domingo, 4 de febrero de 2018

Cuando los árboles se visten de amarillo - Capítulo 8 - La respuesta

Tanto Stephan como Alexa, anduvieron hasta llegar al coche en silencio.  Ninguno de los dos se atrevía a decir nada.  Sobretodo él; había notado el impacto causado en ella con el encuentro del que en otro tiempo fuera su amigo, o quién sabe si algo más.  Sabía que tenía las cosas difíciles y ahora más que nunca.  Había notado su reacción y mucho se temía que ahí terminara su atisbo de esperanza de llegar a ser algo más para ella.
Fue al entrar en el coche, cuando Alexa se giró hacia ´el, y le dijo escuetamente:

- De acuerdo.  Te acepto. Pero antes de nada, lo primero, deseo que conozcas el por qué de mi situación, de lo que he vivido antes de conocerte.  Lo deseo así, porque si no lo hiciera, no me sentiría tranquila  al creer que pensabas otra cosa muy distinta de lo ocurrido.  Y poco a poco, bajo la atenta mirada de Stephan, dentro del coche, comenzó a desgranar su vida

- Perdí a mis padres siendo muy joven y estuve internada en un Colegio hasta los dieciocho años en que salí y comencé a ser independiente.  A los pocos meses, conocí a un chico del que creí haberme enamorado; más tarde supe que no era amor lo que sentí, sino deslumbramiento por una vida que nunca, hasta ese momento, había conocido.  Me acosté con él y al poco tiempo me convertí en su esposa...

Y fue desgranando una a una todas las circunstancias que la llevaron hasta Cedric y que todos conocemos...

- ...  Y él fue el médico que me reconoció, requisito que fue preciso para poner la denuncia.  Ni siquiera le miré avergonzada por todo lo que estaba sucediendo, y que nunca imaginé pudiera ocurrirme.  Fue al darme el diagnóstico cuando le miré de frente  y entonces le ví  Me impresionó, no sé si la dulzura de su mirada, la sensibilidad con que me explicó todo, no lo sé, pero cuando llegué a casa de Lucy, llevaba sus ojos clavados en mi retina.  Susan fue la policía que me acompañó en todo momento, y que un tiempo después, supe que era la sobrina de mi casera.  Nos hemos hecho grandes amigas.  Fue ella la que organizó una velada con Cedric y Anthony, su novio.
Y ese día fue el único que pudimos tener una conversación sin siquiera rozar lo ocurrido.  Quedó en volver a salir en unos días después, que me llamaría para quedar,  pero....Hasta hoy. Te confieso que no me es indiferente, pero espero que con tu paciencia y cariño llegue a superar todo esto que no entiendo cómo ha podido ocurrir, sin conocernos, sin saber más que su nombre y su profesión, Y ahora su seguro compromiso con la chica que le acompañaba.


Stephan la tomó de una mano y se la apretó suavemente.  No había nada malo en su vida más que la época en que estuvo casada, pero también se dio cuenta de que no era a él a quién amaba.  Que ni ella misma, por esas cosas que ocurren para las que no tenemos explicación posible, un rostro se había abierto paso en su vida. ¿ Debía aceptar lo que ella le proponía, o aconsejarla que hablara con él abiertamente?  Acarició su mejilla y sin dejar de mirarla, la dijo:

- Sin duda estás..., llamémosle abiertamente, interesada por el médico. Ve a su casa y habla con él.  Averigua si la chica que le acompañaba es algo más .  No puedes exigirle nada puesto que erais simplemente amigos de una noche.  Si, como sospechas es su prometida, da media vuelta y sal de su casa.  Trata de olvidarle y vive la vida a la que tienes derecho.
- Pero yo quiero vivirla contigo.  Sé que me amas. Eres bueno, cariñoso y noble.  A él trataré de olvidarle, y con tu ayuda creo lo conseguiré. No deseo verle ni hablar con él.  No le intereso.   En todo este tiempo no ha hecho intención de hablar conmigo. Dejaré que siga su camino y yo haré lo mismo con el mio
- Está bien.  Si es eso lo que quieres, que sea. Siempre estaré de tu parte, pero insisto: no conoces los motivos que haya podido tener para no buscarte. Pero también sé que a él le interesas.  Espero que no te arrepientas de la decisión que has tomado.  Siempre te querré, te respetaré y estaré a tu lado.  Si decides no seguir adelante con nuestros proyectos, te ruego me lo comuniques rápidamente.  Has de saber, que si eso ocurre, me romperás el corazón, pero te dejaré ir, aunque siempre estaré a tu lado como amigo.
- Gracias Stephan - y dicho ésto se inclinó hacia él dándole un beso.  El primero.

Cedric trató de hablar con ella yendo hasta su casa, pero no le abrió la puerta.  La llamó por teléfono  en repetidas ocasiones, pero siempre era el contestador quién le respondía.Y se dio por vencido al comprender que no quería saber nada de él y a quién amaba era al hombre que la acompañaba en el restaurante.

Trató de olvidarla.  Salió con otras chicas, pero ninguna conseguía llenar el hueco que Alexa había abierto en su corazón.  Se había convertido en una especie de autómata cumpliendo con su cometido en la vida pasivamente.  No esperaba nada de ella, que hasta que su abuela muriera, había sido sencilla y feliz.  Tenía la impresión de recibir un castigo del destino por algo que hubiera hecho, sin saber el qué.  Y leyó en un periódico, en las crónicas de sociedad- algo que nunca leía´,  que  " El prestigioso abogado londinense Stephan  Eastwood, había contraído matrimonio con la señorita Alexa  Davidson, en el Registro Civil, en Londres, partiendo de luna de miel a las islas Seychelles ".
  Lo cerró inmediatamente y salió de su casa sin decir a donde iba.  Llevaba el rostro demudado  y  su prima  alarmada, trató de conseguir infructuosamente, una explicación a lo ocurrido.  Lo que quiera que le había alterado tanto,  estaba en ese periódico, y alarmada comenzó a pasar las hojas, sin saber muy bien lo que buscaba, hasta que encontró las Notas de Sociedad, y sin saber exactamente si aquella noticia era la causante del disgusto del primo.   Algo la dijo que estaba en lo cierto.

 Aquella muchacha, era la que había comentado que le había impactado con su encuentro cuando viajaron a Londres.  Ahora todo estaba claro: había perdido al amor de su vida y mucho temía que nada ni nadie le importase más.

No podía soportar el verle tan triste y desmoralizado. Ni siquiera el trabajo le sacaba de su abatimiento.  Posiblemente se reprochara el haber obrado equivocadamente con la chica.. Estaban pasando por una época muy difícil, y es sabido que cuando algo se tuerce, vienen detrás más cosas que se complican. Cedric no se merecía ser infeliz, y si cometió un error, lo estaba pagando con creces, y en verdad no lo merecía.  Era una persona noble y cariñosa.  Siempre pendiente de los demás, .  El nunca  había contado nada a pesar de tener complicidad con su prima .
¿ Cómo podría ayudarle? Ya no había remedio: ella se había casado.

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