martes, 9 de enero de 2018

Entre nubes - Capítulo 17 - Pensando en Davinia

Mientras conducía, iba nervioso y con esperanza en que, quizá, todo comenzara a arreglarse entre ellos.  Podrían dejar, al fin, la pesadilla atrás. Mientras iba camino de casa, pensaba en lo oportuna que había sido la llamada de Alyssa, de haberlo hecho más tarde, las cosas hubieran sido distintas.

Davinia había sido una amiga de sus tiempos de soltero.  Con ella hablaba y compartía cama en algunas ocasiones.  Y esa mañana la necesitaba.  Se sentía frustrado.  Le dolía horriblemente la cabeza y necesitaba un hombro en el que llorar y un cuerpo en el que desahogarse.  Hacía tiempo que había perdido el contacto con ella, ninguna llamada, ni siquiera por su cumpleaños.  Dudaba que ahora le recibiera con los brazos abiertos, y eso suponiendo que no tuviera una pareja fija.



En el fondo pensaba que la llamada de su mujer, había sido providencial.. No le agradaba recurrir a otra mujer, necesitaba a la suya, pero no la tenía.  Ahora pensaba que hubiera sido un error tremendo, problemático  y egoísta, porque ella también le necesitaba, sólo que estaba asustada por lo vivido, y él la había fallado, aunque sólo había sido con el pensamiento... y con la intención.  ¿ Podría haberse acostado con Davinia ?   Agitó su cabeza como para despejarla, y trató de centrarse en el momento que iban a vivir en cuanto llegase a su casa.  No tardo en llegar y entró como una exhalación buscando a Alyssa

- ¿ Dónde está mi mujer? - preguntó a la señora contratada para que la acompañase
- Creo que está en el dormitorio - le indicó la mujer

Subió las escaleras de dos en dos, impaciente y preocupado. Cuando entró la vio acurrucada en la cama, en posición fetal, con todo a oscuras, y aún , en la penumbra, percibió algún sollozo.  Al verla así, tan pequeña, tan vulnerable, se le partió el corazón y nuevamente se reprochó la idea de llamar a Davinia.  Avanzó hacia el lecho y allí la abrazó besando sus cabellos

- ¿ Qué te ocurre ? Me vas a volver loco. No puedo soportar verte así - la decía mientras la acariciaba
- ¡Estás aquí! - le respondió ella
- ¿ Dónde pensabas que iba a estar?
- Te fuiste tan enfadado...
- Mírame - la dijo levantandola la cabeza - Tú eres lo más importante en mi  vida.  Sé por lo que estás pasando, pero debes hablar conmigo y no rechazarme.  Yo no te haría daño nunca, al contrario daría mi vida por ti.
-¿ Qué me pasa ? - le preguntó angustiada
- Nada, no te pasa nada.  Estás viviendo lo sucedido, pero poco a poco también pasará.  Confía en mi y no me rehuyas, por favor.

Por primera vez en mucho tiempo acercó sus labios a la boca de ella, que no rechazó como había ocurrido hasta entonces.  Y de nuevo la llama de la pasión encendió sus cuerpos.  Volvieron a ser ellos mismos, como antes de que pasara todo. A Alex le remordía la conciencia, no podía desechar la idea que había tenido de ser infiel a su mujer.  Necesitaba contárselo, pero ¿sería oportuno en este instante?  Creyó que si, para que no hubiera ninguna sombra entre ellos.  No lo soportaría.

Estaban tranquilos, sin hablar, pero sintiéndose.  Sus manos enlazadas y mirando al infinito.  Alex comenzó a hablar:

- He de decirte altgo, que he estado a punto de hacer, pero que no he hecho.  Espero comprendas lo que voy a decirte y que de haber ocurrido no hubiera tenido ninguna trascendencia en mi, ni dejado ninguna huella -  Ella le escuchaba sin decir nada, pero levantó la cabeza mirándole de frente.  Él prosiguió:

