martes, 10 de octubre de 2017

Vidas separadas - Capítulo 18 - Una nueva situación

El fin de semana de Aisling  con Aidan, tocaba a su fin. Habían sido días intensos, de novedades.  Por primera vez él la había tenido casi cuatro días seguidos. Rechazó la presencia de Jocelyn.  Las cosas habían cambiado el día del cumpleaños de la niña.  Ya nada sería igual.  Ahora sabía con certeza que seguía amándola y ella le correspondía de la misma forma.  No podía aceptar la compañía de otra mujer y mucho menos seguir con la vida que hasta ese día había llevado.  Lo solucionaría, pero antes debía hablar con Erin y lo haría cuando  dejase en casa a la pequeña.  Ahora ya no la recogería nadie en el portal, ahora él subiría hasta la casa de ella y podrían charlar tranquilamente.  Tenía oportunidad de volver a verla y preguntarla cómo se sentía después de su encuentro sexual.  No habían hablado en dos días. El deseaba hacerlo y estaba dispuesto a ir a su encuentro al hospital.  Imaginaba que su estado de ánimo no estaba en las mejores condiciones; la conocía bien y sabía que creía que no habían obrado correctamente, y en realidad así había sido.  Pero eran libres, aunque tuviera una relación esporádica con Jocelyn, debía guardar cierto respeto por ella. Pero no le importaba.  A nadie le preocupó cuando le enviaron a una misión que destrozaría su vida ¿Por qué habría de guardar consideraciones con nadie?  Y él mismo se daba la respuesta : " porque nadie tiene la culpa de lo que te sucedió.  No pagues con la misma moneda."  Y decidió que no sería oportuno acudir al hospital; debían tener paciencia y dar pasos firmes para que todo funcionara correctamente.

Lo mejor sería que lo hablaran tranquilamente frente a frente.  Que entre los dos analizasen la situación y la salida que tenían para volver a estar juntos.  Dejaría el empleo: no le parecia correcto tener tan cerca a Jocelyn pues sabía de antemano que cuando le platease la ruptura, no iba a ser una escena agradable.  Estaba destinado a tener relaciones conflictivas, aunque él no lo fuese.

Indeciso, marcó el número de Erin.  Necesitaba escuchar su voz, conocer su estado de ánimo.  Y con la excusa de quedar a una hora para llevar a la niña, eligió la hora en que posiblemente ella estuviera descansando para poder hablar, siquiera unos minutos.   

- Hola, soy yo
-Ya te he conocido.  Te conozco bastante bien como para no recordar el timbre de voz que tienes. ¿ Ocurre algo ?
-No. Sólo quería oirte y quedar para llevar a la niña.  Debemos hablar, con tranquilidad de nuestro futuro
- ¿ Nuesto futuro ?  No tenemos futuro juntos y lo sabes.  Lo ocurrido es un suceso , nada más Algo que no deberá repetirse
-¿ Por qué ? Yo te quiero, tu me quieres ¿ qué lo impide ?
- Tienes una relación y desconozco su intensidad.  Pero sea la que fuere, estás con ella.  Creo que lo mejor para ambos será que no volvamos a vernos, nada más que cuando Aisling precise de la presencia de ambos.
- No, me niego.  No puedes hacerme esto
- Aidan.  No quiero hacerlo, pero es necesario. Piensa por un momento que me quedase de nuevo embarazada ¿ cómo lo explicaríamos?
- Usaré protección.   Todo menos dejar de vernos. Pero además, si ocurriera  sería una bendición. ¿ Te imaginas otro bebe en casa ?.  
- Es demasiado arriesgado.  No me fío de las reacciones de ninguno de los dos.  Sé que será difícil controlarnos si llega el momento.  Tengo miedo y preocupación.  Hay cosas por resolver
- Pero ¿ tú me quieres? ¿ Me quieres lo mismo que antes?
-No Aidan, te quiero más porque ya te he perdido una vez y he conocido el dolor más profundo dentro de mi.  Los días de angustia pensando en que me habías olvidado, y cargando con la culpa de no haberte dicho la verdad sobre Aisling.
- Entonces no hay más que hablar. Resolveré la situación. Viviremos en un lugar alejado de todo esto. Volveremos a casarnos y al fin podremos estar juntos los tres, o los cuatro ¿ quién sabe ?
- Todo eso es cierto y sería maravilloso, pero hasta que eso suceda, no debemos volver a vernos. Las cosas se precipitarían. Créeme. Es difícil, pero si hemos estado tanto tiempo sin contacto, podremos esperar a que todo sea normal. Hay que tener cabeza, Aidan.  Hay que tener cabeza.

