domingo, 15 de noviembre de 2020

Encuentro en el parque, en un otoño dorado - Capítulo 9 - Inquietud

 Y me centré en la escaleta de la próxima novela. Deseaba tener la inspiración suficiente como para aventajar a la primera que escribí. Me había puesto el listón muy alto y debía superarlo. Mi entusiasmo hacía que me olvidara de las decepciones sufridas, había pasado algo más de un mes   desde mi regreso a Dublín y las heridas, poco a poco, iban cicatrizando.

Algunas veces me olvidaba hasta de desayunar. Embebida en la escritura, hasta me olvidaba  de cenar,  o comía cualquier cosa. Tenía la inspiración a tope y no quería interrumpir la escritura para que las ideas no se me fueran de entre los dedos.

Aquella mañana me levanté con el estómago revuelto. Después de una gran vomitona, hice un repaso para ver lo que había cenado y desayunado: ninguna de las dos cosas  había hecho, y me dije:

-¡ Natural ! Tienes el estómago como un pozo sin agua. Cuando se me pase esta angustia comeré algo.

Pero la angustia no pasaba y no tuve más remedio que hacerme unas tostadas, que no me apetecía nada, pero más insoportable eran las náuseas que iban y venían.  Eran demasiados días los que me levantaba con esos síntomas, y una alarma se encendió en mi cabeza, que rechazaba de plano, pero que al mismo tiempo reflexionaba que era  rotundamente posible por el retraso que tenía en mi menstruación, los devaneos amorosos del viaje en tren.  Rápidamente bajé a la farmacia a comprar Predictor. El destino no me haría esta mala jugada, ahora que empezaba a superarlo todo.

- No es posible. Será debido a la incertidumbre y a los nervios pasados. Algunas veces ocurre eso. Pero ¿ y si no fuera eso? No, no, no...Ni siquiera sé nada de él. No, por favor Dios mio., no me hagas esta faena. No puede ser.

Pero sí lo fue. El médico me lo confirmó y  recetó el calcio, el ácido fólico, etcétera, Todo para llevar un buen embarazo. Cuando salí de la consulta iba como una zombi. No podía ser que me estuviera pasando esto. A penas había salido del bache y tenía un socavón de dimensiones mayúsculas. No tenía a nadie con quién hablar, ni a nadie que me ayudase. ¿ Cómo iba a desenvolverme yo sola ? Sin saber si podría trabajar de nuevo, con muchísimos gastos y un bebe que atender.

Al llegar a casa, rompí a llorar. No podía más ¿ qué había hecho de malo en la vida para merecer ésto? Me preguntaba y me respondía al mismo tiempo

- Te comportaste como una cualquiera, sin mirar que era un desconocido y no sabías nada de él. Quisiste pasarlo bien durante unos días y ahora lo llevarás a cuestas durante toda la vida.  A ver cómo te las arreglas. Tu panorama no es nada halagüeño. Olvídate de escribir, ni de trabajar en cualquier otra cosa, porque no tienes con quién o en dónde vas a dejar a la criatura. Debiste pensarlo antes de dar gusto al cuerpo.  Ahora ya está aquí, ya no hay remedio. ¿ O si lo hay?  No, ni hablar, ni se te ocurra. Tendrás que apechugar con el resultado de una incierta pasión. Te entregaste a él muy alegremente, sin saber siquiera si el nombre que te dió era el suyo verdadero. ¿ Cómo no se te ocurrió que te podía pasar esto? ¡ Hacer el amor sin protección ! ¡ Por Dios, si eso ya no se lleva ! Hasta las chicas más jóvenes tienen cuidado y tú con treinta años a tus espaldas lo hiciste alegremente.

No había suficientes reproches que yo misma no me hiciera. Y de nuevo el llanto me consumía; no sabía por dónde empezar, ni tenía a quién preguntar. Tapaba la cara con la almohada, mientras lloraba sin consuelo, por no gritar de impotencia y de la injusticia que la naturaleza me hizo.. 

 Y de nuevo me refugié en la cama al igual que  a mi regreso. Y de nuevo los días pasaban y no tenía ganas de hacer nada, pero poco a poco me fuí haciendo a la idea y poco a poco comencé a hablar con el feto que se estaba formando. Y acariciaba mi vientre y me arrepentí del disgusto que sentí al saber la noticia. Tendría con quién hablar, y a alguien al que amar por encima de todo. Sería mi consuelo y mi inquietud.

