viernes, 5 de enero de 2018

Entre nubes - Capítulo 9 - Una etapa nueva

La tomó de la mano y juntos se dirigieron al despacho de él. Sentía su piel en la mano. Una piel suave que tan distante había estado durante mucho tiempo, pero que ahora había vuelto, estaban juntos de nuevo y parecía todo normal.  Aunque... Y de pronto comenzó a trabajar la imaginación :

-¿ Querrá el divorcio? Pero ha respondido a mis caricias. No, debe haber algo más

Y ella comenzó a exponer sus planes mientras Alex servía una copa, no porque sintiese necesidad de beber, sino a modo de paréntesis para que ella comenzase a decir lo que quería que él supiera:

- Verás, he pensado volver a trabajar de nuevo. Sé que estoy en excedencia y que la tripulación está al completo, por eso, si no puede ser en tu compañía, lo solicitaré en otra.  Pero necesito hacer algo. Quiero borrar de una vez este sentimiento de culpa que me tortura, y sé que aquí en casa no lo conseguiré.  Quiero que volvamos a ser los de antes; que tengamos la vida de antes.  Que me perdones por mi egoísmo al rechazarte pensando que sólo yo sentía su pérdida.  He sido egoísta y cruel.  Quiero que sepas que no he dejado de quererte ni un sólo instante, pero estaba tan frustrada, tan confundida  que no me di cuenta de que te hacía daño, de que te apartaba de mi vida, cuando lo eres todo para mi.
- Ya, ya, ya.- dijo atralléndola hacia él y acariciando su cabeza para consolarla-.   Basta amor mio.  Ha sido una dura etapa en nuestras vidas.  Tú nunca podrías hacerme daño, y comprendía por lo que estabas pasando.  Pero te quiero tanto, te necesito tanto, que cada día esperaba con ansias lo que hoy se ha producido. No te preocupes; si quieres trabajar, tendrás tu puesto nuevamente.  No hay más que decir-. y la besó suavemente

Y a él le pareció genial la idea de volver al trabajo.  Sería una nueva etapa en sus vidas, dejando atrás los meses de angustia pasados.  Era el jefe supremo, por tanto ni siquiera habría de solicitar su incorporación.  También ella era dueña de las aerolíneas. por su casamiento con Alex.  Ella puso  como condición  no despedir a ninguna compañera, por tanto irían tres azafatas, en lugar de dos  en el vuelo al que debía incorporarse, y que sería el mismo de siempre, de esta forma haría compatible su matrimonio y el trabajo.

- ¿ Eso es todo ? - dijo Alex mostrándose extremadamente feliz- Mi mujercita ha puesto sus condiciones, y , yo, que estoy loco por ella, se las admito. Yo te complazco, y tú me complaces ahora ¿ no ?.  :  Vayamos a nuestro dormitorio.  Allí terminaremos con todo  ¿ quieres?
- Quiero - respondió ella.  Y tomados de la mano subieron las escaleras que les conduciría a su privacidad, en donde comenzarían de nuevo a vivir...

Habían retomado la vida donde la dejaron antes de todo lo ocurrido. Había sido como si nada hubiera pasado.  Su amor traspasaba todos los límites y se amaron con intensidad.. Descansaban .  Él acariciando su cabeza ,  y ella reclinada sobre su pecho.  El silencio reinaba entre la pareja, cada uno sumido en sus pensamientos.  No hablaban, sólo recordaban.  Alex, sintió algo húmedo en su pecho y ante su extrañeza, levantó la cara de Alyssa y comprobó que estaba llorando.  Alarmado la miró y la preguntó preocupado:

- ¿ Qué ocurre? ¿ Por qué lloras ? ¿ Te he molestado, te he hecho daño?
-No, no.  Sólo que me he emocionado. Te quiero Alex. Te agradezco tu amor, tu fidelidad, tu preocupación por mi, y eso me hiere por si no puedo corresponderte de igual manera, por si no sé expresarte lo que siento por ti.

- Mi amor, me correspondes. Comprendo que estás algo deprimida, pero juntos terminaremos de superarlo.  Juntos, cariño, juntos, siempre.  Cuenta conmigo cada vez que lo necesites al igual que haré yo si fuera preciso.  Prométeme que nunca más habrá nada entre nosotros que pueda herirnos.
- Te lo prometo.  Gracias por haber estado ahí a pesar de mi reacción.
- Está bien. Me has pedido perdón, aunque no había necesidad, pero de acuerdo.  Cerremos la página y abramos otra distinta.  La vida consiste en eso.  Es un libro en blanco que nosotros mismos vamos escribiendo. Hemos terminado el primer capítulo y hoy, aquí, hemos empezado el segundo - La volvió a besar y la abrazó con más fuerza.

Y de nuevo Alyssa retomó su puesto de trabajo una vez solucionados todos los contenciosos que los esposos habían  expresado.  Para ella fue una novedad volver a ser la azafata amable y simpática desempeñando su trabajo.  Tenía su compañera habitual y otra chica nueva, muy joven y novata.  Alex había sido muy hábil para  reforzar a su mujer por la experiencia adquirida.  La chica nueva, becaria,  estaba como aprendiza por lo que no habría conflicto de intereses entre ellas.

Y poco a poco se iba imponiendo la vida. Y de nuevo Alex dejó de levantarse con el alba y permanecía al lado de su mujer, en la cama, hasta la hora de ir al trabajo.  Iban juntos a pesar de que cada uno entraba a una hora distinta, pero no importaba aguardarían juntos.  Ella hacía el desayuno de su marido y él silbaba o canturreaba mientras la miraba con infinito amor.

Y de nuevo volvieron a tomar un café en la cafetería, como antaño, para hacer tiempo.  Cuando ella entraba para incorporarse a su trabajo, él revisaba que todo estuviera bien, como había hecho desde que tomara las riendas del aeropuerto.  Sonreía satisfecho, una vez superados todos los conflictos.  Y mientras lo hacía, murmuraba para sí:

- ¡ Bendita rutina ! -.  Sin duda pensando en los acontecimientos que habían sacudido sus vidas.

Ahora todo era rutinario y tranquilo.  Y seguirían acudiendo a casa de sus padres para celebrar la barbacoa de siempre. Y seguirían estando todos, y seguirían los niños jugueteando por el jardín.  Y entonces recordó que muchas veces había pensado al verles, durante el embarazo de Alyssa:

- Dentro de poco más de un año, estará otro niño jugando con sus primos.

Pero no pudo ser.  Sintió una punzada de dolor en su pecho, pero no podía dejarse llevar por la nostalgia.   No, por ella.  Vendrán otros. Eran jóvenes y sanos.  Nada impediría que no tardando mucho quedase embarazada de nuevo .  Pero ¿ ella lo aceptaría ?  Movió la cabeza como para alejar los pensamientos y se dijo así mismo:

- Céntrate Alexander y sigue adelante con tu revisión

Y así lo hizo y dejó de pensar en ello.  Nada rompía la tranquilidad del recinto, a pesar de que a esa hora tan temprana, el movimiento de gentes era incesante.


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