Y tras mucho forcejeo, Erin consiguió salirse con la suya.  Sólo se verían si fuese necesario por su hija.  Mientras tanto seguirían con su vida en solitario.

Pero Aidan no paraba de pensar en la manera de solucionar su situación. No aguantaba más, quería que estuvieran juntos, con su hija, como una familia, y además la niña debía ver normalidad en casa entre su padre y su madre. Vivir sólo del recuerdo de una noche no le era suficiente; quería más, la quería a ella como aquél día.  Esa mañana, cuando acudió al despacho, decidió hablar con su jefe y presentar su dimisión

- ¿ Puedo saber por qué quieres irte ?- le dijo el fiscal
- Es una historia que conoces, pero sólo en parte.  Deseo volver con mi mujer, que volvamos a ser una familia.  Nos queremos, pero hay ciertas barreras que ella no quiere "saltar", es demasiado estricta y yo, en parte estoy de acuerdo con ella.  Como sabes, desde hace tiempo Jocelyn y yo, hemos salido juntos.  No me parece correcto decirle ahora que vuelvo con mi mujer, y trabajar en el mismo lugar, sería bastante violento.  Así que he pensado ir a vivir a otro sitio y dedicarme a otra cosa.
- ¿ Otra cosa  ¿ Vas a volver a ser detective privado?
- No lo sé, pero si es necesario, si, lo seré.  He de recuperar a mi mujer, que perdí por ya sabes la causa.  Con Jocelyn aquí..., no puede ser
- Si es Jocelyn el impedimento, no te preocupes, dentro de un mes se irá a otra fiscalía. Hace días me pidió el traslado. Me extrañó al principio, pero ahora conozco la causa.  Así que lo primero que tendréis que hacer es normalizar vuestra situación.  Os recuerdo que estáis divorciados.


- Ya lo estoy tramitando.  Será lo primero que hagamos. No sabes el peso que me quitas de encima. Erin no quiere verme mientras trabajemos juntos.  Se siente responsable de la ruptura, cuando en realidad no he dejarlo de quererla nunca y tú lo sabes bien.
- Bueno, pues entonces, asunto terminado. Ahora ponte a trabajar, tenemos un caso bastante peliagudo y necesito todos los recursos que tengamos.

Salió del despacho y se dirigió a la mesa de Jocelyn: debía hablar con ella lo antes posible.  Había compartido parte de su vida y la debía una explicación, aunque ella últimamente se imaginaba lo que  ocurría desde el día del cumpleaños de Aisling.  Desde entonces, las cosas no marchaban bien entre ellos.  Conocía los sentimientos de Aidan, aunque pensó que con el tiempo transcurrido conseguiría olvidar a su mujer, pero no había sido así, y a pesar de que le quería, sabía que tenía todas las de perder.  Al menos que su orgullo no saliese herido.

Hablarían por la tarde, cuando salieran de trabajar.  Requería una explicación larga y detallada, desde el principio.  Debía contarle lo que motivó su rompimiento, que nadie conocía, excepto su pequeño círculo más íntimo.  Nunca había hablado de ello con nadie; era demasiado doloroso para recordarlo, pero estaba obligado contárselo a Jocelyn, y así lo haría.  Y así lo hizo, quedando la chica asombrada por todo lo sucedido hace ya tiempo.  Comprendió su postura y le aseguró que solamente quedaría una buena amistad. La dejó en su apartamento y se dirigió al suyo: recogería a Aisling y la llevaría con su madre, y de paso la explicaría que el tema Jocelyn había quedado resuelto.  Ya no había barreras que les impidiesen estar juntos, iniciando una nueva etapa en sus vidas.

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