- No ignoras que antes que tú, hubieron algunas chicas en mi vida, y que ya no estuvieron en cuanto tu apareciste. Hubo una en concreto con la que tenía más confianza y frecuentaba con más asiduidad.  Dejé de verla cuando tu entraste en mi vida.  Pero esta mañana... después de tu rechazo sistemático, pensé en ella e iba a llamarla cuando lo hiciste tu
- ¿ Quieres decir que si no te hubiera llamado te habrías acostado con ella ? - El movió la cabeza afirmativamente
-¿ Me lo estás diciendo en serio ?
- Por favor Alyssa. Has de comprenderme: necesitaba a mi mujer y tú no estabas
-¿ Cómo que no estaba? Siempre he estado aquí. No estaba bien, no me encontraba bien.  Pensé que lo comprenderías.  Nunca te hubiera rechazado
- Lo has hecho, en repetidas ocasiones.  Notaba cómo temblabas cada vez que te acariciaba, o el poco entusiasmo que demostrabas a mis insinuaciones.  En un principio lo entendí, y lo comprendía.  Ha sido algo muy fuerte para tí, pero también para mi. ¿ Crees acaso que estaba tan tranquilo sin saber lo que ocurría en ese avión?  Estaba muerto de miedo, pensando en lo peor.  No has sido tu solamente quién paso un mal trago.  Yo también lo pasé, y esperaba que juntos pudiéramos salir de ello.  Pero te encerraste en ti misma y me dejaste a un lado

- Lo siento, lo siento muchísimo.  Pero ¿ sabes ? Si hubiera sido a la inversa, nunca hubiera buscado comprensión en otro hombre.  Creo que en cualquier momento se repetirá la situación y posiblemente no haya otra llamada que te lo impida.
- No volverá a suceder, nunca. Óyelo bien, nunca. Te tengo de nuevo a mi lado; no necesito a nadie más que a ti, a mi mujer

Ella se levantó entristecida por lo escuchado, pero en el fondo agradeció la confesión de su marido.  No tenía ninguna necesidad de decirle nada, pero lo había hecho para que ninguna barrera se interpusiera entre ellos.  Estaba muy sensibilizada, y posiblemente fuera ese el motivo de que de nuevo las lágrimas asomaran a sus ojos, que escondía a la vista de su marido.  Pero Alex la conocía, y sabía que no la había gustado nada escuchar que en ese mismo instante, hubiera podido estar con otra mujer  y no con ella.   Alyssa, incapaz de contener más su tristeza, sólo dijo

- Voy a ducharme - y salió en dirección al baño

  Acudió en su busca, sabiendo que ahora estaría llorando. ¿ Cómo hacerla comprender que sólo fue un instante de debilidad, porque pensaba que él no representaba nada para ella.   Se metió con ella en la ducha, la abrazo y volvió a besarla pidiéndola nuevamente perdón.  Pero ella selló con sus labios los de él.  No quería escuchar nada más.  No tenía que perdonarle nada porque, en el caso de que lo hubiese hecho, había sido tan culpable como él.

- Quizá no debí contártelo.  No hubiera significado nada más que sexo.  Pero dormía contigo todas las noches, y aunque nos diéramos la espalda, sentía la cercanía de tu cuerpo, el calor que despedías, y han  sido muchos días, muchos meses, y yo te he necesitado.  Ese fue el motivo, y no la atracción que crees sentía hacia ella.  Creí que debía decírtelo.  Eso ha sido todo.
- Tienes que perdonarme.  He sido egoista y no he tenido en cuenta que tú también lo pasaste mal, y no sólo yo..  Te agradezco tu sinceridad.  No quiero que nunca más vuelva a ocurrir
- No habrá otra vez, cariño.  Te lo prometo

Y así abrazados uno junto al otro bajo el torrente de agua tibia, que limpiaba todos los resquemores que aún pudiera quedar entre ellos.  En ese momento dieron carpetazo a esa etapa de su vida.  Comenzaría otra nueva, diferente; se conocían mejor.  Habían compartido un suceso que les había unido aún más. Y harían ese viaje, aunque fuesen sólo uno días, a cualquier lugar que él eligiera para ella.  para estar solos los dos solamente pensando en el amor que sentían el uno por el otro.

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