jueves, 14 de marzo de 2019

Nunca logré olvidarte - Capítulo 24- El secreto de Alice

Alice tuvo necesitad de sorber un poco en la copa que tenía delante, ante la atenta mirada de Willy. Intuía que lo que iba a narrarle no era agradable para ella, que abriría, posiblemente, heridas aún no cerradas. Recordaba la soledad hiriente que tuvo al morir James, su marido.  Al quedarse sola únicamente con su pequeño hijo que echaba de menos al padre.  Y seguramente su muerte se debió a las preocupaciones por el rancho y lo acaecido con la familia de ella.  Su corazón no era fuerte y una mañana, preparándose para ir al trabajo, sufrió un infarto del que no pudo recuperarse, dejando a Alice sumida en la desesperación y a un niño pequeño llorando por la pérdida de su padre.
Alice tragó saliva y comenzó a contar su historia

-Era muy joven cuando una mañana se acercó un muchacho a la propiedad de mis padres solicitando trabajo. Me preguntó dónde podría hablar con alguien  sobre un anuncio para un puesto en las caballerizas del rancho..  Era apuesto, alto guapísimo y también joven, aunque no tanto como yo.  Tenía unos brazos fuertes, musculosos, acostumbrados al trabajo.  Le dí la indicación  de nuestro administrador y yo seguí con lo que estaba haciendo: sembraba unos rosales.>
> Durante la comida mi padre comentaba a mi madre, la visita que había recibido del hijo de un antiguo compañero de estudios, que ni siquiera recordaba.  Al escuchar ese comentario, presté más atención a lo que conversaban, y aún no sé por qué.  Seguramente era un aviso del destino. Mis hermanos conversaban entre ellos de sus cosas, y yo, en silencio, seguí comiendo, pero también prestando atención a lo que mis padres conversaban.  Y por ellos me enteré que le dieron el trabajo, no porque se tratara de una vieja amistad de mi padre, sino por su carta de referencias, que parecían ser excelentes.>
< Procuraba hacerme la encontradiza con él, y que quizá por mi inexperiencia no creía se diera cuenta de que  le buscaba, pero no era así.  Poco a poco entablamos alguna que otra conversación hasta conseguir  que fuera mi amigo.  Yo sentí algo más que amistad pero no lo comenté con nadie, ya que de haberlo hecho, mi familia hubiera puesto el grito en el cielo.  Era la única chica de la familia, aparte de mi madre, pero todos me miraban como a una muñeca de porcelana frágil, a la que había que cuidar.>
< El verano se acercaba y al fin una mañana me dirigí a las caballerizas y ensillé mi caballo dispuesta a salir a dar un paseo. El capataz me llamó la atención para que tuviera cuidado. Los obreros estaban descansando y James cepillaba a los caballos>

- James, acompaña a la señorita. Ya terminarás lo que estás haciendo

< El obedeció sin rechistar, al contrario sonreía.  Ambos salimos a trote ligero sin dirección alguna.  Nos mirábamos y sonreíamos.  Llegamos  a un lugar adorable lleno de vegetación y tranquilidad, y allí desmontamos para tomar un respiro. El me ayudaba a ello, y al hacerlo, siguiendo unos impulsos de ambos, al alzarme para bajar, estábamos tan cerca uno del otro, que sin darnos cuenta nos besamos. Y de inmediato algo surgió más fuerte que nosotros mismos.  De golpe James se dio cuenta de lo que habíamos hecho y de las consecuencias que podrían haber.  Se separó de mi bruscamente y me dijo

- No, ni hablar.  No puede ser.

< Yo no entendía muy bian a lo que se refería.

- ¿ Es que no te gusto ? - le pregunté
- No es eso.  Me gustas en exceso, pero mírame.  Ers la hija del jefe.  Esto no puede ser. Tenemos que frenarlo ahora mismo
- Pero James.  Yo te quiero - le contesté
- Yo también, pero eres muy joven.  No tengo nada que ofrecerte y además soy un trabajador de tu padre ¿ Crees acaso que daría su autorización para nuestro noviazgo?
- Al menos déjame intentarlo - le respondí

