sábado, 21 de septiembre de 2019

El orden y la Ley - Capítulo 24 - Tirar por la borda

También el tiempo pasó para James y aunque en un principio, y como novedad, las cosas marchaban bien, pronto se instaló la rutina en sus vidas. Y es que en realidad faltaba lo importante en una pareja: complicidad, amor y apoyo, y poco de eso es lo que tenía en su matrimonio con  Claire, que pasada la euforia de los primeros tiempos, se volvió más recelosa e interesada. Pero ambos se habían acostumbrado a ese modo de vida, aunque, James, recordaba su pasión frustrada de otros tiempos y poco a poco, retrasaba a más tarde la llegada a su casa para reunirse con su esposa.  Y por ese motivo, ella también faltaba muchos días a almorzar con él, reemplazandolo por sus amigas en cualquier restaurante.  En más de una ocasión, James, pensaba en una separación, pero nunca llegó a proponérselo. Se encontraba solo, en compañía de alguien con quién a penas tenía complicidad. Y pensaba si con Rose hubiera llegado a esta misma situación, aunque lo desechaba de inmediato

- Nuestros encuentros sexuales, no tenían nada que ver con los de mi esposa.  Creo que ya no nos queremos, pero lo cierto es que ignoro el por qué hemos llegado hasta aquí, y aún seguimos con esta situación que,  según pasan  los días,  se hace insostenible.  Sólo piensa en sus amigas y en el dinero a  disponer,  que nos facilita tener un círculo de amistades adineradas;  eso es lo que le importa a ella, pero no a mí. ¿ Cómo se desenvolverá Rose ? Seguramente andará muy justa de dinero;  el sueldo de los policías no es muy grande, que se diga.  ¿Por qué nos distanciamos tanto ? ¿ De quién fue la culpa ?  Seguramente de los dos.  Sólo sé que si pudiera dar marcha atrás, no haría las cosas que hice.  Pero es que ella se encerró en un círculo vicioso y no había quién la sacara de él. En fin, eso ya no tiene arreglo ¿ Estará casada? ¿ Tendrá pareja?

Tampoco habían tenido hijos, por mucho que se lo pidiera a su mujer.  No tenían nada que les mantuviera unidos  todavía,  y lo cierto era que notaba que cada vez pensaba más en Rose.En realidad le preocupaba cómo viviría. ¿La hipoteca  aún la seguirían pagando ?...  No terminaba de entender, la obsesión que desde siempre había tenido por ella,  y aún la recordaba ¿ Seguía realmente enamorado, o fue herido en su amor propio al importarla más su trabajo que él ?

Y al pensar en ésto, recordó que se vieron en esa situación por una estafa que les hicieron ¿ cómo lo había olvidado ?  ¿Conseguiría encontrar al ladrón? Y una vez más dio rienda suelta a sus recuerdos de hacía años.

-¿Cómo se llamaba mi confidente? Trevor, eso es, Trevor Levinsgton.  A cuenta de su hermano es que la conocí en aquel juicio. Si estuviera en Nueva York establecería contacto con él;  conocía los sitios que frecuentaba y probablemente aún sea confidente. Pero estoy en Boston...  ¿Que tal si hiciera una escapada a Nueva York con cualquier pretexto.? Si.   Me apetece. Podría tener un encuentro con ella e informarme de todo.  Le diré a Claire que voy por un caso, no  deseo llevarla conmigo, no me dejaría en paz en todo el día y me haría ir de compras.  Decididamente no la diré nada. Y fue como respirar aire fresco la sola idea de volver a su antigua vida y tener oportunidad de hablar con ella y cerrar viejas heridas si es que aún permanecieran abiertas.  El sólo hecho de pensarlo, le había infundido nuevos ánimos.

Y nervioso e ilusionado preparó su viaje y tres días más tarde volvía a la Gran manzana, a la 47, con la esperanza de verla;  probablemente ya sería comisaria.  Estaba igual de nervioso que un niño cuando le espera una sorpresa. Y en verdad le aguardaba una que no imaginaba.
Recordaba a algún inspector de entonces y se saludaron  amablemente, y a uno de ellos preguntó por Rose

-Hace mucho que ya no trabaja como policía. Murió su padre y entonces decidió volver al rancho. Nos dejó encargada una investigación, pero tampoco pudimos solucionarlo y el caso se metió en un cajón en espera de algo.  Creo que tenía que ver con una estafa que les hicieron.  Desde que murió el padre no ha vuelto por aquí. No sabemos si sigue en el rancho o donde está.  Es como si se la hubiera tragado la tierra.
- Quizá yo pudiera hacer algo. ¿Puede darme algún dato?  Tengo amigos confidentes que trabajan para mi bufete y andan como detectives en ese submundo.  Quién sabe si por ese lado pudiera averiguar algo.

- Puede intentarlo, aunque le anuncio que lo que pudimos saber es que cambió de nombre y de lugar en donde vive.  Todos pensamos que era un delincuente profesional, pero al no estar fichado es difícil averiguar nada. Le apuntaré el nombre y la dirección última, y poca cosa más.  Lo siento no puedo hacer otra cosa.  Ya sabe está bajo investigación aunque sepamos que nunca pasará de ahí.  Me alegraría por Rose.  Era una compañera a la que apreciábamos mucho, y hubiera llegado lejos.

- De modo que ya no era policía y Thomas había muerto.  Y no sólo eso:  habían dado carpetazo al caso de su desfalco en el rancho.-  Se repetía mientras salía de la comisaría

Y una idea tomaba forma en su cabeza poco a poco. Estaba pensando en algo, y lo que ahora haría es averiguar si Trevor vivía en el mismo sitio y no hubiera cambiado de teléfono.  Y en esa gestión si tuvo suerte: Trevor y su hermano Morgan vivian en el mismo lugar junto   con una tía.    Quedó con ellos en una cafetería para hablar del asunto, y si ellos sabían algo o podían averiguarlo, les pagaría bien por la información.  Los muchachos se alegraron de volver a ver al abogado que había evitado que Morgan fuese   condenado por un homicidio que no cometió, y se dispusieron a realizar las gestiones que se les había encomendado. Era difícil el encargo; había pasado el tiempo y posiblemente estaría escondido en otro lugar para que no le descubrieran.  Hablarían con sus amigos que trabajaban a veces en sitios no muy claros, pero que conocían los recovecos que los  fuera de ley suelen tener.  Se verían en cuanto supieran algo aunque les llevaría tiempo.  James les dejó su móvil privado y su dirección en Boston rogándoles la máxima discreción, y les entregó una fuerte cantidad de dinero para los gastos que pudieran surgir. Al despedirse de James, los dos hermanos conversaron contentos.

- ¡ Quién sabe si no terminamos siendo sus detectives privados!  Es buena persona, así que haremos todo cuanto esté en nuestra mano por ayudarle
-  Si no hubiera sido por él, me estaría pudriendo en la cárcel- respondió Morgan
- Mañana hablaremos con los chicos y si no sacamos nada en claro, lo mejor sería ir al lugar en donde comenzó todo- añadió Trevor
- ¡ Qué fuerte, hermano ! Creo que tienes razón.

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