jueves, 8 de febrero de 2018

Cuando los árboles se visten de amarillo - Capítulo 15- Algo de locos

La situación que estaban viviendo era totalmente surrealista.  Stephan daba vueltas en la habitación sin terminar de asimilar lo que Alexa había planteado.  Por otra parte,  entendía que  era el resultado de lo que estaban viviendo desde hacía tiempo.  A pesar de haberlo ocultado, él, tenía otra vida al margen de la de su hogar desde hacía más de un año  Alexa,  lejos de sentirse herida, lo daba como lógico por el ambiente creado entre ellos  provocado por ella misma.

 A pesar de todo,  Stephan  seguía amando a la que hoy por hoy, era su mujer., reconociendo que había sido leal y nunca le había ocultado sus verdaderos sentimientos.  No podía reprocharle nada, puesto que desde el principio supo donde se metía al casarse con ella. .  No podía evitar seguir enamorada de una quimera, de un ideal forjado en su cabeza en una etapa muy difícil de su vida. ¿Sería Cedric  capaz de corresponderla de la misma forma?  ¿ Se sentía  capaz, de ver como saltaba su corazón hecho añicos si no era correspondida, y quedar impasible ante ello?  Coralyn le gustaba y creía  ser feliz con ella, pero sus dudas le asaltaban, no por él, sino por Alexa.  Mejor sería estar a la expectativa y ver cómo se presenta el día de mañana.

Y el día de mañana hizo que Stephan se fuera a vivir con su novia  Coralyn, para dejar el campo libre a su mujer.  Alexa comenzó a buscar apartamento; no le parecía justo quedarse  en el mismo lugar en el que habían vivido como matrimonio.  Y muy a su pesar, Stephan habló con su abogado y le puso en antecedentes de la separación.  Por parte de ellos, estaban dando los primeros pasos para la ruptura definitiva.

Y llegó el viernes, y a la hora en la que habían quedado citados, Cedric se personó en su domicilio.  Ella se había arreglado con más esmero de lo acostumbrado  Estaba hermosa, con ese brillo especial que tenía en sus ojos, y que había perdido hacía tiempo.  El la admiraba en silencio, mientras notaba que su sangre se aceleraba.  Se acercó a ella,depositando un suave beso en una de sus mejillas.  Alexa entornó lo ojos, y hubiera deseado que el tiempo se detuviese ahí, en ese instante, pero fue breve. La tomó del brazo y la condujo hasta su coche.  Hablaban poco,posiblemente algo cortados por la situación que estaban viviendo.

Cedric repasaba en su cabeza todo lo que debía contarle.  Esperaba que fueran amigos, ya que ignoraba su situación matrimonial, y ella no hablaría hasta no conocer los verdaderos sentimientos que su hija albergaba hacia el hombre que era su gran amor, y que estaba sentado a su lado.

Eligieron un aperitivo antes de la comida y comenzaron a charlar de su día a día.  En realidad era él quién llevaba el hilo de la conversación.  Alexa le escuchaba atentamente sin pronunciar palabra, sólo asintiendo con la cabeza en algún momento determinado. Pero el momento se acercaba y, nervioso comenzó a relatar desde el principio sus sentimientos hacia ella y el motivo por el que no hubieron mas citas a pesar de desearlo ambos.  Alexa con los ojos muy abiertos escuchaba el relato y pensaba  que si hubiera esperado un tiempo más para casarse con Stephan, probablemente ahora estarían charlando como marido y mujer.

Y nuevamente su mala suerte  se hizo presente en su cabeza. ¿ Qué podía hacer? Le escuchaba como en sueños como si estuviera en la lejanía.  La decía que la amaba que en su vida no había habido nadie más que ella, y que el error cometido lo había pagado muy caro. Conoció de forma fortuita la noticia de su casamiento y entonces decidió alejarse de ella para no perturbar su vida. Indagaba a menudo con Susan y Anthony, que mantenían su amistad con ella, de cómo le iba la vida, y la respuesta de ellos era siempre la misma:  " está bien.  Es feliz ".  Confesó que por un tiempo  se refugiaba en brazos de otras mujeres, pero esas relaciones resultaron todas fallidas, puesto que sus contactos eran ficticios, sin interés alguno.
Veía en los ojos de él la angustia ante lo que la estaba confesando y ella dudaba en decirle la verdad, pero ¿ qué verdad?  ¿Que le amaba desde hacía años, que sería, al fin, feliz con el hombre que amaba?  ¿  Esa verdad?  Pero también existía una segunda parte y, probablemente la más importante:  los sentimientos de su hija.  Ocultaría su sentir hasta no hablar con ella y tratar de averiguar la verdad.
Él tomó su mano al terminar su parlamento, y la miraba con ojos ansiosos interrogando a Alexa, suplicándola, casi, una respuesta a  todo lo que había contado.  Deseaba decirle que sí, que le amaba más que nada, pero que su boca estaba sellada por otro sentimiento tan fuerte como el que sentía por él: el silencio.
Buscaba en su cabeza las palabras justas para descubrir sus sentimientos, pero sin darle esperanzas.  Pero su corazón la traicionaba y le dejó libre, que hablase él en lugar de su cabeza.

- Yo te quiero, Cedric, desde siempre, pero de momento hemos de dejarlo.  Mi situación matrimonial es complicada. Quiero a mi marido.  Deseo que entiendas estas palabras: le quiero, pero no le amo, y nunca ha sido así. Es un buen hombre que me ha dado amor a manos llenas siempre a sabiendas de que no era correspondido.  Mi corazón no podía amarle porque ya estaba ocupado por otra persona, desde antes ,incluso de conocerle a él.  Despechada acepté el ofrecimiento de matrimonio, pero le dije la verdad desde el principio, y él recogió el guante del desafío.  Pero nada ha cambiado y ha esperado demasiado tiempo.  Ahora tiene otra mujer en su vida y nos estamos divorciando.

Cedric la miraba esperanzado  con una sonrisa en su rostro.  ¡ Qué tonto había sido ! Sino se hubiera retirado tan pronto, si hubiera hablado con ella... otra situación sería la que estuvieran viviendo. Uno frente al otro, como una pareja normal, o quizá hasta pudiéramos estar casados . Ya no tenía solución, había que encarar el futuro.  Respetaría sus plazos, y cuando ella lo creyera conveniente, sería el momento de pedirla se casara con él, o vivir juntos.  Como ella quisiese y decidiera.

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