- Nos encontrábamos frente a frente, los dos solos sin saber qué hacer ni qué decir. Me tomó de la cintura y me subió de nuevo al caballo. Él hizo lo propio y salimos de allí rumbo al rancho . No nos vimos en toda la semana.  El me esquivaba y yo estaba permanentemente de mal humor.  Mi familia lo achacaba a mi adolescencia, pero ignoraban que ese estado de ánimo, era precisamente porque me estaba convirtiendo en una mujer.  Estaba muy enamorada de aquél muchacho, pero cómo decírselo a mi madre. Lo pensaba detenidamente y comprendía que el rechazo de James era justificado, aunque no quería reconocerlo.  Traté por todos los medios de verle, de hablar con él, pero siempre me rehuía.  Entonces decidí,  durante una de nuestras cenas, sacar la conversación de la diferencia de clases.  Y lo conseguí, aunque no fue la respuesta que yo quería>

- ¿ Por qué te interesan esas cosas ? - me preguntó mi madre. No se me ocurría nada ni me atrevía a confesar la verdad
- Nos han mandado un trabajo de clase-
- Pues reo que será papa quién deba responderte y orientarte en tu redacción
- Hija mía - dijo mi padre muy solemne- Siempre existirán las diferencias de clases.  Por ejemplo, nosotros, apreciamos a nuestros obreros, pero nunca me mezclaría con ellos. Nosotros estamos en una escala social muy alta y ellos no se acostumbrarían a vivir como lo hacemos nosotros.  Les resultaría incómodo.  Siempre tendremos esa diferencia; luego están las amistades.  Ellos se divierten yendo los fines de semana al bar y echar una partida  de cartas con sus amigos, beber y ver rugby, por ejemplo.  Nosotros sin embargo comemos o cenamos con algún financiero. O vamos al teatro o simplemente nos reunimos con nuestros amigos ¿ ves la diferencia ?

<  Entonces me tiré de cabeza a la piscina. Y como el que no quiere la cosa, les dije >

- Y si por ejemplo me enamorara de un obrero y me casara con él, ¿ le aceptaríais?
- ¡ Jesús qué cosas dices !  Naturalmente que no. No podría mantenerte con el estilo de vida al que estás acostumbrada. Y si acaso ocurriera y tuviéramos que presentarle a nuestras amistades ¿ crees que sabría comportarse como la ocasión requiriese?  Rotundamente creo que no
- ¿Pero si estuviera enamorada de éL ?
- Alice, eres muy joven aún para esos ejemplos.  Pon en la redacción lo que tú creas y zanjemos el tema, porque nunca vamos a ponernos de acuerdo.  Tu eres muy progresista y nosotros conservadores.  Son dos formas distintas de enfocar la vida
- Pero ¿ si me casara con él ?
- Sencillamente no lo permitiría. Dejarías de pertenecer a esta familia. Si  prefirieras a él antes que a nosotros, tendrías que marcharte y  renunciaríamos a ti. ¿ Sabes a lo que me refiero? No heredarías ni un dólar a nuestra muerte.

< Iba a hacer otra pregunta, pero mi padre se levantó de la mesa tirando la servilleta bruscamente.  Señal de que pensaba que lo preguntado no era simplemente una opinión más.  Al día siguiente le ví hablar bastante rato con el capataz en su despacho, señal de que algo se cocía en esa cocina.  Traté de ver a James, pero fue inútil y esa misma noche, escuché la conversación de mis padres y por ellos me enteré que había sido despedido a raíz de mis preguntas en la mesa>

< Creí morirme de angustia ¿ Dónde estaría ? ¿ Por qué lo habían hecho ?  En cuanto pude busqué al capataz y le pregunté por la dirección de James.  Me respondió que estaba en el motel de las afueras, pero que se marcharía de inmediato en busca de nuevo destino.  Tenía que verle sin falta esa misma noche.  Esperé a que todos estuvieran acostados y con sigilo salí de mi habitación en dirección a las cuadras.  Ensillé un caballo y me dirigí a la dirección que el capataz me indicó.  Le encontré y me lancé a sus brazos llorando.  Le conté lo ocurrido, y el tristemente me repitió que lo nuestro no podía ser.  Y entonces tome la decisión más importante de mi vida.  Era muy joven, cierto,  pero sabía que James era el amor de mi vida>

- Nos iremos. Ahora mismo.  Viviremos en otro sitio donde nadie nos encuentre.  Trabajaremos los dos y saldremos adelante.  Te quiero James y no voy a perderte por una forma de pensar arcaica de mi familia.  Nos casaremos  lejos de aquí y formaremos nuestro hogar lejos de todo esto
- ¿ Estás loca ?
- No no lo estoy.   Sólo por tí

