sábado, 6 de enero de 2018

Entre nubes - Capítulo 12 - Vuelo 5453

La tripulación ya estaba preparada para comenzar el vuelo que les llevaría a Seattle.  Los pilotos revisaban los mandos y hacían las comprobaciones pertinentes. Las azafatas atendían a los pasajeros indicándoles lo sitios a ocupar y ayudándoles a poner los bolsos de mano en el compartimento situado encima de los asientos. La azafata más novata, preparaba todo para que estuviera listo lo que venía a continuación de tomar altura: los periódicos, las revistas y acto seguido.  otra de las chicas vendría con el carrito de las bebidas.  Todo normal, rutinario.  Un vuelo como los que hacían a diario. Y sería  la novata quien diera las instrucciones del vuelo a los pasajeros, algo a lo que se está obligado a hacer en todas las compañías del mundo.  Desde su lugar se dio cuenta de aquel hombre extraño, y asi, se lo hizo notar a sus compañeras. No había terminado de decirlo, cuando vieron que se levantaba de su asiento y se dirigía al servicio

- No debe levantarse aún, señor, hasta que no demos las indicaciones para el vuelo- dijo una de las chicas
- Señoritas, lo sé de memoria.  Viajo constantemente. No se preocupen. He de ir al servicio inmediatamente: tengo incontinencia
- Está bien, señor

El entró en el servicio, y las tres se miraron sin pronunciar palabra, pero pensaban ¡ qué hombre tan extraño !.  Salió al poco rato y sonriéndoles, volvió a su asiento nuevamente.  Al cabo de un rato, Alyssa pasó en dirección a la cabina de los pilotos, cuando el  pasajero llamó su atención:

- Por favor señorita ¿me trae un whisky.?
-Enseguida llegará mi compañera con el carrito de las bebidas.  En cuanto termine de dar las orientaciones del vuelo en caso de emergencia.  Son obligadas antes que nada
-Pero quiero me lo dé usted, y ahora.
Lo siento señor.  He de ir a la cabina de los pilotos.  Sólo será un instante.

Todo ocurrió muy rápido, sin dar tiempo, casi, a reaccionar. Era el pasajero un tanto extraño.   Se levantó de su asiento y asiéndola por un brazo la empujaba a prisa en dirección a la cabina.  Alyssa se asustó ¿ sería uno de esos locos alcohólicos que de vez en cuando se suben a un avión complicándoles la travesía ?  Observó que llevaba una mano metida en uno de los bolsillos de la chaqueta, y de pronto, la dio un vuelco el corazón.  Presentía que iban a tener complicaciones.

La mano que llevaba en el bolsillo la aproximó a su costado, y ella sintió algo duro como metálico que se clavaba  en su cuerpo.  Supo inmediatamente que se trataba de una pistola.

Ninguno de los pasajeros, observó la escena entretenidos en solicitar el periódico que querían y la bebida que iban a tomar.  Pasaron desapercibidos esos movimientos tan poco usuales.

-Llama para que te abran.  Si no lo haces van a ocurrir cosas muy graves en este avión
- Por favor, mantenga la calma ¿ qué es lo que quiere?
- Tú llama y una vez dentro te enterarás
- Pero está prohibido
- Llama,  te ordeno.  Se me está acabando la paciencia.

Tocó el timbre e inmediatamente  la puerta de cabina se abrió.  El comandante y el copiloto, charlaban amigablemente, cuando fueron sorprendidos por la inesperada visita. La pistola apuntaba a la cabeza de Alyssa.  Recibieron la orden de no moverse o ella saltaría por los aires.  Ni siquiera se atrevían a preguntar.  La situación les había sorprendido y ni siquiera acertaban a pronunciar palabra alguna.

- Establece contacto con la torre de control. Ahora.  Ya - ordenó secamente
- Aquí vuelo 5453 rumbo a Seattle.  Tenemos un problema en la cabina

No pudo decir más, un golpe seco en la cabeza con la culata de la pistola le dejó sin conocimiento.  Inmediatamente el copiloto puso  el automático; no sabía en lo que derivaría todo lo que ocurría: al menos que el avión no pierda el rumbo.  El intruso, quitó los auriculares al piloto desvanecido y  comenzó a explicar su diabólico plan. Después llamó a la jefatura de policía del aeropuerto indicando que se iba a cometer un atentado. Ese suceso les mantendría ocupados, dejando el campo más despejado para lo que tenía en mente.

- Les habló desde el interior de la cabina.  El comandante está inconsciente y puesto el piloto automático, así que ya pueden darse prisa en  solucionar el problema, si no quieren ser titular en los periódicos del mundo hoy mismo.  Necesito que vaya a la torre de control Alexander Colby.  Es urgente.  Tengo que hablar con él.  Si se negara, díganle que su esposa morirá. Corto la comunicación, y espero su conexión.


En la torre de control, todos estaban alarmados y perplejos ante  la situación que se estaba produciendo.  Fue el director, quién se puso en contacto inmediato con Alexander.

- Buenos días, Ralph ¿ qué se te ofrece a estas horas? 

Atendió la llamada, Alexander, que le hacían desde la torre de control.

- Alex, necesito que vengas inmediatamente.
-¿ Qué ocurre ?- respondió extrañado
- Ven cuanto antes, es urgente.  No puedo decirte más.

Alexander se quedó mirando al vacío procesando la noticia que acababan de darle  ¿Habían problemas, de qué tipo?  Y recordó que el vuelo de su mujer ya había despegado hacía rato, y algo le subió a la garganta.  Tenía un mal presentimiento, y recordó que por la mañana, mientras se afeitaba, algo parecido a lo que ahora sentía, le sucedió.  No creía en esas cosas, pero era extraño que ahora requirieran su presencia con toda urgencia.

RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR / COPYRIGHT
Autora< rosaf9494quer
Edición< Enero 2018
Ilustración< Internet


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