martes, 6 de febrero de 2018

Cuando los árboles se visten de amarillo - Capítulo 11 - Cedric Ackerman, pobre niño rico

Había sido hijo único en un matrimonio por amor.  Era un hogar feliz, con una buena posición económica.  Su familia podría considerarse que era rica.  Se educó en uno de los mejores colegios de Londres y en él hizo el bachillerato.  Pero tuvo la desgracia de que sus padres murieran pronto.  Primero  perdió a su madre y poco tiempo después el padre.  Cedric siempre pensó que su progenitor había muerto de melancolía, echando en falta a su madre.  Algo poético y romántico, pero en  desuso en la época materialista en la que vivimos.  Ellos sembraron la semilla en su hijo del respeto y amor fiel hacia la persona que eligiera para compartir su vida, cuando llegase el momento oportuno.
Era un chico sensible que desde muy joven se interesó por ayudar a las personas  que lo precisasen, y en  la parroquia de su barrio, ayudaba  a servir las comidas de los más desfavorecidos.  Enseñaba a algunos a leer y escribir para poder, al menos, tener la posibilidad de alcanzar un trabajo.

A pesar de haber quedado huérfano, sus parientes más cercanos, como la abuela materna, se hizo cargo de él y de que siguiera estudiando, y así vivió con ella, hasta que ingresó en la facultad de medicina.  Había sido muy estudioso y se sacaba por medio de becas su ingreso en la universidad.  Destacaba en el deporte y era apreciado por sus compañeros, especialmente por Philip, su compañero de habitación y de curso.

Dado su buen  corazón, no fue extraño que eligiera medicina.  Quería ayudar a sus semejantes y su proyecto de futuro al terminar la carrera, era el de montar una clínica en algún barrio obrero.  Su abuela le prometió costearlo si aprobaba la carrera.  Y así se cumplió su deseo cuando se licenció

Pero también era un chico alegre, que como todos los de su edad gustaba de divertirse con los amigos y amigas, ya que por su carácter y aspecto físico era bastante solicitado entre ellas.  Cuando cumplió los veinte años, tuvo su primera borrachera y su primera experiencia sexual, y quizá fuera eso, lo que marcó su trayectoria.

Lily, era el nombre de guerra que utilizaba la chica.  Ese fue su regalo de cumpleaños de parte de sus amigos, conocedores de la virginidad de él, a pesar de haber sobrepasado la edad para ello, y  que era la burla de todos los chicos de su pandilla.  Se dedicaba por entero a los estudios durante todos los días hábiles;  quería ver realizados  sus proyectos y sólo durante el fin de semana  se permitía hacer algún exceso, bajo la mirada comprensiva de la abuela que entendía que su edad era para correr alguna juerga de vez en cuando.

Después de haber tenido sexo con Lily, reposando ambos en la cama, Cedric la preguntó qué es lo que había motivado que se dedicara a ese trabajo.

- - Eres muy joven y bonita. Seguro que tendrás más posibilidades de encontrar un trabajo normal que éste tan denigrante
- ¿ Denigrante ? a vosotros os gusta, y bien que nos buscáis.  Dejé el colegio a los catorce años  ¿En serio crees que puedo trabajar en algo diferente?
- Pero  ¿ no comprendes que puedes dar con algún salvaje que te haga daño?
- ¡ Claro que lo sé ! Pero es mi trabajo y me va bien. Estoy ahorrando. Cuando tenga lo suficiente, me iré de aquí, montaré algún negocio y viviré tranquila.  Quizás encuentre a algún hombre que hasta quiera casarse conmigo
-Eres una chica preciosa.  Cuídate y estate alerta ciempre
 ¿ Sabes  ?, eres un buen chico Lo he pasado muy bien contigo. Llámame siempre que desees compañía.  Te daré mi teléfono

Y se despidieron.  Cedric  recibió aplausos y vítores cuando se reunió con sus amigos en el pub acostumbrado.  Allí le hicieron beber en exceso y hubieron de acompañarle hasta su casa.  Al día siguiente tenía tal resaca, que se prometió así mismo que nunca más se emborracharía. Y su recuerdo volvió hasta Lily.  Volvería a verla en otras ocasiones.  Era una profesional excelente.  Lo había pasado bien, o quizás fue porque era la primera vez y ella sabía lo que hacía.

