me parece ético dejarles plantados.  Gracias Cecil, pero ya me arreglaré. ¡Ojalá Noa acepte mi plan, !  porque ella es fundamental en mi vida.  No tiene ni idea de lo que la he echado de menos y lo que la necesito a mi lado..  Estos meses han sido horribles para mi.  Pensaba en mil cosas y me moría de la tristeza.  Esta noche hemos quedado para cenar. Llega la hora de las explicaciones y de por qué no, de las posibles soluciones.
- Esta noche lo decidiréis.  Eso es cosa vuestra en la que nadie debemos intervenir.  Lo que si te digo, es que me alegraría muchísimo que volvierais a vivir juntos, como cualquier matrimonio.  Te aprecio, James, porque se que amas a mi hija, y eso para mí es lo más importante  Durante este tiempo de separación,  no era la misma. estaba deprimida, solitaria.  No quería salir con sus amigas y  de vez en cuando observaba que se quedaba mirando a no se sabía dónde, pero se abstraía con demasiada frecuencia.  Y el causante de todo eso, supongo que serías tu, porque sí, James, ella también te ama profundamente.  Sólo deseo su felicidad y sé que a tu lado la tendrá.  Pero tenéis que poner orden en vuestras vidas; derribar algunas barreras, y deshaceros de algunas ligaduras que os atenacen. Y a partir de eso, la paz y felicidad, volverá de nuevo a vuestra vida. Y créeme que lo deseo más que nada.


Noa regreso a su casa antes de la hora prevista: tenía muchas cosas que hacer. Llamó a James para que pasara a buscarla a su domicilio en lugar de a la oficina.  Estaba excitada, nerviosa y al mismo tiempo temerosa de que todo lo que estaban tratando de arreglar, se quedara en eso : arreglo.  Revisó el vestido que iba a ponerse.  Quería estar más bonita que nunca, deseaba estarlo para su marido. Hacía mucho tiempo que no se habían visto, y las esperanzas volvían a renacer en su vida. Solos ellos dos.  Charlarían de todo aunque todo sabían. El sentirse de nuevo amada por él, le daba fuerzas para enfrentarse a todo lo que viniese, pero al mismo tiempo, quería fuese conquistada por James, como si fuera la primera vez que salieran juntos.  Y muy a su pesar, porque la impaciencia la consumía, se haría de rogar, es decir fingiría que no estaba interesada en volver con él, aunque pensaba que no podría seguir con esa farsa durante mucho rato, ya que los deseos de abrazarse a él eran tan grandes que no podía pensar en otra cosa.

Habían sido meses de ausencias,pero de madurez también.  Ahora no le sería tan fácil a Alice ganarla en esa batalla.  Conocía lo que suponía de dolor por la falta  de él, y no estaba dispuesta a perder terreno.  Sabía que ya no vivía con su madre, y que ésta a su vez tenía a alguien a su lado que influía bastante en ella y además era un partidario fiel de ellos dos. Si, todo había cambiado, pero ¿ sería suficiente?

No podía quedar quieta sentada, y paseaba sin cesar por la sala en donde aguardaba la llegada de James. Mil veces revisaba su peinado, su vestido. Eligió su perfume preferido el que a él más le gustaba; consultaba el reloj miles de veces, hasta que al fin el timbre de la puerta retumbó en la casa.

- Ahí está.  Ya ha llegado - se dijo impaciente.

Y ella misma abrió la puerta, y ambos se encontraron frente a frente.  Sin pestañear siquiera, James la miraba de arriba abajo, como para convencerse que la tenía ahí, y que con sólo extender el brazo. podría tocarla, abrazarla y escuchar su voz.  La cabeza le daba vueltas y la emoción le impedía pronunciar palabra.  pero a Noa, la ocurría lo mismo. Estaban ante una nueva etapa de sus vidas;  empezarían de cero, como si lo anterior vivido fuera  el final de algo y el libro se abriera por otro capítulo diferente. Habían madurado, se conocían mejor, a pesar de haber estado separados. No habían tenido tiempo de disfrutar de su matrimonio, pero a ellos, todo ese tiempo transcurrido era como un mal sueño vivido, y al despertar todo sería diferente y más bonito.