Poco a poco fuí superándolo y cumplí escrupulosamente mis visitas al ginecólogo. Sobre  todas las cosas, deseaba proteger a mi hijo, que llegase con bien.  El resto ya me las apañaría. Y lo cierto es que fue un poco conflictivo seguir escribiendo después de dar a luz. El bebé consumía casi todo mi tiempo. Opté por hacerlo por la noche, después de la última toma y antes de la primera.

Mientras eso hacía, no dormía; tenía que aprovechar al máximo el poco tiempo libre del que disponía, y aunque me sentía cansada, la necesidad te hace espabilar, y te acostumbras  a dormir poco y aprovechar siquiera cinco minutos para descansar. Pasada la cuarentena, ya era toda una experta y mi hija y yo nos adaptamos la una a la otra y poco a poco fuimos organizando nuestras vidas. Y al fin corregí el último folio de mi novela. Todas las horas libres del día o de la noche estaban impresas entre sus hojas. ¿Cómo lo había conseguido? no lo sabía. Tuve la suerte de que Alba se comportaba como una campeona, y eso y el ritmo alcanzado, me permitió que pusiera fin a la novela, a mi segunda novela, o tercera contando con el Cuaderno de viaje.

Hice los trámites oportunos y lo envié a varias editoriales. De ahora en adelante, firmaría todas mis obras con el seudónimo.

 Por deferencia, o ignoro el por qué, envié un ejemplar del manuscrito a mi antigua editorial con una nota dirigida a mi editor, que decía: " lo prometido es deuda, y yo cumplo con mis promesas" .Flor S.

Estas últimas palabras las puse en mayúsculas para que se dieran perfecta cuenta que no había olvidado su promesa no cumplida. Esperaba respuesta, pero se dilataba en el tiempo, y fue otra editorial la que respondió primero, así que sería esta quién la publicaría y además con unos buenos emolumentos.  Cuando recibí la respuesta, tomé a mi niña en brazos y me puse a bailar con ella, que daba sus primeros grititos de absoluta felicidad.

Cuando leas este diario ya serás mayor, y conocerás el porqué de tu origen y el haberte criado en soledad. Has sido muy querida por mi. Este es el día que tu padre no sabe nada de que has venido al mundo, ya que al separarnos, no volvimos a saber uno del otro. Dentro de mi, sigue y seguirá siempre mi amor por él. Porque gracias a él estás aquí, conmigo. Y has sido mi refugio desde el primer instante que supe que estaba embarazada. Que te sirva también de escarmiento para cuando tengas la suficiente edad, de estar alerta en todo momento.  Que no te ciegue la pasión lo mismo que a mí me cegó. Te quiero mi pequeña Alba, siempre serás mi amanecer.  Mamá.

Y Alba cerró el diario de su madre que, por casualidad, había encontrado en un perdido cajón. Se mudaban a una nueva casa, y fue al guardar una ropa, cuando apareció . Volvió a dejarlo en su sitio, para que fuera su madre quién embalase ese cajón precisamente; así no sabría que lo había leído. En el fondo se arrepentía de haberlo hecho; era algo muy personal y no estaba bien que la curiosidad la hiciera infringir la privacidad de su madre. No diría nada. Que fuera ella  la que, creyera cuando debía saber su origen.

No tenía ni idea de como había ocurrido todo, y si no fuera por el traslado a Connemara, posiblemente no se hubiera enterado. ¿ Cuándo pensaba decírselo? ¿ Cómo sería su padre? ¿ Seguiría casado? ¿ Se acordaría de ella? Por lo descrito en ese diario, ni siquiera sabía que tenía una hija. No se habían vuelto a ver . Eso la dejó algo noqueada y de mal humor. No sabía a quién culpar, pero lo que era cierto es que algún culpable había. Tendría que seguir representando que no lo sabía, al menos que su madre estuviera tranquila.. Pretextaría que estaba cansada por la mudanza y de este modo se encerraría en su habitación y examinaría detenidamente lo que había averiguado.

Su nuevo destino Connemara Vivirán en la casa de los abuelos, en donde nació su madre. Tan sólo había estado una  vez, y la gustó mucho, pero era un cambio muy radical de Dublín a un lugar pequeño. Nueva escuela, ¿ nuevos amigos?. En fin, volver a las raíces, a las maternas, porque las otras no tenía ni idea de donde eran, sólo que había nacido en Escocia, y su nombre, ni más ni menos.


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