¿ Y si su clínica futura también atendiera a prostitutas?  Al menos las ayudaría a protegerse. Sonrió levemente: se había convertido en un hombre. Más tarde que lo habían hecho sus amigos, pero él estaba satisfecho. ¿ Sería siempre así. o fue excelente lo sentido porque era su primera vez ?  Le daba lo mismo; cuando tuviera más experiencia, sería el tiempo de comparar.  Mientras tanto la prostituta acaparaba toda su atención

Pero una vez que había probado el placer, su sangre juvenil lo reclamaba y cada sábado por la noche, acudía al burdel en busca de Lily, que se hizo fija en sus preferencias.  Y hablaban después de tener sexo.  A él eso le incomodaba porque sabía que ella cobraba por horas, y podía estar dos o más horas charlando sin que a ella le importase.  .  Siempre usaba protección, no en vano quería ser médico y no deseaba contraer o transmitir alguna enfermedad.  Y esa costumbre se convirtio en norma para ambos, y ella siempre reservaba la misma hora para estar con él.

Cedric la pagaba más de lo acostumbrado y en ocasiones quería dar por terminado su encuentro para que ella no resultase perjudicada, pero Lily le decía que se sentía bien con él, que era considerado y respetuoso con ella .

Un día la llamó para quedar, y una voz extraña respondió a su llamada

- ¿ Qué desea ?
- Puede avisar a Lily, por favor
- En este momento no puede ponerse ¿ es usted un cliente?
-Soy un amigo. Llamaré más tardeç
- Perdón ¿ puedo hablar con usted?
- ¿ Quién es usted? ¿ Por que quiere hablar conmigo? ¿ Es acaso su chulo ?
- No, no lo soy.  Le habla un inspector de policía.  Lily ha sido encontrada sin vida. Insisto ¿ puedo hablar con usted?
- No es posible.  La semana pasada estaba bien
-- Cierto, pero ha pasado una semana, y en el trabajo de estas personas, una semana es mucho tiempo
- Está bien. Dígame donde nos vemos- respondió Cedric muy afectado
-Tendría que acudir a la comisaría más cercana al domicilio de Lily.

  Durante todo el camino no dejaba de pensar en ella.  En los planes de futuro que tenía y que fueron truncados por quién sabe Dios qué había ocurrido.  Confiaba en que no tuviera repercusiones en su vida , y que creyeran en su inocencia.,  que no había tenido nada que ver en el suceso. Hacía una semana justa, que habían estado juntos y cada uno de ellos comentaba al otro lo que harían cuando lograsen sus sueños.

Fue recibido por el comisario que muy amablemente le puso en antecedentes de lo que había ocurrido.  Estaba totalmente descartada  otra muerte que no fuera la natural, pero no sabían nada de su vida y si tenía parientes o alguien que pudiera confirmar su identidad., tras hablar con varios clientes sin que aportaran nada nuevo  Y fue Cedric quién acudió a la Morgue a reconocer su cadaver.

Se vio ante el cuerpo inerte y pálido de la chica que unos días antes estaba plena de entusiasmo y con toda una vida por delante..  No se trataba de un maniquí o de esos cuerpos donados a la ciencia para su estudio en la facultad.  Se trataba de una mujer con la que había tenido relaciones sexuales hasta hacía pocos días.
Cuando salió del depósito totalmente descompuesto, supo que se acababa de enfrentar a la cruda realidad de la vida y supo en el acto que trabajaría no sólo para proteger a esas personas  sino a las mujeres maltratadas en el hogar.  Desde su primera vez con Lily, sentía que admiraba y respetaba a las mujeres en general.  Eran capaces de dar vida y placer, y sin embargo algunos hombres no las valoraban.  Y en ese instante supo qué   rama de la medicina  eligiría: obstetra y ginecología.

Su compañero de habitación, se alarmó cuando le vio entrar

- ¿ Qué te ha ocurrido? ¿ Te encuentras bien ?
- No, Philip, no me encuentro nada bien.  He tenido que identificar el cuerpo sin vida de Lily
- ¿ De Lily ? ¿ De esa Lily ?
- Si, de esa LiLy
- Pero si...¿ Qué ha pasado ?

 Y le contó detalladamente su llamada a LiLy, y todo lo que siguió después.  Esa noche no quiso cenar.  Se acostó, pero tampoco el sueño acudía a sus ojos, y muy al contrario la imagen de ella en aquella mesa de acero, tapada con una sábana simplemente,  volvía a su cabeza una y otra vez  Y fue él quién costeó los gastos de su entierro y la dio una sepultura digna con una placa en la que `ponía simplemente  Lily.  Desconocía su verdadero nombre y sus apellidos reales. Ni de dónde era y si tenía familia o habían desertado de ella.  Pensó que se lo debía por todo el tiempo que ella había estado con él sin corresponder, pero también por lástima y compasión por una vida joven perdida tan absurdamente.


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