- ¡ Hola ! - la dijo sonriendo - Estás preciosa

Y avanzó hacia ella,, acariciando su mejilla y depositando un suave beso en ella.  Noa al sentir su contacto sintió algo parecido a una corriente eléctrica.  Aún la producía esa sensación su contacto.  Todos los planes que se había trazado para hacerse de rogar, se habían desvanecido ante esa inocente contacto.  No podría soportarlo y toda su estrategia se evaporaría como por arte de magia.  Sería irresistible.  Había deseado tanto una caricia suya, que ahora que la tenía, le temblaban las piernas y se sentía incapaz de reprimir el abrazo que escapaba de sus manos, pero no  por mucho tiempo,  ahora, en ese instante, sacó fuerzas y respondió a su saludo casi con frialdad, fingida, pero firme.

- Gracias.  Sigues siendo tan caballeroso como siempre

Esas palabras dichas con tanta ceremonia, fueron como un  jarro de agua fría para él. ¿ Cómo era posible que estuviera tan indiferente? ¿ Se había hecho vanas ilusiones? No podía creérselo.  De repente se había quedado mudo, sin saber qué decir.

-¿ Qué te ocurre, es que no deseas que cenemos juntos? No quiero nada a la fuerza,Si es eso lo que quieres, dejémoslo, pues, para otro día. Lo siento si te he forzado a algo que no deseas. Tienes razón. ha pasado tiempo y es posible que ya no sea lo mismo

A ella comenzaron a temblarle las manos. Se había equivocado al gastarle esa broma, que James no había entendido.  Estaba dispuesto a cancelar esa reunión tan esperada por ambos, y decidió avanzar hacia él.  No podía dejarle marchar, ya no

-James, no he dejado de quererte nunca. Sólo ha sido una broma que quería gastarte por ver tu reacción. Perdóname.Lo he pasado muy mal, aunque no lo creas;  mi mundo se había hundido y mi cabeza no dejaba de pensar que ya no me querías.  Que no había significado nada para tí.  No sabía que habías llamado en repetidas ocasiones. Siempre seré tu mujer, siempre seré tuya, aunque no estemos juntos, aunque no me ames, yo si te amaré mientras viva.


James la miraba muy serio y emocionado.  Su mujer se estaba declarando a él. Avanzó hacia ella, y la rodeó con sus brazos, besando su cabeza y sus mejillas por las que corrian lágrimas amargas de dolor de pérdida.

- No mi vida, no llores. No lo soporto, no por mi culpa.En un principio pensé que habías aceptado la cena para zanjar lo nuestro. Te noté tan fria y distante, no sólo ahora, que sé ha sido una broma, sino al vernos en la oficina.  Nuevamente me partiste el corazón, porque te he querido siempre y siempre será así. Nunca, ni siquiera, intente olvidarte porque fue tan especial lo que teníamos que ese recuerdo me daba aliento para seguir y no perder la esperanza de que algún día volviéramos a estar nuevamente unidos.
. James, yo...
- Ya, cariño.  Basta de amarguras. Vayamos a cenar y disfrutemos de estar juntos.  Tengo proyectos de futuro que sólo contigo quiero realizar. He de explicártelos y si los apruebas me habrás dado la vida.

Y nuevamente sintieron su calor al abrazarse y mientras James acariciaba su cara y la besaba una y otra vez, ella cerraba sus ojos saboreando sus caricias,  y sabía que ésta vez sí sabrían cómo encauzar su vida. Y reían, reían como dos chiquillos.  El la tomó por la cintura y se dispusieron  disfrutar  que de nuevo estaban juntos. Que planearían de nuevo su futuro, los dos.  Y las lágrimas de Noa las enjugaba James con sus manos mientras ella reía,  pero ahora de alegría. Su amor permanecía inalterable.  Era firme y perduraría así siempre, desmintiendo a aquellos que les auguraba un romance veloz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario