jueves, 12 de septiembre de 2019

El orden y la Ley - Capítulo 8 - Extraña casualidad

Fueron días de duro trabajo pues todo estaba bastante atrasado, pero al final de ese día, podrían decir que todo estaba en orden y sabrían  el importe de lo debido.  A pesar de ser una suma importante, haciendo algunas ventas e inyectándole efectivo, podrían hacerlas frente, pero eso sí, tendrían que volver a empezar de nuevo, desde cero. Eso no asustaba a ninguno de ellos, ni a patronos ni a  obreros, al contrario todos se unieron y les daban lecciones de optimismo.  Se conservarían los puestos de trabajo, y en general, todo quedaría como estaba con sacrificios salariales por parte de todos durante una larga temporada, hasta que el rancho volviera a ser lo que fue.

Mientras,  Thomas, un poco más optimista,  parecía ir recuperándose poco a poco, Rose se dedicaría en cuerpo y alma  a averiguar quien y donde estaba el causante de tamaño descalabro.
 Para hacer las indagaciones regresó a Nueva York, y allí, expuso  a su jefe lo ocurrido, y confiaba que con los medios que tenían, pudiese seguir los pasos del estafador, que estuvo a punto de arruinar a Thomas.  El jefe la escuchó con detenimiento y al final, rascándose la nuca, dijo

- Me pides algo muy delicado y comprendo que desees descubrir al sinvergüenza que os robó, pero no puede ser a nivel oficial.  Tendría que ser por tu cuenta y por ello no percibirías salario alguno puesto que estás en excedencia. Pero... si averiguas que ese individuo ha estafado a otros rancheros, aunque nadie le denunciara, si podríamos hacernos cargo del caso, porque ya no habría que conflicto de intereses.  Por supuesto que podrás contar con la colaboración de algunos de tus compañeros que sean de confianza, y que te facilitarían revisar archivos y causas pendientes si las tuvieran, todo ello de tapadillo y si ellos quisieran hacerlo, claro.
- Jefe, no sabes cuánto te agradezco vuestra ayuda.  Mi padre está aún, en un estado deplorable, y tengo miedo que caiga enfermo
- No seas pesimista.  Trabaja desde casa y habla con tu antiguo sargento;  seguro que él te ayuda.

Y con bastante recelo al final fue convencido y la ayudó a repasar los archivos por si pudiera encontrar alguna pista.  Pero era todo difícil y complicado,puesto que ni siquiera sabía cómo era su rostro, su nombre, o dónde había vivido.  Estaba totalmente descorazonada y a punto de darse por vencida.  Nunca sabría a dónde había ido a parar el personaje.

Cuando habló con su padre esa noche, le notó algo extraño en la voz y en lo lacónico de sus respuestas.  Insinuó que tendría que regresar con las manos vacías lamentablemente y eso la molestaba profundamente.  No era justo que el citado individuo se fuera de rositas. En mitad de su ardorosa protesta, Thomas cortó en seco el discurso de Rose

- Para un momento, por favor.  Olvídate de ese individuo; nunca daremos con él. Es culpa mía que no me dí cuenta de que era un ladrón profesional.  Nunca averiguaremos donde está. Con nombre falso seguramente y habiendo dejado la casa durante  la noche.  Lo encontramos totalmente vacío de documentación  sin nada que pudiera indicarnos quién era y hacia donde había ido.  Tenemos un problema más gordo y ese si que es ineludible:  Hacienda
- ¿ Qué pasa con Hacienda?
- No sabía los plazos para la declaración y cómo hacerla...  Bueno, olvidé por completo al Fisco.  Hemos recibido una notificación para abonar la declaración con un recargo enorme como multa.
Justo ahora que comenzábamos a levantar la cabeza
- ¡ Papa ! ¿ Cómo olvidaste algo así ? ¿ De que cantidad estamos hablando?
- Mucha hija, mucha.
- Está bien.  Lo peor es que no tenemos ni idea.

