sábado, 12 de mayo de 2018

De almas y cuerpos - Capítulo 23 - El plan

Al salir de la casa, Albert tomó de la mano a Rose,.  Estaba algo nervioso e intranquilo pero al mismo tiempo al contemplar la despedida que sus padres les habían dado, no puedo evitar suspirar aliviado. Su madre había abrazado a Rose y les habían dicho "volved pronto y en compañía".  Sabía perfectamente que se referían a que volviera con Stella..  Una vez dentro del coche, miro a Rose y tomando su cara entre las manos la besó fuerte, como dándole las gracias por haber allanado el camino.  No era una visita fácil. Su padre lo comprendió enseguida reprochando a su mujer el tratamiento que había dado a esa situación y pidiendo perdón por todo: él había estado ajeno y sólo sabía lo que Emily le había dicho.  Ignoraba lo que habían hablado las dos mujeres, aunque lo imaginaba por la forma en que llegaron,  y tan distinta a cómo salían.

- Gracias, cariño.  Me he quitado un gran peso de encima.  Deseo que comprendas, que aunque reconozco los errores que cometieron, son mis padres. Tenía miedo, porque ha sido tanto el daño causado, que creí que estallarías, pero compruebo que has sido tu la que has tomado las riendas y has sabido conducir la situación a buen puerto.  Estoy dolido por todo, principalmente por tí, pero también por Stella que no sabe nada de nada. Por mi mismo también; nos hubiéramos ahorrado mucho padecimiento si ella se hubiera comportado de otra forma.  En fin.  De nada sirve remover lo pasado. Bueno ya está todo claro eso es lo que importa para tranquilidad de todos. Hablaré con Stella, creo que debo ser yo quién lo haga, pero estando tu presente  ¿te parece ?
-  Si lo crees conveniente, de acuerdo. Albert, por ti, por mi familia, soy capaz de cualquier cosa.  Comprendo que tenías que estar dolido con ellos y expectante conmigo, pero ahora tranquilízate porque todo está arreglado en parte.  Stella,  aunque es muy comprensiva, no sé qué reacción tendrá.  Creo que debíamos hacerlo cuanto antes. Pero tenemos tiempo hasta tu próxima visita.  Mientras tanto iré tanteando el terreno.  Y ahora dejemos todo atrás, y pensemos sólo en nosotros. Sólo tenemos esta noche hasta ni se sabe cuando
. Tienes razón - y bajando la ventanilla gritó a los cuatro vientos como si alguien le escuchara  " la noche es nuestra".  Arrancó el coche y salieron rumbo al parador.  No tardaron mucho en llegar, no estaba distante de la casa de los padres de Albert

Y  había reservado  la suite de la otra vez.   Que también tuviera  champán y las flores y las fresas con el chocolate.  Volvería a reinar el erotismo, y esta noche más especialmente. .  Tenían mucho que celebrar; habían dado un paso de gigante desde la otra vez que estuvieron allí.  Ahora todo estaba un poco más claro, no obstante, debían hablar no sólo de su enlace que quería fuese cuanto antes

- Nos casaremos enseguida. En cuanto llegue pediré el traslado a Driscoll o al sitio más cercano de vosotras.  Deseo ir a dormir a casa cada noche, vivir como una familia.
-No lo hagas Albert.  Tu sitio está allí, cerca de tu otra hija. Yo seré la que me traslade
- Pero tu tienes aquí todos tus esfuerzos.  Has trabajado mucho hasta llegar aquí.  Ahora empieza a funcionar.  Definitivamente seré yo quien se traslade. En cualquier lugar puedo ayudar a la gente, es lo que quiero.  Además está tu madre, no es justo dejarla sola y sin su medio de vida, aunque nosotros la ayudemos,  no es justo.
- Mi madre conoce perfectamente la receta, fue ella quién me enseñó. Podemos contratar a alguien que la ayude en el taller y en el reparto.  Creo que sería lo más acertado.  Stella se irá algún día a la universidad.  Creo que es mejor que sea yo quién se traslade hasta Austin.  Vendré a verla de vez en cuando, pero de esta manera estarás cerca de Amelie, de lo contrario tendrías que verla sólo en vacaciones y no sería justo ni para ti ni para ella.
- Hemos de hablar detenidamente y no tomar decisiones hasta que no lo tangamos claro.  Creo que mañana, antes de regresar  deberíamos sentarnos los cuatro y plantear la situación; entre todos, hay más posibilidades de sacar una buena conclusión.  Pero ahora, basta ya de proyectos y vayamos a lo positivo.
-¿ A qué te refieres? - preguntó Rose
- A esto - respondió Albert, atrayendola hacia él y besándola con ardiente pasión.

Habían estado esperando ese momento durante todo el día. Era muy poco el tiempo del que disponían y larga la separación.  Tenían que recobrar el tiempo perdido.  Se olvidaron del champán  y se fundieron en uno sólo.  Para eso estaban allí, para disfrutar en soledad del deseo, y amor que necesitaban para combatir la nostalgia por la separación.  Era difícil acostumbrarse ahora a no tener la complicidad que tenían.  Lo echaban de menos cada vez que se separaban, por eso Albert tenía prisa en hacerla su esposa, porque en el fondo sentía miedo a que todo fracasara por algún motivo y volviera a perderla.

Comerían  en casa, con Stella y Deirdre y sentados a la mesa expondrían sus planes de futuro.  Albert quería celebrar la boda cuanto antes.  Quería tenerla a su lado cuanto antes.  Cada vez que venía a verla la alegría le estallaba en el pecho, pero al regresar le invadía la nostalgia de ella y de Stella, y los días se le hacían interminables y aburridos.

El plan ideado por Rose, les pareció bien y acorde a Deirdre y a Stella, con lo cual se pondrían manos a la obra al día siguiente.  Deirdre conocía a un muchacho formal y trabajador que podía perfectamente desarrollar el cometido que habían ideado, y trabajaba para pagarse los estudios.  Eso estaba solucionado.  Stella se quedaría momentáneamente a vivir con la abuela y dejaría pasar un tiempo prudencial para que ellos estuvieran a solas viviendo su luna de miel.

Y ahora sí, Albert buscaría una casa en la que vivir,  más grande que el apartamento que contrató en su día. Pero debía ser Rose quién la eligiera. Sería su casa, su hogar  y lo harían los dos.  Quedaron que a la semana siguiente, sería ella la que viajase hasta Austin.  La  quería presentar a Stephanie, que ambas mujeres se conocieran y fuesen amigas.  Y ellos mientras tanto, hablarían por ls noches antes de dormir por Skype.  Al menos eso les serviría de consuelo hasta verse en persona.  Eran como dos adolescentes que tuvieran novio por primera vez, y casi, casi, que así era.

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