sábado, 21 de septiembre de 2019

El orden y la Ley - Capítulo 26 - Algo que no esperaban

La conversación de James con quién fuera, se mantuvo durante un largo rato .  El asunto se complicaba  y tenían que verse personalmente.  Pero algo le roía por dentro y es que el solo hecho de sus confidentes,  hubieran viajado hasta el rancho, le trajo recuerdos muy lejanos en el tiempo, pero cercanos en sus vivencias.  Le recordaron aquellos días y le inquietó lo que de nuevo sentía.  Entonces era libre, todo distinto; ahora estaba casado, aunque muy a su pesar.  Quizá fuera la ocasión de plantear a Claire su separación.  Por lo que él percibía de ella, tampoco estaba muy satisfecha con lo que vivían.  Cada vez su situación como esposos, era más fría y esporádica.  Ya ni siquiera les unía la atracción sexual del principio. No le extrañaría que ella tuviera un amante; era una mujer bella y con labia especial para embaucar a un hombre. Y analizó ese pensamiento y se dio cuenta de que le dejaba indiferente si ello fuese verdad.

- Si - se dijo -. Cuanto antes mejor.  Lo nuestro no va a mejorar, y probablemente el desencuentro vaya a más.  Hablaremos esta misma noche.  Me prepararé para los gritos, porque ella no está interesada en mí emocionalmente, pero sí en la posición  que ocupamos.  Eso si la preocupará.  Seguro que de concederme el divorcio, me sacará todo lo que pueda, pero no me importa, recuperaré mi vida, porque lo que tengo ahora es sólo desgana. Me desplumará seguro, pero tengo mi trabajo, y además el dinero sólo vale para mejorar tu vida, pero si la vida es una ruina, no merece la pena conservarlo.

En el fondo, sintió que se quitaba un gran peso de encima, porque era algo que llevaba mucho tiempo pensándolo.  Al día siguiente tenía que regresar a Nueva York para hablar con su cliente, pero esa misma noche, en cuanto Claire llegara a casa, hablarían largo y tendido.  Lo tenía decidido y así lo haría, sin pesar y con alivio.  Y Claire llegó,  y no muy contenta.  James se dio cuenta de ello, y pensó dejarlo para otro día, pero pensó en el viaje que debía hacer,  y quién sabe si estaría dos o tres días fuera;   quería quitarse ese come come de una vez por todas.  Y así se lo hizo saber.

Ella no se mostró muy sorprendida cuando, al principio de su charla,  dio una explicación de lo que les había llevado hasta la situación que tenían, y lejos de protestar se mostró conforme, algo que  sorprendió a James e hizo que respirara con alivio.  Ignoraba si la indiferencia era motivada por el disgusto que había mostrado a su llegada a la casa, o porque, efectivamente tenía un amante.  Le dio lo mismo, ya no le afectaba,  lo que deseaba era solucionarlo todo de la mejor manera posible.  El que llegasen a esa situación no le restaba  para que James  otorgara a su todavía esposa el  suficiente dinero para que viviera cómodamente como estaba acostumbrada.  A ella le pareció bien y decidieron tramitarlo cuanto antes y ponerse en manos de sus abogados, para que cada uno de ellos tuviera lo que en buena lid les correspondiera. Y al estar de acuerdo con el divorcio, James planteó que según  acordaran al reunirse con sus letrados, con anterioridad, ellos debían hablar con calma y tratar el reparto de gananciales, que él no discutiría si no llegaban a un acuerdo.


 Ella tampoco quería perjudicarle.  le había amado,  aunque sabía desde siempre  que no era ella la que ocupaba su corazón, pero que nunca le faltó como esposo en ningún sentido.  Nunca la dijo nada, ni siquiera se lo insinuó, pero las mujeres conocemos  ciertos detalles.  Es como si tuviéramos un sexto sentido que nos avisa, y ella lo presentía desde hacía mucho
  Sabía que no tenía amantes, pero siempre sospechó que James  recordaba a otra persona, que por el motivo que fuera, nunca le habló de ella, pero estaba segura de que existía, aunque nunca  mencionase el motivo de que no se hubieran casado antes de conocerla a ella..  Seguramente sería un amor de juventud, de esos que arraigan para siempre en tu vida y nunca se olvidan.  Ella no había tenido esa suerte;  todos sus novios duraron una siesta, pero ahora quizás había  encontrado su mitad por lo que estaba decidida a arriesgarlo todo porque presentía que sería el definitivo¡ Qué inexplicable situación !   Sólo les había derrotado la rutina y el que la suya fuera una pasión momentánea que duró poco, aunque fue muy satisfactoria por ambas partes.

  Pero aquella tarde,  Claire y su ¿ amante ?, discutieron,  se enfadaron, por algo que tenía relativa importancia, pero que si aumentó el malestar de ambos:  tener que ocultarse para seguir con esa relación adúltera. Fue el reproche que la dirigió que no entendía la fidelidad que Claire guardaba a su marido a pesar de no amarle. No lo entendía,  pero ella le debía el mismo respeto que James la había guardado.

Pero ahora todo parecía arreglarse después de que James la solicitara el divorcio.  En lo sucesivo no volvería a esconderse de miradas ajenas y de conversaciones silenciadas al aproximarse a sus amigas..  En cuanto obtuvieran el divorcio, se iría a vivir con él, aunque no estuviesen casados.  Pese a que ya no se amaban seguía respetando a James aunque ya no sintiera por él la pasión desbordante que les unió y que no comprendía su nuevo amor, a pesar de estar loco por ella, o precisamente por eso.


De mutuo acuerdo decidieron que ya esa noche, no dormirían juntos.  Ella en su dormitorio, y James en el de invitados.  Y al día siguiente establecerían contactos con sus respectivos abogados para tramitar cuanto antes su separación.  Todo debía ser muy civilizado,procurando conservar al menos una amistad.

Todos los trámites fueron relativamente sencillos al estar ambos de acuerdo en el reparto.  Y dos meses más tarde, se despedían dándose un beso en la mejilla a las puertas del despacho de los abogados.  James exhaló un suspiro de alivio:  todo había concluido y ahora tendría tiempo libre para hacer lo que le viniese en gana y enderezar su vida.

- Si fuera posible con Rose, pero no me hago muchas ilusiones. Ha pasado demasiado tiempo y lo lógico es que ella esté casada y rodeada de hijos.  Me he forjado una utopía. Ni siquiera pienso que desee hablar conmigo después de tanta distancia guardada. En fin, desecharé esa idea, pero si llevaré acabo las pesquisas que hemos emprendido.
Y lentamente se encaminó a su despacho a fin de organizar el trabajo cuando se tomara algunos días libres para viajar a Texas y tantear el terreno con Rose.

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