De pronto recordó a Frederick.  El tenía un amigo experto en asuntos financieros.  le llamaría y le rogaría que  la pusiera en contacto a la mayor brevedad posible.  Y le llamó y Fred se asombró lo que le contaba.  Quería apaciguarla;  estaba muy nerviosa y excitada. Conocía los apuros por los que habían pasado con el rancho, pero ésto era más gordo , si cabe.  No era justo que ellos tuvieran tantos traspiés y sin embargo los evasores profesionales  estuvieran tan tranquilos.

- No te preocupes.  Saldréis de esta. Cuando terminemos la conversación, le llamaré y le expondré el caso. Verás como te ayuda.  Es un águila y experto en la materia. No te preocupes, verás como se soluciona

Meredith apuraba su copa y lucía coqueta ante James.  Sonreía de medio lado y su mirada era lasciva.  Los ojos del hombre echaban chispas ante los gestos y movimientos provocativos  de ella.  En lo más álgido de la situación, el teléfono sonó junto a la cama en que la pareja estaban tumbados.

 -No contestes - apremió Meredith
- He de hacerlo. Puede ser algo urgente
-¿ A estas horas? ¿ Es que nunca tienes vida privada?

Pero James, a pesar de las protestas de ella, tomó su teléfono y comprobó que era Frederick.  Algo urgente debía tener para llamarle pasadas las once de la noche

- ¿ Qué ocurre Fred?   ¿ Estáis bien ?
- Si, si, estamos bien. Es referente a una amiga que tiene problemas muy serios con el Fisco.  Está muy asustada y la he hablado de tí
-¿ Qué es lo que se supone que debo hacer? No hay más que pagar querido amigo
- No es tan sencillo. Han sido estafados por un granuja que les ha hundido el rancho y para colmo .  están hundidos anímicamente
- Está bien.  Por tratarse de una amiga tuya
- Gracias Jimmy.  Pero ahora que recuerdo, tú la conoces.  Testificó en el juicio de Trevor. Y me pediste infinidad de veces que te consiguiera una cita con ella
- ¿ Esa chica?
- Sí, la misma. Me diste mucha lata para conseguirte una entrevista,  bien, pues ahora tienes la oportunidad.
- Ahora estoy ocupado, pero mañana te llamo y lo concretamos
- ¿ Meredith ? ¿ Todavía sigues con ella? Te va a poner las esposas, seguro
- Anda, anda.  Aún no ha nacido quién me lleve al altar y no es literalmente.  No soy de esos.

Y riendo a carcajadas, cortaron la comunicación.  Meredith le aguardaba en la cama con una provocativa pose exhibiendo a través de una transparencia, sus voluptuosas curvas incitándole a pasárselo bien durante un rato.  James olvidó el motivo de la llamada y se dedicó por entero a la chica que le aguardaba impaciente.

Se durmieron tarde y se despertaron tarde y  James se olvidó por completo de lo convenido con Frederick, y  a la  policía del caso, ya olvidado y archivado.  Había pasado demasiado tiempo, y el deseo de una cita con ella, se había esfumado como el humo.  Sus relaciones amorosas duraban poco, tan sólo el tiempo que la monotonía y la poca o mucha novedad del momento le satisfacía.  Meredith era la que más le estaba durando, y sobretodo,  en los ardores,  si algún encuentro sexual se producía, mientras  recuperaba su aliento, pensaba que quizás ella fuera la destinada a compartir su vida. Pero él mismo se hacía una pregunta ¿ Estoy verdaderamente enamorado de ella, para toda la vida ? ¿ O es simplemente un encuentro casual satisfactorio entre un hombre y una mujer adultos que desean satisfacerse?  Se lo preguntaba muchas veces, y al final siempre terminaba con una respuesta ambigua y egoísta " dejemos pasar el tiempo a ver qué pasa "

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