Y tuvimos un tira y afloja porque él sabía que lo dicho por mi padre sería verdad y no lo quería para mí.  pero a fuerza de insistir, de besarnos, de acariciarnos... terminamos en la cama haciendo el amor.  Mi primera vez. Ya todo estaba consumado

.- Ahora no tendrás más remedio que casarte conmigo - Le dije.  Y él me respondió
-Eres un diablillo, y sí nos casaremos, pero antes hablaré con tu padre. Soy un hombre de bien y le pediré tu mano. Si no me la concede, haremos lo que dices, pero no renunciaré a ti. En cuanto haya un poco de luz, te llevaré a casa para que no sepan que has faltado de ella.  Y después que Dos  nos ayude porque serás mi mujer. ¿ Sabes a lo que nos enfrentamos?
- Si lo sé y nada me detendrá. Deseo ser tu esposa y amarte hasta el fin de mis días.

< Y cumplió lo que había dicho, pero mi padre ni siquiera le recibió.  Salió de allí cabizbajo y yo le observé desde la ventana de mi habitación.  Al verle supe que había sido un fracaso, y decidida puse en una bolsa algo de ropa y la escondí hasta que tuviera ocasión de escaparme de casa.  Y nos casamos en Laredo y allí fundamos nuestro modesto hogar y allí nació James. Les llamamos por teléfono para anunciarles que eran abuelos, pero ni siquiera se pusieron .  Trabajamos como dos locos, porque no teníamos dinero ni siquiera para comer, hasta que él encontró un trabajo.  Cuando nació nuestro hijo nos creímos los reyes del mundo.  Poco a poco y restringiendo los gastos al mínimo pudimos ahorrar algo de dinero y compramos una pequeña parcela de un señor que había muerto y los hijos no querían ser terratenientes, en Sacramento.  Trabajamos noche y día. Pedimos un préstamo al banco y así fueron nuestros principios, hasta que el corazón le falló.  Pero esa parte ya la conoces.  Algún tiempo después fallecía mi padre y fui avisada por una de mis cuñadas.  Asistí al funeral llevando a James de la mano, pero nadie se acercó hasta nosotros ni siquiera para acariciara al niño.  Mi madre estaba muy afectada y no salió de su habitación: no pude verla.  Acudimos al funeral  y nos volvimos a casa esa misma tarde.  Y eso ha sido todo lo que no conocías. A los dos años  de mi padre fallecer,  me enteré que mi madre había muerto, pero al no vivir ninguno de ellos,  fuí al funeral  y  me despedí de ella desde lejos, sin ver a mi familia .  Mi cuñada volvió a llamarme  para que lo supiera, porque su marido, mi hermano, había dado orden expresa de no avisarme.>

- Ya lo sé - la dije - Y estuve en su entierro, pero lo hice desde lejos.  No quería ver a mis hermanos, no podía hacerlo.  Espero que lo comprendas y te agradezco que me avisaras.

< Como podrás ver, yo tampoco me libro de penalidades.  Mi refugio ha sido siempre James y es por ello que...>

Se interrumpió, pero Willy se había dado cuenta de la verdadera razón del problema. No quiso decir nada más.  Sentía pena por ella por las penalidades que tuvo que sufrir y el injusto proceder de su familia-  Deseaba que las sombras de los sufrimientos de ambos, se disiparan y para ello, la tomó de la mano y dijo:

-Vayamos a dar una vuelta

Al estar en la calle y recibir la brisa , Alice miró al cielo al tiempo que respiraba.  Willy la miraba fijamente, sy sintió un impulso que no podía contener y acercándose a ella, la beso suavemente en los labios. Ella ni siqquiera parapadeó.  Se miraron, muy serios.  Él esperaba otra reacción, pero ella levantó su mano y acarició su mejilla con una dulce sonrisa,  Se colgí de su brazo y le dijo

- Vayamos al hotel. No estoy acostumbrada a llevar tacones, y los zapatos me están matando.
- Tú mandas. Vayamos

Y caminando lentamente se dirigieron a tomar un taxi que les llevaría al hotel.  Ambos estaban nerviosos.  Sería el comienzo de algo no esperado por parte de ella  e insperado por la de él.  Nunca hubiera imaginado una noche como la que estaban viviendo, y había sido de ella de quién partiera la inicitiva.  ¿ Qué pasaría al llegar al hotel? ¿ Aceptacría la proposición de él ?  Era una incógnita que se despejaría en poco rato, una vez que estuvieran frente a la puerta de esa habitación







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